Sucedió

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Martes, 13 horas. Donghae sigilosamente se dirigió al estacionamiento trasero del instituto cuidando no ser visto. A lo lejos, observó un BMW gris que asumió debía ser del Sr. Choi. Simulando tranquilidad, se acercó al auto, abrió la puerta del acompañante, la cerró suavemente, se colocó el cinturón de seguridad y permaneció con su mirada al frente. Inmóvil.

- Donghae – llamó riendo Siwon - , empezamos con un "hola"?

Donghae lo miró, y sacudió su cabeza sonriendo. Lo saludó.

- Hola, director Choi. Perdón, yo...

- Siwon. – interrumpió el director.- Cuando estemos a solas dime de tu y llámame Siwon. ¿No voy a tener beso hoy?

Donghae intentó acercarse a él pero se dio cuenta de que estaba sujeto con el cinturón de seguridad, con lo cual hizo un gesto al Señor Choi quien desató el suyo y besó esos labios que ansiaba probar de nuevo, desde que el día anterior, el joven se había marchado de su despacho. Todo el camino hacia la mansión del hombre transcurrió en silencio. Sólo la música del estéreo inundaba el ambiente.

Cuando se acercaban a un palacete protegido por una reja altísima, Siwon tomó un control remoto, presionó un botón y la reja comenzó a abrirse. Una vez adentro, la reja se cerró sola. Donghae miraba y miraba embelesado la magnitud de todo lo que lo rodeaba. Si bien su entorno era de gente de dinero, ninguno llegaba a los talones al Sr. Choi. El auto se apagó, ambos descendieron y Siwon cogió de la mano a Donghae, conduciéndolo hacia el interior de la propiedad. El lugar era muy moderno. Paredes blancas, muebles a tono, algún que otro cuadro abstracto y una enorme escalera en el centro. Subieron la escalera y luego emprendieron rumbo al dormitorio del mayor, ubicado en la primera planta. Puertas adentro, Donghae comenzó a desvestirse, de espaldas al director. Primero los zapatos, sus medias, luego la corbata, desabotonó su camisa, se la quitó, desabrochó el botón de su pantalón pero antes de que pudiera seguir, Siwon lo dio vuelta. Donghae cerró los ojos por la vergüenza. Siwon comenzó a acariciar con sus manos su rostro, se detuvo en los labios del joven, luego pasó sus dedos por el cuello tan delicado que se le ofrecía. Donghae tenía la piel muy blanca y suave. Era la perdición de Siwon. Continuó descendiendo hasta llegar a los pezones. Los acarició con sus pulgares, lo que hizo gemir al menor, involuntariamente. Donghae continuaba con los ojos cerrados. Luego, descendió por su abdomen hasta bajar la cremallera del pantalón del colegio. Suavemente, lo deslizó por sus piernas, dejándolas al descubierto. Luego de quitarlo por completo, beso cada parte de esos esbeltos muslos y despacio, fue bajando su bóxer. Donghae estaba por estallar de la vergüenza. Era la primera vez que su cuerpo se mostraba desnudo ante un hombre. Y lo peor, ante un hombre que no le generaba ningún sentimiento. Siwón le pidió suavemente que abriera los ojos y obedeció. Tras ello, el hombre comenzó a quitarse la ropa hasta quedar desnudo igual que él. Extendió su mano y lo atrajo hasta su cama. Lo hizo reposar de espaldas sobre el suave colchón y se colocó encima. Siwon comenzó a depositar suaves besos en el cuello de Donghae cuidando de no dejar marcas sospechosas. Recorrió con sus labios y su lengua cada extensión de su cuerpo. Le dio especial atención a las tetillas del joven, quien ante esa sensación continuaba soltando gemiditos por lo bajo.

- No te reprimas, precioso. Gime fuerte. Quiero que me demuestres lo bien que te hago sentir. – decía Siwon perdido en su éxtasis.

Donghae comenzó a gemir un poco más pero solamente por el pedido de Siwon. No iba a negar que no le gustaba lo que le estaba haciendo pero aún tenía muchos sentimientos encontrados. Sobretodo, aún pensaba en Hyukjae. Donghae hubiera deseado que quien estuviera poseyéndolo en ese momento hubiera sido el moreno barman en lugar del director de su escuela. Mientras pensaba en todo aquello, sintió una molestia en su entrada. Era un dedo de Siwon que intentaba entrar en él.

- Qué... qué estás haciendo? – preguntó exaltado.

- Tranquilo, estoy preparándote para cuando entre en ti. Es tu primera vez entonces debes estar dilatado para recibirme. Así es cómo los hombres nos preparamos para el sexo. Entre otras cosas...

Donghae solo se limitó a asentir y volvió a dejar a Siwon hacer y deshacer a su antojo. Una vez que se acostumbró a la intromisión de ese dedo, uno nuevo se coló y nuevamente sintió molestia. Siwon besaba el cuello de Donghae mientras sus dedos entraban y salían del muchacho. Finalmente, un tercer dedo se hizo presente y Donghae soltó un pequeño grito de protesta. Siwon besó sus labios mientras continuaba su faena. Una vez que la entrada de Donghae estaba dilatada, tomo un preservativo, se lo colocó y dándole un dulce beso, se adentró en él de una estocada. Donghae sintió que se partía en dos. El dolor que recorrió su cuerpo era mucho peor al que le habían dicho que sería, en aquellas charlas de sexo que tuvo de más niño. En aquel momento se preguntó, si Hyukjae hubiera sido así de brusco con él o si realmente lo hubiera preparado mejor. Siwon embestía como si estuviera poseído, el cuerpo ya no virgen de Donghae. Donghae gemía pero no de placer sino de dolor, el cual no había mermado. Intentó esperar para ver si en algún momento llegaba su placer pero no ocurrió. Siwon se corrió en el preservativo y Donghae sólo permaneció inmóvil, aliviándose cuando retiró su pene de él. Trató de incorporarse para ir al tocador. Miró las sábanas. Estaban manchadas de sangre. Sangre que saldría sólo por esa única vez. Sangre que era la prueba de que había perdido su virginidad. Aquella que guardaba para alguien especial. "Ironías de la vida" dijo para sí mismo el castaño. Siwon se hallaba tumbado en la cama, con los ojos cerrados, recuperándose del orgasmo. Donghae entró al baño, se encerró, abrió la ducha y con todas sus fuerzas se frotó hasta dejarse la piel roja, para quitarse todo rastro del director sobre su cuerpo.

Cuando salió del baño, se colocó sus ropas pero Siwon se había dormido. Ni siquiera había sido capaz de preguntarle cómo estaba luego de haber sido desvirgado. Y por segunda vez consecutiva luego de un encuentro con Siwon, Donghae lloró.

Te amo, pero el sexo es mi arma [+18] EUNHAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora