Capítulo 07. "Lágrimas"

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Tras la llamada de Hyukjae y rechazar ir a su encuentro, la sala quedo en silencio. En esa ocasión, un silencio incomodo, uno donde Donghae no sabía que decir. Su mente lo único que pensaba era en su novio, por primera vez en esta noche, y se cuestionaba qué estaba haciendo realmente. Que eran aquellos sentimientos que le hacía sentir Zoé. Pronto, despertándolo del trance sintió la mano de ella acercándose a la suya y entrelazando sus dedos, nuevamente. Él no se alejó. No lo evito. No se incomodó al contrario, se aferró a ellos, que por motivos desconocidos eso le hacía sentir tranquilidad y calidez. Ambos brindándose calor con su toque. Mantuvieron el silencio. Donghae pensando en Eunhyuk y ella buscando las palabras exactas para confesar la verdad.

Los minutos pasaban y pasaban y aún ninguno se atrevía a hablar. Zoé no sabía cómo comenzar y Donghae no podía dejar de pensar en Eunhyuk. Sosteniéndose de las manos, brindándose calor. Sus cuerpos estaban ahí, uno alado del otro tan juntos pero su mente estaba perdida en otro lugar, en otro mundo, en otra historia. Y entonces se escuchó un sollozo rompiendo con el incómodo silencio, sobresaltándolos. A partir de ahí todo paso tan rápido que Zoé se encontró, sorprendida, entre los brazos de Donghae llorando desconsoladamente. Logrando romper el corazón de Donghae. Los papeles cambiaban. Ahora era ella quien se aferraba a él, a su camisa con tanta fuerza. No podía saber exactamente como había pasado o en qué momento él la había envuelto en sus brazos. Todo lo que sabía era que el sollozo era de ella, rompiendo su armadura de mujer fría y mostrando su verdadero corazón vulnerable. No por nada su hermano le decía <<La princesa de cristal>> Y ahora, por primera vez desde que sucedió aquel terrible suceso en su vida, se sentía protegida, querida bajó los brazos de él que se aferraban a ella.

Cuando Donghae se dio cuenta del inesperado sollozo de Zoé, se sobresaltó. Llenándose de sorpresa al verla en ese estado lamentable. Ver que la sonrisa de ella, que comenzaba a gustarle, se había esfumado para darle paso a un llanto de sufrimiento, de dolor y desesperación. No sabía los motivos de eso pero lo que si sabía era lo que se sentía llorar a causa de la desesperación, lo que era pedir a gritos con la mirada que alguien te ayudara, te salvara y eso mismo era lo que él vio en ella. Y sin pensarlo mucho, se acercó, soltó su mano y fueron sus brazos los que acobijaron a Zoé, masajeándole lentamente la espalda en un intento de consolarla. Por algún motivo, le dolía tanto verla así, tan vulnerable, tan lastimada y tan rota que no pudo evitar soltar una lágrima para después soltar su llanto, acompañando a Zoé de esa manera. ¿Por qué? Se cuestionó y, en realidad, la respuesta era simple: lloraba por todo. Por ella. Por su relación con Eunhyuk. Quizá por el recuerdo de su padre. Lloraba por todo lo bueno y lo malo en su vida. Pero, lo más importante, lloraba para acompañar el dolor de ella. Juntos lloraron, abrazándose y protegiéndose. Aferrándose al cuerpo del otro, y entonces, ahí lo entendieron todo. Ellos eran su cura para ese agonizante dolor. Donghae entendió que Zoé ya no sería más una desconocida en su vida, no después de esto. Zoé había encontrado las palabras exactas para confesar sus verdaderos motivos al viajar a Corea y aparecer en la vida de Donghae.

Y aun con la verdad decidieron mantener el silencio, aferrando más sus cuerpos, tanto que ya no se identificaba donde empezaba uno y terminaba el otro. Por este momento, eran uno solo. Dos cuerpos, dos alma compartiendo su dolor.

Su actitud vulnerable, su mirada rota, dejaban muchos pensamientos en Donghae que aún no lograba entender que había, exactamente, pasado con ella.

Tras consolar sus cuerpos y sanar un poco el dolor de sus almas, supieron que no podían retrasar más el momento, era hora de hablar. De decir toda la verdad. De ser sincera con Donghae.
Zoé comenzó a separarse de Donghae que se mantenía abrazándola, en su pasó regalándole una sonrisa tranquila. Una vez separados ella busco su mano hasta entrelazar sus dedos y, acomodándose mejor en el sofá, se dispuso a hablar. Las palabras ya se encontraban en la punta de su lengua, pero quería aguardar un momento, ver quién sería el valiente de romper el silencio. Pero al no ver iniciativa en él fue Zoé quien lo hizo:

{EUNHAE} LA SEMILLA DE TU AMOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora