Dónde Harry Styles nació en una familia de alfas y fue criado como uno.
Pero eso cambió cuando tuvo su primer celo y se descubrió que en realidad era un omega.
Ahora debe adaptarse a su nueva realidad de la mano del alfa que su familia escogió para...
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—Mi primer celo fue hace un año, allí fue donde mis padres y toda mi familia descubrió que en realidad era un... Omega —escupo la última palabra como sí fuera veneno letal en mi boca.
En cierta forma así se sentía.
Un omega, Harry.
El primer omega en la familia Styles en casi un siglo.
Una vergüenza.
—¿Y qué pasó cuándo lo descubrieron? —mi alfa asignado, también conocido como Louis Tomlinson, se reclina en su asiento, poniéndose cómodo para escuchar una historia que ya era del dominio público en la ciudad.
Tomo una profunda respiración, sopesando las palabras que debía decir a continuación.
Siempre sé respetuoso con el alfa.
Hice una mueca al escuchar la voz de Niall—mi instructor—en mi cabeza.
—Mis padres contrataron un maestro para recibir clases particulares en casa sobre el comportamiento y modales que debe tener un...
—¿Alguna vez te han dicho que hablas demasiado lento? —me interrumpe Louis, con un toque de irritación en su voz.
Me tenso.
Muerdo el interior de mi mejilla para evitar replicar su comentario, ya que ese era el comportamiento que se esperaba de mí.
Sin embargo, Louis levanta una ceja sin dejar de observarme desde su lugar al otro lado del escritorio.
Casi como si me retara a responderle.
Bien, nunca he rechazado un desafío.
Me encojo de hombros en mi lugar, y llevo un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, todo esto bajo la atenta mirada del alfa.
Está disfrutando cada segundo de esto.
—¿Alguna vez te han dicho que tu voz es demasiado aguda para ser un alfa? —sonrío fingiendo inocencia, como si ese comentario viniera de una curiosidad genuina y no de una contestación rebelde.
Lo que hace Louis a continuación me sorprende.
Mucho.
Él sólo... Ríe.
Miro confundido como su cuerpo tiembla debido a su tintineante risa, pensando que pude haber dicho que fuera lo suficientemente gracioso para provocar esa reacción.
—Ah, joder. Va a ser muy divertido tenerte a mi alrededor, Harry —habla cuando su risa se detiene al fin, observándome con algo en su mirada que no logro descifrar, pero que me hace sentir muy vulnerable—. De verdad, muy divertido.
Trago duro, porque el rastro de lujuria que adquiere ahora su mirada es inconfundible.
Pero es cuando Louis se levanta de su asiento, que me doy cuenta que esto en realidad está pasando.
He sido entregado al hijo de uno de los socios de papá como forma de fusión de ambas empresas.
Y ahora él va a querer tomarme.
Se obediente, se dócil... habla Niall de nuevo en mi mente.
Obediente y dócil, mi culo.
Antes de que el alfa me alcance, me levanto de mi lugar y corro fuera de la oficina.
Vete a la mierda, Niall, pienso mientras corro a través del largo pasillo.
Y corro un poco más, hasta llegar a la entrada de la enorme mansión, esperando que por alguna razón, un empleado despistado hubiera dejado la puerta abierta.
Pero ese no fue el caso.
—¡Maldición! —gruño y le doy un puntapié a la puerta, completamente frustrado.
—¿De verdad creías que sería tan fácil? —escucho la voz de Louis a mis espaldas, pero me niego a mirarlo.
Una parte de mi se encuentra más allá de enojada.
La otra, está completamente avergonzada por el espectáculo ridículo que acabo de dar.
»¿Lo creías?— insiste y esta vez su voz se escucha más cerca.
Un escalofrío recorre mi columna, cuando siento su aliento estrellarse con mi mejilla.
Me niego a responder, temiendo que mi voz falle.
—Bien. Sigue negándote a responderme —murmura en mi oído—. Pero esto traerá consecuencias para ti.
—¿Consecuencias? —cuestiono en un murmullo.
Puedo escuchar la sonrisa en su voz cuando responde:— Si, consecuencias. Dolorosas para ti, pero muy, muy placenteras y divertidas para mí.
