Capitulo 19: ¡Que me mata el zoo!

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-Malú, ¿te has traído ropa de baño?- la dije porque ni si quiera yo habia sido capaz de coger nada para el mar o la piscina.

-No lo dudes, no sabia donde íbamos asique metí ropa de verano y ropa mas abrigada, por si acaso- le dijo dándole un sorbo a su refresco.

-Vale entonces debo de ser tonta porque yo.. se me olvido por completo- en ese momento nuestras risas salieron y la gente nos empezó a mirar en aquella terracita donde estábamos sentadas- fíjate que aun sabiendo lo que habia se me ocurrió meter uno por si acaso.

-Bueno no pasa nada, no creo que bañarte en ropa interior sea algo negativo- me dijo guiñandome un ojo- aunque siempre que quieras puedes meterte en el agua sin nada, yo no voy a ser quien para decirte lo contrario- note como mis mejillas empezaban a sonrojarse, era capaz de ruborizarme con solo una mirada y unas palabras suyas.

-Puedo quitártelo a ti y ser tu quien se meta en ropa interior- se la devolví como pude.

-Si claro, para que me lo des de si que a mi me queda como un guante

-¿Y no tienes ninguno de sobra para dejarle a tu querida novia?- la dije agarrándola de las manos con voz de niña pequeña.

-Aqui no Miriam- dijo quitando su mano que habia entrelazado hace segundos con la mia- nos pueden ver.

Noto mi cara de decepción al oír sus palabras pero reacciono a tiempo.

-Cuando subamos yo te dejo uno de sobra boba- la mire a los ojos (lo que me dejaba ver a través de sus gafas de sol) y esa sonrisa suya estaba ahi para evadirme de absolutamente todo.

Me levante para ir al baño y cuando salí no la vi allí sentada, no estaba en la mesa, me extraño porque al acabar de salir del baño no me crucé con ella por lo cual allí no podía  estar, pero  me di cuenta y ahí la tenia, ante mis ojos haciéndose fotos con un par de niñas que la habían reconocido, me encantaba verla asi, ella se debía a sus fans, los amaba y se la notaba que era algo que la gustaba, se la notaba en cada muestra de cariño y cada palabra de agradecimiento que siempre le daba a sus maluleros si la paraban incluso por la calle, le pegue un sorbo  a mi cerveza y me quede observando a aquella buena persona que tenia en mi vida.

Aproveche para reservar mesa esa noche en uno de mis restaurantes favoritos de toda Málaga, tenia que contarle de una vez lo del trabajo.

-¿Con quien hablabas?- me pregunto sentándose de nuevo junto a mi.

-Nada, solo estaba comprobando si tu hermano ya la habia liado en tu casa o aun no le ha dado tiempo a montar ninguna fiesta- la dije mientras me reía solo de ver su cara, no se habia dado cuenta de que José es José y que en cualquier momento podía llevar alli a sus ligues como en alguna ocasión ya le insinuó a Malú, o mucho mejor, una fiesta en su casa sin su presencia con gente pululando por alli- Es broma Malú, cambia esa cara y déjale al pobre- ya estaba llamándole por teléfono pero se lo quite- es mayor, sabe de sobra que no tiene porque hacer nada a tus espaldas, además, el es quien se va a encargar de tu querido zoo pequeña asique estarán en las mejores manos.

-Ay!! mis bichos que se me mueren, voy a llamar a mi madre inmediatamente- dijo cogiendo el teléfono para llamar a su madre lo mas rápido posible, yo no podía evitar reírme- Mama!!, si todo va bien, escucha, he tenido que salir de viaje y voy a estar fuera una semana, dile a José que te lleve alli a los perros y a Chanelo, no quiero que sea el quien se ocupe de ellos, es capaz de dejarles morir de hambre o no sacarles a pasear- su cara era un autentico poema y yo me lo estaba pasando realmente bien- si mama por favor cuanto antes posible, ocúpate tu de ellos, te lo contare todo cuando vuelva, si mama, yo me cuido, no te preocupes por mi que todo esta bien mama, vale un beso, y muchas gracias mama, te quiero, chao.

Nuestro amor será infinitamente eternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora