Capitulo 19

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La sacudi un poco y en vista de que no despertaba la levante en mis brazos y la lleve al auto, la cubrí con mi abrigo y la lleve al hotel.

Mientras la seguía cargando en el ascensor podía ver ya rostro, suave pero con la piel dañada por el frío. Tenía manchas de maquillaje por toda la cara y los ojos hinchados, parecía haber llorado.

La acosté en mi cama, pero aún seguía con su pijama mojada. Pensé mucho en como hacer que se cambie, y al final decidí llamar a la mucama.

Ella está muy mal, y no creo que pueda despertar, ¿le puede poner esta pijama?.-susurre a la mucama que me miraba con cara de extrañes.

Pero, es tu novia, ¿por qué no la cambias tu?.-preguntó ella.

No es mi novia.-suspire.-sería un poco irrespetuoso, por favor.-volví a pedir.

Está bien muchacho, dame el pijama.-sonrió la señora.

Salí de la habitación y en unos minutos Sam ya estaba acostada y seca en mi cama.
Entre despacio para sacar una cobija y una almohada de mi habitación para dormir en la sala.
Al tomar mi almohada no pude evitar quedarme viendo lo linda que se ve Sam durmiendo. Tome la almohada pero Sam entre sueños me tomo del brazo. Me acosté a su lado, ella se acurrucó en mi hombro, y me quedé dormido.

Sam

Desperté con una extraña sensación, tenía los párpados pesados y sentía malestar.
Tome papel que había al lado de la cama y sacudí mi nariz. Para mi impresión había mucho flujo nasal (moco).

Estupendo, con lo mucho que me gusta estar enferma.

Después de dos segundos después de refunfuñar me di cuenta de mi situación. Estaba en una cama desconocida, con olor peculiar, entonces entró.

¿Cómo estás?.-dijo él entrando a la habitación con una bandeja en sus manos.

Solo alcance a sonreír al darme cuenta que era Germán trayéndome el desayuno a la cama.

Estás enferma, te escuche toser en la noche.-dijo un poco más despacio.

Dejo la bandeja en la mesita de noche y estaba apunto de salir de la habitación.

Gracias por todo Germán.-susurre.

¿Que esperabas?, ¿que te dejara en la lluvia?.-dijo mientras se sentaba a mi lado.-Por Dios Sam, me preocupe mucho y fui a buscarte.-agacho la cabeza.-Digo, ¿quien no lo haría?.-susurró.

Créeme, conozco personas que no lo harían. Gracias por todo. Me iré pronto.-dije tratando de levantarme de la cama.

Sentí algo que me impulsó a quedarme. Algo no, alguien.
Germán me había tomado de la mano haciendo que me quede sentada en la cama.

Sigue lloviendo, estás enferma. Puedes quedarte todo lo que quieras.-respondió.

No quiero incomodarlos, no a ti ni a Lenay.-respondí tratando de levantarme otra vez.

Lenay no vive conmigo, tampoco estamos juntos, y para mí es algo maravilloso que te quedes aquí.-dijo Germán tomando mi mano una nueva vez.

Sentir esa piel tan suave, sus dedos atrayéndome hacia el, sentir otra vez el contacto físico perfecto. Me hace querer quedarme para toda la vida.

En serio, no quiero molestar.-susurre.

Escúchame.-dijo Germán tomando mi rostro con sus manos fuertes para quedar mirándolo a los ojos.- A mi, a mí nunca me molestarás, ¿lo oyes?

Sonrei de una manera ligera y alcance a darle un beso en la mejilla como agradecimiento.

Germán se dio la vuelta para tomar la bandeja con el desayuno, su camiseta se levanto y dejo ver un poco su espalda. Esa piel extremadamente blanca y delicada.

In love with a youtuber »Germán Garmendia«.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora