14. No Te Engañes, William

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Habían pasado 9 días exactamente. De los cuales solo estuve 2 con Rachel. Ese tipo, Will. En realidad quiere que ella desperdicie todo su tiempo con él.

Estás casi 2 semanas fueron muy bellas, estaba con Harry y no tenía ni una preocupación por Liam. No había ido con él. Creo que ya lo extrañaba, pero, debo ser fuerte, no voy a dejar que un chico me manipule aún sin que él sepa que lo hace.

Yo tampoco sé usar muy bien que digamos mi tiempo peto al menos no lo desperdicio como ella, ir a clases, estar con Harry, ir de compras, hornear pasteles, cantar en la ducha, ignorar mensajes y llamadas de Liam y/o Alex, etc.

Estaba sentada en casa, sola, Rachel había ido a casa de Will otra vez y Harry a su entrenamiento. Eran las 8:40 y yo estaba preparandome para dormir, si, soy como una pequeña niña o algo asi.

Cenaba, me ponía a leer, lavaba mis dientes y dormía. Aunque era muy temprano, yo terminaba dormida a las 11 por 2 razones.

1) Dormir es una pérdida de tiempo y como mi torpe cerebro piensa eso, no puedo dormir temprano

2) Los sueños que me atormentaban regresaron, hace mucho tiempo no soñaba con él, ahora es mil veces más frecuente. En la casa, en la escuela, en el cine, los bolos, pistaches, en todos lados está mi padre y no puedo vivir con eso.

Esta vez me iba a quedar despierta hasta que llegara Rachel. No me importa si llega a las 2 de la mañana, yo la esperaría.

Pasaron unos minutos y la puerta principal se abrió y se cerró, temprano para que llegara. Bajé y vi a Rachel hecha un desastre.

Maquillaje corrido, cabello despeinado, ojos hinchados, había estado llorando.

-Rachel. ¿Qué pasa? -pregunté

Rachel se acercó a mi, me dio un gran abrazo y comenzó a llorar en mi hombro.

-Tenías razón, Angela. Siempre la tuviste, lo siento-dijo

Acaricié su cabello, la abracé fuertemente y nos sentamos en el sillón de la sala.

-Rachel. ¿Qué ocurrió? -pregunté

-Angela, soy una idiota. Una idiota en verdad -dijo aun llorando- debí hacerte caso, debí saber que decías la verdad, pero fui una inútil y no quise creerlo. Soy una estúpida y me dejé llevar.

-¿Eso significa que tu y él...? -dije

Rachel lloró aún más. Maldije repetidamente. No podía creerlo. Ese bastardo se las verá conmigo. ¿Como pudo hacerle esto a Rachel? Maldito infelíz, pronto sabrá lo que es que le volteen el juego. Él será el herido.

-Ah, voy a ir a golpearlo tan fuerte que no podrá ni pararse.

-Angela, tranquila.

-¿Tranquila? Mírate.

-Por favor -suplicó

-Está bien -me calmé- Dime. ¿Qué pasó exactamente? -dije

-Bueno, fuimos a comer a su casa, bebimos unas cuantas cosas, y yo ya ni sabía que pasaba conmigo. Subimos a su habitación y comenzamos a besarnos. Cuado me di cuenta yo estaba sentada en su cama y él se estaba volviendo a vestir porque iba a ver a alguien.

-¿Dijo a quien?

-Alex o algo asi, supongo que era un amigo...

Ahí fue cuando lo supe todo; fue con Alex. Esa perra.

-Querrás decir amiga -corregí

-¿Qué?

-Sí es la misma Alex no es su amigo, es su amiga, puede que algo más.

-Como sea, no quiero verlo jamás en mi vida.

Abracé a Rachel y subí a mi cuarto. Tomé mi celular y llamé al patancito ese.

-¿Hola? -contestó una voz familiar

-Alex, eres una...

-Ah, eres tú. ¿Qué quieres?

-Necesito hablar con él.

Esperé unos segundos a que le pasara el teléfono a William.

-Hola, hermosa, ¿en qué te puedo ayudar? -dijo

-Si hay una ventana te invito a lanzarte por ahí -contesté

-¿Qué? ¿Vas a decirme que lastimé a tu amiga?

-Voy a lastimarte a ti.

-¿A que te refieres, preciosa? No puedes contra toda mi fuerza y no temo golpear a una mujer, menos a ti.

-¿Quién habló de golpes? Aunque si los quieres yo con gusto, pon fecha y hora.

-¿Qué mierda quieres?

-Eres un perro. ¿Lo sabes?

-Soy hombre

-Si fueras un hombre sabrías perfectamente que lo que hiciste solo lo hace algún estúpido. Y aún así, eso no justfica que hayas hecho eso.

-Lo siento nena, pero así soy yo. Y siempre me salgo con la mía. No hay nada que puedas hacer para impedirlo

-Eres un imbécil. Jamás encontrarás a alguien como Rachel. Y eso está perfecto porque un idiota como tú no merece a nadie. Eres una mierda de persona y si la zorra de tu amiguita tiene que ver con esto también está muerta.

-Bájate al nivel de tu amiga, ¿sí? -interrumpió

-No te engañes, William. Bajé de nivel contigo.

Angela •l.p•  EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora