Dónde Harry Styles nació en una familia de alfas y fue criado como uno.
Pero eso cambió cuando tuvo su primer celo y se descubrió que en realidad era un omega.
Ahora debe adaptarse a su nueva realidad de la mano del alfa que su familia escogió para...
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8 meses antes.
Esto estaba a punto de convertirse en un desastre.
He perdido el control sobre mi cuerpo y las cosas se pondrán muy feas sí no lo recupero pronto.
Otro gemido lastimero escapa de mis labios al percibir la presencia de los alfas en el piso inferior.
Un minuto después, la puerta se abre de golpe y mi padre entra hecho una furia a mi habitación.
—¿Qué diablos crees que haces? ¿Acaso quieres informarle a todos los alfas alrededor que estás en celo? Sabes lo que ocurrirá sí haces eso —habla entredientes mi padre.
Su cuerpo está totalmente tenso, clara señal de su enfado.
Me encojo en mi lugar involuntariamente. Había usado su voz de alfa, haciendo que mi naturaleza omega quisiera obedecerle de inmediato.
Me odio en este momento.
—Lo siento —contesto en un susurro—. No sé que me pasa. No puedo controlarlo esta vez.
—Si que puedes. Te educamos para mantenerte en control —abre la puerta y antes de salir, se gira de nuevo para mirarme.
»No avergüences más a esta familia.
Con esa declaración, deja mi habitación. Escucho como pone el seguro de la puerta, dejándome encerrado como un animal.
Me levanto de la cama y camino hasta quedar frente a la ventana—la cual se encuentra cerrada también. Y con barrotes—, para obtener un vistazo de lo que pasaba en los jardínes.
La cena anual de la familia Styles.
Una a la que había asistido cada año desde mi nacimiento.
Excepto este.
Mi celo empezó anoche. Y mi cuerpo ha estado fuera de control desde ese momento.
Quiero... Deseo... Necesito un alfa.
Antes de poder detenerme, mis labios emiten un débil gemido y siento como el ambiente se llena de tensión.
Miro a los jardines y todos los alfas se miraban entre ellos, buscando respuesta ante la llamada de un omega.
La perilla de mi puerta se mueve y me envaro, listo para luchar con algún alfa que quiera llegar a mi. Puede que mi cuerpo quiera someterse a uno, pero mi mente no está ni cerca de hacerlo.
La puerta se abre y Niall asoma su cabeza en el interior, mirándome con un toque de preocupación filtrándose en sus rasgos.
—Tu padre me envió. Dice que tenemos que sacarte de aquí antes que inicies una guerra allí abajo —habla rápidamente, pero sin tropezar ni una sola vez con sus palabras.
