Salida Padre e Hijo/s

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Narración normal

Una semana había pasado desde que los chicos hablaron con las chicas y todo había ido bastante bien, aunque al pobre Romeo le estaba costando un poco más.

Natsu había quedado con sus hijos para salir y poder afianzar su relación, los nervios lo tenían a flor de piel, ya que no quería arruinar las cosas.

El reloj marcaba las 14:30, se encontraba frente al gremio esperando la llegada de los pequeños Dragneel.

—¡Hola papá!

Se escuchaba la voz de una pelirosa mientras corría a abrazar a su padre.

—¿Qué tal princesa?

—Hola viejo.

Saludo Igneel, de mala gana y muy frío.

—Hola mocoso.— El pelirosa mayor le dedico una sonrisa mientras le revolvía el cabello.— Y bien ¿Qué quieren hacer primero ? ¿Vamos a comer? o ¿Quieren ir a otro lugar antes?

— ¡Vamos a comer!

Nashi estaba entusiasmada por salir con su papá.

—Me da igual.

—Vamos Igneel, no seas tan amargado.

La chica se encontraba regañando a su hermano por la actitud que tenía y el solo se limitó a pedirle disculpas a su adorada hermanita.

—Entonces ¿Que les parece comer en el restaurante de Yashima-san?. — Sugirió Natsu.

—¡Vamos!

El pelirosa no perdió tiempo e hizo que su hija subiera a su espalda para llevarla y jalo a su hijo del brazo para comenzar una conversación mientras se encaminaba a su destino

Cuando llegaron, un chico llegó para atenderlos, le dedico una mirada de deseo a Nashi que no pasó desapercibida por los Dragneel, por lo que le dedicaron una mirada fulminante al chico mientras pedían todo el menú, porque si, ambos chicos habían heredado el apetito de su padre, hecho que lo lleno de orgullo.

La comida llegó gracias a otra mesera, ya que el chico no tuvo valor de volver a esa mesa y luego de una media hora estaban satisfechos y decidieron ir al parque a descansar y conversar. Estuvieron cerca de dos horas sentados y la relación de confianza creció un poco más, el mal humorado de Igneel ahora sonreía bastante cómodo en presencia del Pelirosa mayor.

La hora avanzaba y decidieron ir al Parque de diversiones que se había instalado hace poco.

—Vamos viejo, no seas miedoso.

Igneel se sentía un niño pequeño, amaba los parques de diversiones pero su papá los estaba atrasando.

—Me niego a subirme en esa cosa del demonio.

Natsu estaba abrazado a un poste maldiciendo al creador de todo transporte existente.

—Jaja el Cabeza de flama no se atreve a subirse a la montaña rusa porque es una niñita.

Gray hizo acto de presencia junto a Silver y Ur, mientras se burlaba de su amigo.

—¿Que has dicho desnudista?

—Lo que oiste rosadisto.

Ambos padres juntaron sus frentes en señal de pelea y no tardaron en lanzarce golpes y golpes.

—Hola Nashi.

—Hola Ur.

Las chicas comenzaron a contar su día, ignorando el escándalo que hacían sus padres y sus hermanos se limitaron a observar avergonzados por la situación.

¿Traición?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora