Dónde Harry Styles nació en una familia de alfas y fue criado como uno.
Pero eso cambió cuando tuvo su primer celo y se descubrió que en realidad era un omega.
Ahora debe adaptarse a su nueva realidad de la mano del alfa que su familia escogió para...
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—¿Y cómo van las cosas con el chico? —cuestiona Liam, sentándose frente a mí con una taza de polietileno en su mano, que a juzgar por el olor, es café.
Bufo por su pregunta.
—Él es imposible. Es desobediente, maleducado y caprichoso —cada palabra que sale de mi boca hace que la sonrisa de Liam crezca más. Frunzo el ceño— ¿Qué?
—Parece que encontraste a alguien que no se rinde ante ti fácilmente. ¿Cómo te sientes respecto a ello? —hay genuina curiosidad filtrándose en su voz y me mira a la espera de una respuesta.
—¿Honestamente? —asiente— Es una jodida montaña rusa. Un segundo es un dócil omega y siento que hemos avanzado un poco. Y luego, digo alguna mierda que puede sonar un poco como una orden y ya lo tengo de regreso a su modo rebelde y desobediente.
—¿Y eso es malo?
Reflexiono mi respuesta por un par de segundos y sonrío al darme cuenta de que no lo era.
—Jodidamente no. Mi vida ha sido un infierno más divertida durante las últimas dos semanas de lo que lo ha sido alguna vez.
Y no miento. Es muy divertido pelear con Harry. Excepto aquella vez en su celo cuando las cosas se calentaron demasiado y tuve que tomar una ducha fría antes de que llegara nuestra comida.
De eso ya ha pasado una semana.
—¿Y qué ha pasado con sus padres? ¿Ya hicieron el intercambio con tu papá? —la pregunta de Liam hace que me tense.
No me gusta pensar en Harry como un objeto de intercambio, pero al parecer así es como lo ven los demás.
Y es por eso que Harry siempre está a la defensiva.
—Ya firmaron el acuerdo comercial —aparto el plato con mi almuerzo a medio comer, porque mi apetito se había esfumado debido a la situación—. Sin embargo, papá quiere hacer una enorme celebración por lo unión de las dos familias. Algo así como una fiesta de compromiso.
—¿Eso es malo? —Liam bufa— Por lo menos tienes la aprobación de tu familia para estar con el chico y no tienes que verlo a escondidas como sí estuvieran haciendo algo malo.
La amargura en la voz de mi mejor amigo me hace sentir un poco de pena por él.
Su padre definitivamente no quería un omega para él. Así que sus encuentros con Zayn se daban de manera clandestina.
Supongo que soy afortunado en ese aspecto.
—Ya, no seas una nena. Sí tanto amas a Zayn, renuncia a tu fortuna y vete con él —Liam me mira como sí estuviera a punto de perder su paciencia conmigo.
