Hablando con las chicas: Gale

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Narra Gajeel

— Estoy nervioso, estoy nervioso, estoy nervioso ¡Ahhhh! ¿De dónde diablos vienen estos nervios?

Estaba como loco murmurando mientras caminaba de un lado a otro. Había visto cómo Flamitas y hielitos fueron a hablar con sus chicas. Cuando todos los que estaban en la enfermería bajaron me dispuse a ir a hablar con Levy, pero me dio un ataque de nervios y nose cuanto tiempo llevo así.

—Eh, tranquilo Gajeel ¿Qué tienes?

El princeso de Jerall interrupio mis pensamientos.

— Quiero hablar con Levy pero estoy demasiado nervioso solo de saber que me voy a acercar, además ¿qué hago si me dice que no? ¡¿Y si me rechaza?! Ya la lastime bastante por lo que me no me sorprenderia, pero...

—Tranquilo, solo relajate y preguntale si pueden hablar, no podrá rechazarte antes de eso.

Respire ondo y aunque las palabras de Jerall no ayudaron mucho a decir verdad, no podía quedarme como idiota dando vueltas por ahí. Por lo que me acerque sin pensarlo más

—Ho-hola Levy.

—¿Levy? ¿Qué paso con el Enana?

Su tono y su mirada reflejaban diversión, desde que llegó pude notar que su actitud había cambiado, pero siempre sería la misma enana encantadora para mí.

—Es que... No queria hacerte enojar, solo quiero hablar contigo.

—Mmm, no lo se tornillos ¿debería?

Una sonrisa burlona apareció en su rostro, por lo que la mire suplicante y ella suspiro pesadamente.

—Sigueme.

Se levantó y salimos del gremio, caminamos un buen rato hasta que llegamos a su casa. Era bastante grande y muy linda, entramos y llegamos, a la que imagino, es su habitación.

Mientras buscaba algo en que sentarme ella miraba por el ventanal, ya era de noche por lo que el hermoso cielo estrellado se reflejaba en sus ojos.

—Y bien...¿De que querías hablar?

Sin rodeos rompió el incómodo silencio que se había formado.

—De ti, tu hija y de mi.

Pude notar que se puso tensa y comenzó a jugar con su manos.

— ¿A qué... A qué te refieres?

— Quiero tener un familia contigo, no me importa si esa niña es mi hija o no, estoy dispuesto a todo por ti y por que me perdones por el daño que te hice, que me aceptes como padre de tu hija aunque no sea yo.

Unas lágrimas traicioneras se me escaparon, pero Levy me atrajo hacia su pequeño cuerpo y me limite a disfrutar de su tacto apoyado en su pecho.

—Te perdone hace años Gajeel... Siempre soñé con tener una familia junto a ti y nuestra hija, perdón por no habértelo dicho pero tenía miedo.

— ¿Pero como? Dime por favor que no es una broma.

—Claro que no Gajeel, ella es tu hija.

Aunque seguía un poco confundido, no aguante tanta felicidad en mi pecho, por lo que me levante haciendo que ella también lo hiciese y la bese. La bese con desesperación, con miedo a que volviera a irse, pero con mucha felicidad y amor.

—Te amo Enana, no sabes cuánto te extrañe.

— También te amo cabeza de metal.

No me dejo responder y me beso con la misma desesperación con la cual la bese hace unos segundos, hasta que debimos separarnos por la falta de aire y volvimos a sentarnos.

— Cuentame de Gale por favor y... Creo que necesito una explicación.

— ¿Recuerdas la fiesta del compromiso de Natsu y Lissana? Esa noche nos emborrachamos y fuimos a tu casa, estabas bastante ido y yo no quise desaprovechar la oportunidad de estar contigo, claro que a la mañana siguiente el miedo me invadió, no estaba segura de que me quisieras y se supone que estabas comprometido... antes de que despertaras oculte mi olor y me fui.

Una lagrima cayó por su mejilla mientras relataba la historia y suavemente la aparte con mi dedo.

—Entonces no fue un sueño...

—¿E-eh?

—Creí que todo había sido un sueño, me asuste cuando desperte y no te vi, pero cuando traté de encontrar tu olor y no lo sentí, asumí que había sido un sueño.

—Entonces... ¿lo recuerdas?

La enana estaba rojisima y avergonzada.

—Así es, creeme cuando te digo que ese sueño se repitió mil veces en mi cabeza y no me molestaria para nada recrearlo.

—¡I-i-Idiota!

Levy le hacía competencia al cabello de Erza, no pude evitar darle un beso en la mejilla cuando hizo un tierno puchero.

—Gi-hi, ahora cuentame de Gale...

— Creo que sería más fácil si hablas con ella, probablemente esté en su habitación, espera aquí.

Se lavanto para salir de la habitación y volver a los minutos acompañada de nuestra pequeña, está me miró confundida y abrió la boca para hablar, pero se vio interrumpida por Levy.

—Entonces, los dejó. — Y se marchó.

— Esto... Supongo que sabes quien soy, dejame disculparme por todos los problemas que le cause a tu madre, tengo claro que es un poco tarde, pero dame la oportunidad para recuperarla y ganarme el título de padre.

Me puse nervioso otra vez al encontrarme con la fría mirada de la chica, que luego unos minutos, soltó un gran suspiro.

— Solo no vuelvas a lástimar a mamá, por qué haré que conozcas el infierno de ser el caso, no se si pueda llamarte papá pero haré el intentó de llevarme bien contigo. ¿Algo más?

—Quiero conocerte.

Quizá sone algo brusco al decirlo, pero luego de un par de preguntas Gale se soltó un poco más y asi pasamos el resto de la noche hablando. Me agradó mucho a decir verdad, tenemos bastantes gustos similares, al rato se unió Levy y unas horas después, y sin darnos cuenta caímos en los brazos de morfeo.

¿Traición?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora