Las semanas transcurrieron y la vida de Donghae se dividía entre sus estudios y el director Choi. Siwon disfrutaba tener encuentros furtivos con el castaño en su despacho, sobre el escritorio. No siempre, dado que ver a un alumno ingresar tan seguido a la oficina del director, podía ser sospechoso. Por eso, y dado que su hambre por el menor no mermaba, decidió que Donghae pasara los fines de semana en su mansión.
Era el primer lunes de junio por la mañana, en el bufete del instituto. La primavera se erguía en todo su esplendor. Donghae se encontraba solo, sentado en una mesa, junto a un enorme ventanal, contemplando los bellos árboles cubiertos de flores de todos colores, que adornaban el campus del Instituto. A lo lejos, Yesung y Ryeowook lo observaban detenidamente. Hacía muchos días que Donghae no pasaba los recesos con ellos y que ya no iba al Blue Sky. Sólo se comunicaban a través del teléfono móvil. Al principio, cuando le preguntaron, Donghae respondía que tenía planes con Donghwa y por eso no podía ir con ellos a la discoteca pero conforme pasaron los días, ya esa mentira se hacía poco creíble para sus dos amigos. Agotados de tantas evasivas, Yesung y Ryeowook decidieron enfrentarlo. Wook, quien era el más diplomático, fue quien se acercó a Donghae para hablar con él a solas.
- Hola Hae! ¿Puedo sentarme?
- Claro Wook... siéntate. – contestó el castaño inquieto.
Tomó asiento al lado de Donghae.
- Quisiera saber por qué ya no sales con nosotros. Durante las clases casi ni te vemos. Sólo nos comunicamos por teléfono. Somos tus íntimos amigos, Hae. ¿Te está pasando algo de lo que no estemos enterados? Porque podemos ayudarte. Y no me digas que tienes planes con tu hermano porque ya no te la crees ni tú.
Donghae permaneció callado, mirando a su amigo. Quería, Dios sabe que quería contarle. Quería decirle todo pero tenía miedo. Pánico al rechazo. A ser abandonado. Yesung y Ryeowook eran los únicos amigos que le habían quedado tras el encarcelamiento de su padre.
- Jung Donghae. ¿Me estás escuchando? – preguntó Wook elevando la voz. – Amigo, por favor, ya dime qué tienes. – hizo una pausa y deliberadamente acotó - Hyukjae ha estado preguntándonos a mi y a Yesung por ti y no sabemos qué excusa inventar. Realmente parece interesado en verte y ya me da pudor mentirle. Porque tus planes con Donghwa son mentira, no es cierto?
Al escuchar el nombre "Hyukjae", una sonrisa apareció en los labios de Donghae. Sus ojos brillaron como nunca y su corazón se aceleró, intentando salir de su pecho. Mirando a Wook, dijo:
- Dale mi número a Hyukjae. Por si quiere contactarme.
- ¿Eh? ¿Donghae, después de todo lo que te dije sólo me pides que le de tu número a Hyuk? No me voy de aquí y tu tampoco, hasta saber qué te traes entre manos. Empieza a hablar ya. – exigió Wook bastante enojado.
- No... n..no hay nada de qué hablar Wook. – respondió Donghae nervioso.
Ryeowook lo miró con decepción.
- Ay, Donghae. Realmente te quiero. Y me duele que no confíes en mí. Me duele que no me consideres importante en tu vida, como yo te considero a ti.
- Wook, - interrumpió Donghae- Wook... amigo...
¿Qué era lo que se asomaba por los ojos de Donghae? ¿Lágrimas? Sí, estaba llorando. Wook cada vez entendía menos. Extendió sus manos y limpió sus mejillas de toda esa agua salada que resbalaba y caía sin cesar.
- Yo... no puedo más – estalló Donghae.- Yo... no tengo planes con Donghwa. Nunca los tuve. No me reúno con ustedes porque... estoy viéndome con alguien. – espetó sin vueltas.
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Te amo, pero el sexo es mi arma [+18] EUNHAE
FanfictionJung Donghae es un joven de 26 años cuyo hermano mayor, Donghwa, es el flamante dueño de la cadena más importante de casinos de Las Vegas: el Imperial Casino. Pero no todo fue color de rosa para estos hermanos. ¿Cómo llegaron a obtener este imperio...