Los últimos días de trabajo nocturno empezaba para Milk, una bella pelinegra se encontraba atándose el cabello para salir a atender a los clientes del bar.
Al fin estos son los últimos días que trabajare por la noche, cuanto extraño a mis niños, estar con ellos, verlos dormir, pensaba la pelinegra mientras se acomodaba el uniforme para salir del tocador.
Minutos después:
Milk salió del tocador y al hacerlo con lo primero que se encontró su mirada fue con el atractivo hombre cabello de flama que se encontraba bebiendo una copa.
¿Por qué un hombre con tanto dinero, viene casi siempre a beber aquí?, ¿qué problemas puede tener si lo tiene todo?, se preguntaba la pelinegra intrigada mientras se dirigía a atender a unos clientes que acababan de llegar que al verla la miraron de pies a cabeza y empezaban a coquetearle, pero la pelinegra siempre era muy cortés con los clientes haciendo que estos la respeten.
Mientras tanto:
Vegueta bebía de su copa mientras recordaba la discusión que había tenido horas antes con su ex esposa.
-.Recuerdo.-
Un hombre cabello de flama salía de su constructora en su auto, cuando una peli azul se interpuso en su camino.
¿Qué haces allí mujer loca?, ¡retírate¡ dijo con firmeza Vegueta.
No lo haré hasta que me expliques ¿por qué demonios presentaste una demanda en mi contra?, decía Bulma con molestia.
Y todavía lo preguntas, dijo furioso Vegueta apagando el motor de su auto y bajando enardecido de él para pararse frente a su ex mujer.
Yo soy la madre de ellos, no puedes pretender quitármelos, decía Bulma furiosa.
Pues entonces respétalos y no andes como una cualquiera besuqueándote con tu amante para las portadas de las revistas, dijo Vegueta igual de furioso.
Tú no puedes cuestionarme nada, es mi vida, ya no somos nada, nada, dijo Bulma.
Si es tu vida, ya no somos nada, pero tenemos dos hijos en común, y yo voy a permitir que los descuides por andar con tu amante, dijo Vegueta.
Él no es mi amante, esas fotos fueron para una sesión de fotos, pero ya sabes como es la prensa de escandalosa, decía Bulma.
Para una sesión de fotos sales con un magnate, para ello se contratan modelos como tú, ya no mientas más Bulma, lo que hagas tu vida ya no me importa, ya no somos nada, como bien dijiste, pero a mis hijos respétalos, yo peleare por su custodia, te guste o no, dijo con firmeza Vegueta.
No pierdas tú tiempo, no podrás quitármelos, mi amante como lo llamas no permitirá que lo hagas, dijo Bulma con rabia antes de marcharse, dejando aún más molesto a Vegueta.-.Tiempo actual.-
Bulma, como eres tan descarada, decía Vegueta mientras se servia otra copa de la botella que tenía en la mano mientras Milk lo observaba tras la barra del bar.
Pobre, ¿qué hay detrás de un hombre tan reconocido en nuestro país?, decía Milk.
No lo sé amiga, pero yo ahora, voy a llevarle la otra botellita que me pidió, decía sonriendo una joven de pelo lila.
La pelinegra continúo atendiendo a las mesas que le habían asignado pero sin quitarle la mirada al hombre de cabello de flama que le producía una inmensa tristeza al solo verlo.
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"Somos dos"
RandomVegueta y Milk, dos personas tan distintas pero a la vez tan iguales, viviendo un mismo sufrimiento aunque no lo supiesen "La Soledad".