Capitulo 18:En medio de la nada

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Narra Malú:

Estaba realmente entusiasmada, hacia bastante tiempo que no venia a Málaga, la ultima vez fue para el concierto pero yo me refería a que hacia mucho tiempo que no venia de viaje simplemente para disfrutar de esta ciudad tan maravillosa.

Nos estábamos acercando ya a la costa, baje la ventanilla para respirar de esta brisa de mar tan pura que entraba.

Me di cuenta de que Miriam habia parado el coche, eso significa que habíamos llegado, al menos eso creía porque mire al rededor y no habia ni hotel ni casitas ni nada de nada, solo playa.

Vi como esperaba mi reacción, como esperaba ver en mi cara la minima pizca de asombro por estar en medio de la nada hasta que se decidió a hablar.

-¿Bajamos?- por fin la veía sonreir desde hacia un rato

-Si pero... aqui no hay nada.

-Déjate llevar y confía en mi- me dijo haciendome un ademán con la cabeza que me indicaba que saliera del coche.

Vi como ella se encaminaba hacia la playa, estaba todo muy solitario pero con esa paz que tanto necesitabamos para estar juntas.

Se remango el pantalón y metió los pies en el agua, estaba ella sola de espaldas a mi ante toda esa inmensidad de agua que la hacia mas pequeña ante mis ojos pero con toda esa belleza que solo ella me podía transmitir en una única imagen.

-¿Esta muy fría?- la pregunte abrazandola

-Esta genial- me dijo mientras me regalaba una de sus miradas mas placenteras.

- En ese caso.. no te importara mojarte más- la agarre con fuerza tirando de ella hacia la profundidad pero me paro entre risas.

-Espera, espera, espera, no podemos ahora cielo- me dijo acariciándome la cara- solo queria respirar tranquilamente de la playa porque sabia que esta era nuestra oportunidad de estar a solas sin gente al rededor que te pueda reconocer.

-No te preocupes por eso tonta, que seguro que lograremos pasear por la playa solas todas las veces que tu quieras- la bese, llevaba mucho tiempo sin darle un beso y y am estaba muriendo de ganas.

-Venga vamos- Dijo yendo hacia el coche de nuevo.

La segui, subimos al coche y en diez minutos ya estábamos entrando en una pequeña zona mas residencial, parece que habíamos vuelto a la civilización pero todo estaba siendo perfecto.

Narra Miriam:

Me adentre en el párking del edificio, aparque el coche en mi plaza y baje de alli las maletas.

Subimos hasta la ultima planta y atravesamos un largo pasillo hasta llegar a la que iba a ser nuestra casa durante estos dias.

Abrí la puerta y todo estaba como lo habia dejado la ultima vez, como si el recuerdo aun no se hubiera desvanecido de alli.

-Alucinante! - escuché a mis espaldas- vamos a estar aqui una semana las dos solas, ¿enserio?- no podía evitar reírme, no se de que se asusta si solo con ver su casa debería de estar acostumbrada a algo mucho mejor.

-Anda no seas exagerada, tu casa es mil veces mejor- la dije cerrando la puerta tras que ella entrara.

-La mia puede ser mas moderna pero esta tiene pinta de ser la mas acogedora del mundo mundial, es sofisticada y a la vez elegante y moderna, es perfecta Miriam- me dijo mientras no se le borraba la sonrisa de la boca- ¿Como encontraste este chollo?¿Por Wallapop?- ella y sus ocurrencias, era única.

-No cielo, está casa es mia, de hace unos cuantos años a decir verdad, una herencia de mis abuelos.

Flashback:

-En el testamento ponía que esta casa era mia!- reclamaba mi madre

-Si es tuya pero una parte de ella también es mia, se reparten los bienes- la dije con rabia

-Si se reparten como tu dices ¿porque te la tienes que quedar tu?- aparecio mi hermana por detras

-Tal vez porque soy la única que quiere esta casa por lo que transmite y representa y no solo por su cuantía, sois decepcionantes, siempre pensando en el maldito dinero, SE ACABA DE MORIR LA ABUELA Y SOLO ESTAIS PENSANDO EN EL PUTO DINERO QUE QUEREIS POR SU VENTA- dije marchandome de alli con un portazo para no volver hasta pasados unos años.

Fin del flashback

-Lo siento mucho bebe- dijo limpiándome la lágrimas​ que se estaba desvaneciendo por mi mejilla

-No pasa nada, solo son recuerdos... - me quede dubitativa- ¿sabes? tuve que pagar por ella, mi madre y mi hermana solo la querían para venderla y aumentar su economía pero yo... yo la queria por la cantidad de recuerdos que viví aqui con mis abuelos, tuve que comprarlas la casa con otra parte de la herencia para no perder la propiedad...

-Flipo con la gente que prefiere lo material a lo sentimental- dijo refunfuñando- pero hiciste bien, esta casa es espectacular y no se merecía otro final que estar en las mejores manos posibles.

-Que no te quepa ni la mas minima duda pequeña, ahora- dije mientras la agarraba de la mano- ven que te enseño las habitaciones.

La hice un tour por la casa y dejamos las maletas en la habitación principal

-Que cansada​ estoy!!!- dije tirándome sobre el sofa, de pronto note un peso encima de mi

-¿Cansada de que?- me dijo a escasos centímetros de mi boca- ¿de ser tan bonita como eres?porque entonces si tienes un buen motivo para estar cansada

-No tonta, para eso ya estas tu- la dije dándole un ligero pico- estoy cansada porque tengo encima de mi un bicho de 300 kg que come como un elefante

-Ehhhhhhhhhhh, no te digo yo que no coma mucho, pero tampoco llego a los 300 kilos, exagerada- me dijo poniéndome morritos como si de un niño pequeño se tratara

-No se yo eh, ahora mismo me cuesta hasta respirar, tengo un peso muerto encima de mi

-¿Con que esas tenemos? no te preocupes que ya me quito- se fue a incorporar pero yo la pare

-yo dije que pesas, pero no te di permiso para que te quites de encima de mi, es mas, te prohíbo que te despegues un solo centímetro mas de mi- y apoye mis labios sobre los suyos, la bese lentamente, sin pausas y sin prisas, con suavidad, notaba como sus labios se iban haciendo hueco entre los mios y como su lengua me pedía permiso para entrar y jugar con la mia cosa que yo no la iba a impedir ni por asomo, si no todo lo contrario, la deseaba, la necesitaba tener cerca de mi, necesitaba sentir sus labios en contacto con los mios y notar esos besos tan verdaderos que solo ella era capaz de darme.

-Te quiero- la dije apoyando mi frente con la suya con un beso seguido en su pequeña cabeza.

- Yo también te quiero Miriam- y alli nos quedamos un buen rato entre besos, caricias, abrazos y cursilerías a desdén, a diestro y siniestro y sintiendo como cada vez mis sentimientos hacia ella eran mas profundos.

Narra Malú:

Nos levantamos ya de aquel sofa tan cómodo y bajamos a dar una vuelta por aquellas calles y disfrutar de lugares maravillosos en la mejor compañía posible, hacia mucho calor por lo cual debería de andar con cuidado por la calle para que no me reconocieran, no me iba a poder ocultar con facilidad sin mis kilos de ropa encima, pero ahora mismo, era una de las cosas que menos me importaban.

Nuestro amor será infinitamente eternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora