32. Decisiones

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El Sábado llegó. Terminé de secar mi cabello de colores, lo acomodé de lado y le hice unas ondas abiertas.

Me maquillé con unas capas de mascara de pestañas y un labial del color de mis labios.

Abrí mi armario y lo primero que pensé fue "No tengo nada". Al final me decidí por un vestido casual negro y unos zapatos bajos.

Si fuera por mi, hubiera usado un pantalón y una playera y listo, pero, cito a mi mamá "Eres una señorita y si vamos a cenar con tu novio entonces te arreglas como tal".

Liam sabe perfecto como soy, no sé porque tengo que cambiar cuando mis padres están cerca.

El timbre sonó, estaba muy nerviosa, mi madre seguía haciendo la cena asi que yo atendí.

Abrí la puerta, Liam estaba parado con un hermoso traje y sostenía unas flores.

-Hola -saludó

-Hola -dije y le di un beso

-Estas son para ti -me entregó las flores

-Gracias, pasa. Iré y las pondré en un florero.

Liam pasó y cerró la puerta, yo me dirigí a la cocina donde estaba mi mamá. Tomé un florero y le puse agua, luego deposité las flores.

-Ya llegó Liam -informé

-Fantástico, ya casi está la cena.

Mi mamá salió de la cocina y saludó a Liam, ella ya lo conocía pero todavía tenía que pasar sus pruebas.

Salí de la cocina y me dirigí a la sala. Me senté en un sillón y miré a Liam.

-Ven, siéntate. -dije

Rachel bajó las escaleras y saludó a Liam, luego se sentó en el sillón de al lado. John bajó unos minutos después y Liam se paró inmediatamente.

-Buenas noches, Sr. Starkey. -Ofreció su mano- Soy Liam Payne

-Hola, Liam. Dime John -sacudió su mano con la de Liam- Cuentame. ¿Qué estudias?

Dios mio, no preguntes eso. Más obvias no pueden ser las cosas. He dicho 60 millones de veces que psicología, psicología, psicología.

-Estudio psicología. Gracias a eso conocí a Angela -dijo Liam

-Oh, claro. Eres su psicólogo -resaltó la ultima palabra.

-Sí, algo así. Todavía no me gradúo entonces aún no soy un psicólogo profesional, pero eso espero serlo.

-Un chico con sueños y un futuro. Buena elección, Angela.

Me sonrojé ante su comentario, no es como que él haya estado en todas mis deciciones para decirme que está bien y que está mal.

-Ya está lista la cena -informó mi madre desde la cocina

Mi mamá se veía ocupada asi que mientras John y Rachel se sentaban, me acerqué a ella para ayudarla a pasar la comida de la cocina al comedor pero Liam se adelantó.

-Déjeme ayudarla, Sra. Smith -dijo él tomando uno de los platos

-Gracias, Liam. Eres un caballero. -dijo ella y luego me guiñó el ojo dándome su aprobación absoluta

Caminamos al comedor, Liam acomodó mi silla y se sentó a mi lado.

Mi madre sirvió jugo de manzana espumoso en mi copa y en la de Rachel, somos menores de edad, pero no tan menores.

Liam, mi madre y John tomaron vino como los grandes. Rachel y yo nos limitamos a tomar jugo burbujeante.

La comida estaba deliciosa, todo iba genial hasta que John se paró y alzó su copa.

-Quiero hacer un brindis, por Angela y Liam. Sé que no estuve presente en muchos años pero...

-Angela es nuestra hija y sus decisiones son importantes. -interrumpió parándose- Por Angela y Liam

Todos bebimos de nuestras copas pero mi madre continuó hablando, al parecer ella no está lista para hacer discursos.

-Las decisiones que ha tomado han sido buenas y malas. Como cuando perdió la virginidad. -dijo ella y yo comencé a ahogarme

-Mamá... -dije avergonzada

-¿Qué? Mala decisión. ¿Te digo una buena? Traer a este jóven y educado muchacho a esta casa. -apuntó orgullosa a Liam

-Yo apoyo eso -dijo Rachel tratando de esconderse en su copa para luego darle un sorbo a su jugo.

La mitad de la cena estuvimos conversando, bueno, mi madre le contó a Liam toda mi maldita vida, los hechos iban desde mis primeros dientes de leche hasta mi primer tatuaje.

Era tan humillante.

Pero eso no fue lo peor, fue cuando John, se puso a contar todo lo que él y mi madre hacían cuando eran jóvenes.

"Iba con ella a tal lugar, veíamos tal película, comíamos tal cosa". No es como que a Liam le importa.

La otra mitad de la cena, fue la cena y estaba deliciosa, mi madre puso a prueba los recetarios que le dieron hace millones de años.

Cuando todo acabó, Liam se despidió, dio las gracias y lo acompañé a la puerta.

-Perdón por todo eso -dije- Mis padres no están acostumbrados a esto.

-Me la pasé bien.

-¿De verdad?

-Nada importa más que saber que mi chica usaba el maquillaje de su mamá cuando tenía 7 años

-Ni lo menciones

-Ahora entiendo porque la obsesión

-Cállate, Liam. -reí

-Fue bastante divertido. -el también río- Bueno, tengo que volver a casa. Pero antes, ¿Crees que el Viernes puedas ir a una fiesta? Es de uno de mis amigos y ahora que ya somos, ya sabes, oficiales, me gustaría que te conociera

-No lo se, Liam.

-Vamos, estaré contigo y si te aburres nos regresamos, además, tus padres me adoran, estoy seguro que ellos no tienen problema

-Está bien, iré

-Perfecto -dijo y me dio un beso- Te veo el Viernes. Te amo

-Yo igual

Liam se fue y justo cuando cerré la puerta mi madre me abrazó, lo cual me extraño

-¿Por qué hiciste eso? -pregunté

-Es la mejor decisión que haz hecho

Mi madre realmente se sentía orgullosa de mi. John tal vez no lo demostraba, pero en el interior sabía que si lo estaba.

Todo era tan extraño en esta relación padre perdido-hija. A veces me sentía a gusto con todo esto, pero había veces que realmente no lo soportaba.

Bueno, si estabamos hablando de buenas y malas decisiones, no sabía aún en que clasificarlo a él.

Angela •l.p•  EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora