"Somos dos"

Capítulo 16: "Manipulación y mentiras"

(Últimos capítulos)

La pelinegra ya había aceptado que Vegueta la corteje libremente, por ello Vegueta cada día se encargaba de enviarle algún pequeño detallito a su casa que hacía que la pelinegra se enamore cada día más de él. Además la visitaba casi todas las tardes pasando con ella y con hijos de la pelinegra gratos momentos juntos.

Esas visitas habían llegado a oídos de Bulma quién había decidido poner fin a ese amistad antes de que se convierta en un verdadero romance para ello había decidido enviarle una nota anónima a la pelinegra para que esta fuera a un restaurante el fin de semana que era el día en que Vegueta se quedaba con los niños para que así ambas pudieran hablar sin ningún inconveniente.

Cementerio:
Una bella pelinegra se encontraba frente a la tumba de su esposo platicándole de sus hijos y de ella.

Mi amado Gokú, espero y me comprendas, yo nunca quise volverme a enamorar, siempre pensé que solo te amaría a ti pero Vegueta a sabido conquistar mi corazón, también lo amo, de manera distinta a la que te amo a ti, porque aunque estés muerto yo te sigo amando y así será siempre, pero a él también lo amo, he decidido aceptar que me corteje y tal vez pronto le diga que yo siento lo mismo por él, se que tú desde donde estas eres feliz, porque yo e vuelto a sonreír, decía la pelinegra mientras colocaba unas rosas rojas sobre la tumba de su esposo.

Restaurante:

Ya sabes lo que tienes que hacer, verdad, decía Bulma.

Si señora, decía un joven.

Muy bien, entonces ve ya, dijo la peli azul al tiempo que sus dos hijos se acercaban a la mesa.

¿Qué te dijo tu padre?, dijo la peli azul mirando a Trunks.

Que no puede venir, porque tiene mucho trabajo, pero que el fin de semana nos lleva al parque de diversiones y a comer una gigantesca copa de helado, dijo Trunks.

Mucho trabajo, de seguro esta con esa zorra, por eso se invento eso, pero eso se acabara pronto, pensaba con envidia la peli azul.

Constructora Ouji:

Vegueta y Raditz revisaban unos documentos.

Creo que Milk, nos tendrá que ayudar Vegueta, decía Raditz.

Si tienes razón, dijo Vegueta.

Y hablando de Milk, ¿Cómo vas con ella?, ¿ya te acepto?, decía Raditz.

No aún no, sigo cortejándola aún, decía Vegueta.

Vaya que esa mujer es difícil, decía Raditz riendo.

Si, muy difícil, dijo Vegueta riendo.

Pero vale la pena que sigas insistiendo, dijo Raditz.

Y a todo esto, ¿por qué decidiste ya no seguir luchando por ella?, ¿no me digas que te aburriste de cortejarla?, dijo Vegueta intrigado.

Por que ella fue muy clara conmigo, solo me ve como amigo y antes de enamorarme más de ella preferí alejarme de ella, dijo Raditz.

Ya comprendí, por eso haz vuelto a lo de siempre, dijo Vegueta riendo.

¿A lo de siempre?, dijo Raditz haciéndose el ofendido.

Si, hacer el mismo mujeriego de antes, dijo Vegueta riendo.

Pues si, tengo que cuidar a mis chicas, las tenía muy descuidadas, dijo Raditz riendo.

Casa de Milk: