[33]

21.4K 3.9K 884
                                    

Kookie bebé

Hyung

¿Dónde estás?

Ese hyung

En el parque cerca de casa

Estoy paseando a Yeontan uwu

¿Por qué?

Kookie bebé

Acabo de terminar la práctica

¿Me esperas?

Quiero verte

Ese hyung

Owwwww

Te espero, ¡obvio! No me moveré de aquí

Yo también quiero verte

Kookie bebé

¡Entonces me iré rápido!




Taehyung guardó su celular, alzando al cachorro en sus brazos. Dando un vistazo al extenso parque, optó por ir a una banca más aislada, queriendo un poco más de privacidad para cuando Jungkook llegara. Le quitó la correa a Yeontan y le entregó un juguete para que se entretuviera mientras esperaban. Tomando fotos de su mascota, se prometió a sí mismo que luego se las mandaría a Jungkook para que también fuera capaz de apreciarlo.

―¡Hyung!

Taehyung apartó la mirada de la pantalla, escéptico. Jungkook se acercaba a él, corriendo, y no podía creer que el muchacho tardara apenas 10 minutos desde el instituto hasta ahí. ¿Había corrido durante todo ese tiempo?

Jungkook se dejó caer junto a él en la banca, agitado. Taehyung aprovechó la cercanía de ambos para evaluarlo, notando que su cabello estaba mojado y pequeñas gotas caían desde sus mechones, aterrizando sobre sus hombros y hasta deslizándose por su cara. Estaba seguro de que el menor había salido como un loco de la ducha después de su práctica.

―Buenas tardes, hyung ―saludó finalmente tras recuperarse. Una gran sonrisa decoró su rostro y el corazón del rubio brincó de emoción.

―Jungkookie ―intentó reprocharle, pero su voz no dejó de ser gentil―. ¿Por qué has salido así? Por lo menos debiste secar tu cabello adecuadamente. ¡Estamos en noviembre, no deberías arriesgarte a pescar un resfriado!

―Pero quería verte cuanto antes, hoy apenas me he cruzado contigo en el pasillo ―se excusó, formando un puchero con su labio inferior. Taehyung se derritió de amor, a pesar de las bajas temperaturas otoñales―.

―Ah, sabes que no puedo ir contra ti ―cubrió su rostro, abochornado. Jungkook rió en victoria―. ¿Tienes una toalla? ―preguntó. El pelinegro asintió y tomó su bolso, sacando su toalla de él. Apenas alcanzó a enseñarla cuando Taehyung ya se la había arrebatado de las manos―. Ven, déjame ayudarte ―determinó, cubriendo su cabeza con la toalla para frotarla contra sus cabellos.

Taehyung estuvo tan concentrado en su tarea, que ni siquiera notó que las mejillas del contrario se habían encendido de un profundo rojo. Terminando con su cabello, deslizó la toalla hasta su cuello, asegurándose de dejarlo completamente seco. El menor se removió con nerviosismo en su sitio y el mayor por primera vez lo miró a los ojos, sorprendido de verlo actuar tímidamente.

―¿Te estoy avergonzando? ―preguntó en voz baja, con una sonrisa traviesa tirando de sus labios.

―Me estás intimidando ―corrigió, casi con molestia. Taehyung rió y se apartó de él, permitiéndole relajarse.

¡Atropellado! [KTH+JJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora