Donghae recogió el llavero, abrió la puerta y lentamente aún sorprendido por lo que acababa de ocurrir, se dirigió a oscuras, al primer piso de su casa, hasta su habitación. Intuyó que Donghwa estaría durmiendo en el cuarto contiguo, por lo que intentó ser sigiloso. Se quitó la ropa, se colocó el pantalón pijama solamente y sin desmaquillarse ni colocarse una remera, se metió entre las cobijas. En su habitación había un gran ventanal que daba a la calle. La luna llena iluminaba casi todo el interior del lugar. Donghae miró al bello y redondo satélite y llevó sus manos a sus labios, luego las bajó hasta su torso y las dejó descansar sobre la cinturilla del pantalón. Cerró los ojos recordando cada beso, cada toque de las ávidas manos de Hyukjae. Esas manos que lo encendían y que lamentó que hubieran parado. Se dio cuenta de que realmente quería entregarse a él. No por los efectos materiales que podría obtener sino porque algo dentro de su corazón golpeteaba fuerte cuando pensaba en aquel hombre. Sacudió su cabeza en negación. Dio la espalda a la ventana y se propuso dormir.
Al día siguiente, unos golpecitos a la puerta lo despertaron.
- Hermano! Ya sal de la cama! Son casi las doce del mediodía! Cuánto más vas a dormir? – preguntó Donghwa
Donghae remoloneaba en la cama y se negaba a abrir los ojos.
- Ya voy! Ya voy! Dame unos minutos!
- Hoy es domingo! Iremos a visitar a papá a prisión.
Se había olvidado por completo. Cada domingo ambos hermanos iban a la cárcel a visitar a su padre. Tenían que tomar un bus de larga distancia que tardaba aproximadamente una hora en llegar a destino pero iban entusiasmados porque amaban a su padre más que a nada y estaban dispuestos a hacer lo que fuera por él. Sobretodo Donghae.
Luego de ducharse y de vestirse de manera sencilla como solía hacer, con un jean, una remera blanca, zapatillas y una campera liviana, fue al encuentro de su hermano quien lo esperaba listo para salir.
Subieron al bus y tras poco más de sesenta minutos, llegaron a la prisión. Allí fueron dirigidos hacia un cubículo detrás del cual, vidrio mediante, se encontraba su padre, sosteniendo el teléfono que lo comunicaría con sus hijos. Hyung Joon hizo señas a Donghwa para que tomara el teléfono que estaba de su lado.
- Hola hijo, te ves bien. - dijo con tono alegre aunque un poco sombrío.
- Papá, te extrañamos – exclamó Donghwa con sus ojos llenos de lágrimas.
- No llores, jovencito. Eres el mayor y debes darle un ejemplo a tu hermano. Cómo está todo por allí? Puedes costear la comida, la escuela de Donghae?
- Si, papá. A duras penas llegamos a fin de mes pero con mis tres trabajos y sin gastar más de lo necesario, podemos.
Donghwa se veía realmente agotado. Los tres trabajos estaban acabando con el muchacho reluciente y buen mozo que alguna vez fue. Su expresión se había convertido en más oscura, más seria, más apagada. Como si no tuviera más motivos para los cuales vivir que no sean aportar en su hogar y que su hermano pudiera concluir su instrucción secundaria.
Donghae observaba todo con detenimiento y con mucha furia. No soportaba que su hermano cargara con todas las responsabilidades sólo porque era mayor de edad. Él tenía 16 años y era lo suficientemente listo como para poder contribuir. Hubo un momento en que Donghwa bajó deliberadamente la voz y se dedicó a conversar con su padre sin ser oído. Luego de unos minutos, cuando la conversación entre padre e hijo finalizó, Donghae tomó el teléfono y Donghwa los dejó solos. El menor no entendió esa actitud pero se dedicó a hablar con su padre.
- Papá, por favor, permite a Donghwa que me deje trabajar. – rogó con un puchero.
- Hae, mi pequeño, deja que tu hermano se encargue de esto. Para ti, tengo grandes planes. Eres la gema de la familia. Te has mirado en el espejo? En ti tengo depositadas mis esperanzas para que tú y Donghwa dejen de pasar hambre.
Donghae lo miró asombrado. Acaso su padre pensaba lo mismo que se le cruzó por la cabeza a él, la noche anterior mientras intentaba seducir a Hyukjae?
- No entiendo – dijo bajando la voz, fingiendo sorpresa – A qué te refieres, papá?
- Donghae. – dijo seriamente su padre. Sólo lo llamaba así cuando estaba enojado o quería hablar de algo importante. – Tu belleza puede abrirles las puertas a una mejor vida. Sólo imagina lo que podrías conseguir si tuvieras algún novio o novia con dinero. Tú frecuentas lugares exclusivos, estás rodeado de gente pudiente...
- Papá – interrumpió Donghae – eso ya lo sé.
Hyung Joon se quedó mirándolo detenidamente sin saber si había comprendido bien.
- Se que soy bonito – dijo Donghae ruborizándose – Estoy al corriente de lo que provoco en los demás. Incluso ayer intenté.... – por un momento estaba a punto de decirle a su padre lo que había ocurrido con Hyukjae pero cerró la boca y no continuó. – Olvídalo.
- Hae, no sé qué será lo que has intentado ayer pero espero que haya sido con alguien que haya valido la pena. Piénsalo. Donghwa y tú están acostumbrados a un nivel de vida que es muy difícil mantener. El pobre de tu hermano casi no vive para darte todo. Quieres que continúe así? – decía Hyung Joon con genuino dolor en sus palabras.
- Claro que no! – exclamó Donghae - Pero él no me deja ayudar! No se que hacer papá! Tú estás aquí, Donghwa trabaja, y yo... siento que no hago nada. No es justo.
- La vida no siempre es justa mi pequeño. No te estoy pidiendo que hagas nada en contra de lo que sientes o de tus principios...
- Papá. Ayer intenté hacer lo que estás insinuando. – dijo Donghae con una mirada fría, fija en Hyung Joon.
- En serio? – dijo el hombre con asombro – No... no pensé... no pensé que se te ocurriría - agregó titubeando.
- Como ves, sí. Quédate tranquilo. Voy a ayudar.... Así tenga que entregarme sólo por dinero. – concluyó cabizbajo y en un hilo de voz.-
- Donghae! – gritó su padre saltando del asiento- Nadie te pidió que te prostituyeras! No me malentiendas! Sólo quiero que encuentres a alguien que te haga feliz y que sea dentro del círculo de amistades que tienes.
Donghae esbozó una sonrisa triste...
- Mis amigos me evaden desde que estás aquí. Sólo Yesung y Ryeowook han sido fieles a mi. Ya estoy prácticamente repudiado en nuestro entorno. Sólo consigo entrar al Blue Sky porque somos amigos de Hyu... del barman – se corrigió.- Con las únicas personas que salgo es con ellos. Cuando tienen fiestas, trato de no aparecer para no pasar un mal momento. Por las dudas.
- Mal hecho! – dijo Hyung Joon.- Hijo, nunca sabes si vas a ser bien o mal visto si no intentas ir a alguna de esas fiestas. Con intentarlo una vez no pierdes nada, verdad? Dale un gusto al viejo.
Donghae sonrió a su padre y con un gesto, movió su cabeza de arriba hacia abajo para asentir. Un policía avisó que el tiempo se había acabado. Donghae y su padre se despidieron afectuosamente y el castaño salió a reunirse con su hermano.
En el camino de regreso, ya en el bus, Donghae se puso a pensar: "dado que cuento con el aval de mi padre... Ya no hay nada que impida que pueda ayudar a Donghwa. Oh sí, ahora sí un nuevo Donghae ha nacido. Papá, lo hago por nosotros".
![](https://img.wattpad.com/cover/106145360-288-k457903.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Te amo, pero el sexo es mi arma [+18] EUNHAE
FanfictionJung Donghae es un joven de 26 años cuyo hermano mayor, Donghwa, es el flamante dueño de la cadena más importante de casinos de Las Vegas: el Imperial Casino. Pero no todo fue color de rosa para estos hermanos. ¿Cómo llegaron a obtener este imperio...