29. Gracias

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Despues de un rato de haber conducido en la carretera, llegamos a un condominio, se podría decir.

Habían unas entradas con un vigilante amable que nos dirigió una sonrisa y nos abrió.

Nos estacionamos frente a la recepción y ambos bajamos del carro. Liam me indicó que esperara ya que él solo entraría por las llaves de la pequeña casa en la que nos quedaríamos.

Me recargué en el auto y lo esperé. No tardó ni 2 minutos, entramos de nuevo al auto y conducimos un poco hasta llegar a una casa de un piso, nos estacionamos frente a ella y bajamos. Liam me dio las llaves para que abriera mientras él bajaba las maletas.

La casa era 20 veces más linda de adentro que de afuera y eso ya era demasiado. Una casa amplia con piso de madera y algunos tapetes, una cocina de buen tamaño, sala, comedor, un balcón con una mesa y unas sillas y el cuarto era inmenso.

Era absolutamente increíble.

-¿Qué te parece? -preguntó Liam cerrando la puerta

-Es hermosa. ¿Cada cuanto vienes? -dije

-Cada que necesito un respiro. Generalmente después de exámenes o proyectos. Creo que me graduaré y vendré a vivir aquí.

-Bien -sonreí

-¿Qué quieres hacer? Son las 6:15. Podemos ir a la piscina y luego a cenar.

-Suena bien

-¿Traes traje de baño o vamos a comprar uno?

-Yo traigo, gracias.

-Genial. Yo me cambiaré en el de las visitas y tú en el del cuarto. ¿Ok?

Asentí.

Liam tomó las maletas y las depositó en la cama del cuarto, abrió la suya, sacó su traje, cerró la puerta y se fue al baño de las visitas.

-Te esperaré en la piscina. -dijo

Tomé mi traje y me lo puse, estaba un poco nerviosa. Liam jamás me había visto asi, yo tenía un buen cuerpo y todo pero era extraño.

No quería que pensara de mi como "la que está buena".

Era un muy bonito traje, un bikini negro, me puse una playera delgada blanca arriba, tomé unas toallas del baño y salí.

No tenía ni idea de donde quedaba la piscina, pero no fue muy dificil encontrarla.

Una puerta corrediza de cristal junto a la cocina estaba abierta y yo podía ver la terraza y a Liam entrando al agua poco a poco, era jodidamente sexy.

Caminé hacia la mesa que había ahí, dejé las toallas en ella y mi playera en una de las sillas.

Me acerqué a Liam y sonrió al verme.

-Hola -dijo

-Hola -dije acercándome a la alberca y metiendo los pies. -Está un poco fría ¿No crees?

-Acabo de prender el calefactor. Ven, métete.

-En un segundo ¿Sí?

Me senté en una de las sillas para observar el hermoso cielo, aunque ya eran las 6:30, la vista seguía siendo hermosa.

Me quedé 5 minutos sentada con la mirada de Liam en mi, luego, se apoyó en sus brazos para salir de la piscina y dirigirse a mí.

-¿Me das un abrazo? -preguntó abriendo los brazos.

-Ni loca, estás empapado.

-Un abrazooo -se inclinó hacia mi y me abrazó fuertmente y luego me dio un beso en la nariz.

Liam se separó y me ofreció su mano, yo la tomé y me paré de la silla. Él me llevó a la orilla de la piscina y se quedó parado de espaldas a ella.

Yo mordí mi labio nerviosamente, un pequeño empujón y Liam caería.

-Oh, sería una pena si alguien te empujara, ¿no crees? -dije y tomé sus hombros.

-No te atrevas.

Mordí mi labio inferior.

-No lo hagas.

Liam cayó al agua.

-Vas a pagarlo, hermosa -dijo asomándose

-No lo creo, Payne

Liam salió y se dirigió a mi. Yo comencé a correr por donde no estaba mojado y Liam me alcanzó, me tomó de la cintura y me tiró junto a él.

Nadábamos, nos lanzabamos agua, de vez en cuando nos besábamos, en fin, la pasamos muy bien hasta que comenzó a oscurecer.

Liam salió, fue por una toalla, la enrolló en su cintura y luego tomó la otra y se puso frente a mi.

Salí de la piscina y Liam me envolvió en la toalla. Me abrazó y me dió un beso en la mejilla. Su afecto me volvía muy feliz.

Ambos entramos a la casa, cada quien se duchó y arregló en un baño. Pasaron unas horas y salimos.

El lugar no estaba lejos, seguía dentro del condominio, así que decidimos ir caminando. Salimos de la casa y en cuanto Liam cerró la puerta, entrelazó su mano con la mia y caminamos.

-Me gusta pasar tiempo contigo -dijo

-A mi igual -dije con una sonrisa

-Realmente eres una persona muy especial. Quería darte las gracias.

-¿Gracias?

-Después de todo lo que pasamos, aún decidiste darme una oportunidad.

-Es lo que cualquiera hubiera hecho

-¿Puedes ser sincera conmigo?

-Claro -me extraño su pregunta

-¿Es por Harry? ¿Por eso estás conmigo?

-Él me dio otra oportunidad cuando menos la merecía, yo te la estoy dando a ti y es de las mejores cosas que he hecho -dije y le di un beso

Angela •l.p•  EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora