Capítulo 11. "El Final"

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Tras dos citas en el día, una agradable, la otra no tanto. Era hora de ir a descansar, manteniendo la esperanza de haber logrado convencer al señor Lee Soo Man. Llegando al departamento, su móvil sonó con una llamada entrante de su hermano.

--¿Cuándo piensas volver a casa?—gruño su hermano, que desconocía sus planes; todo lo que sabía era que su pequeña hermana se había ido de viaje por asuntos personales-palabras de su padre.

--No tengo una fecha exacta—respondió Zoé mientras dejaba su bolso sobre la mesita recibidora junto al ascensor. Camino hasta la sala para recostarse en el sofá más cercano.

--¿Por qué te fuiste sin decirme nada?—reclamo su hermano bastante enojado.

Zoé había adivinado que esto pasaría, en cuanto abordo el avión. Pues ellos siempre se contaban todo, absolutamente todo y ahora, que de pronto se fuera así sin más... ¡Pero él no entendería y no lo aceptaría!

--Necesito solucionar unas cosas aquí, en Corea—fue todo lo que respondió.

--¿Corea?--jadeo escandalizado él--¿Qué haces allá? Todo se volvió raro y misterioso contigo después del desfile... ¿Qué está pasando? ¿Acaso estás metida en algo que no quieres que yo sepa?—siseó furioso y bastante dudoso de ella.

--Lo lamento tanto... Pero prometo pronto contarte todo, pero ahora no puedo... Y necesito descansar—lo último lo dijo débilmente, cerrando los ojos poco a poco.

--Pero tú estás bien, ¿verdad? No tuviste otra recaída ¿cierto? ¿No ha pasado algo y me lo han ocultado, verdad?—insistió con desesperación--. ¡Si es así juro que no te lo perdonare nunca!—grito. ¿Cómo era posible que no le dijeran nada? Estaba más que enojado. Como diría Zoé; estaba encabronado.

--Si fuera así, en este momento no estuviera hablando contigo, ¿no lo crees? Estoy bien, te lo juro. ¡Y lo lamento tanto! Pero no puedo decirte más por ahora pero pronto lo haré. —Era consciente del cuidado excesivo de él, por ello no le sorprendía nada su actitud brusca y dudosa con ella. Lo agradecía mucho, pero había veces, como ahora, en que le fastidiaba demasiado--. Nos veremos pronto—colgó antes de darle más tiempo a darle reproches.

Arrastrando los pies, camino hasta su habitación.

--Mañana será un nuevo y bonito día—susurró vacilante antes de cerrar sus ojos, y pensar en silencio que sí, que mañana sería un grandioso día, mucho más que el de hoy.

DORMITORIOS SUPER JUNIOR

Llegando de cumplir su horario de trabajo, se encontró en la sala a Kyuhyun acompañado de una copa de vino y jugando. Deseoso de no interrumpirlo, sigilosamente siguió con su camino hasta su habitación, que por el rabillo de la puerta dejaba ver la oscuridad de su interior. Suspiro largamente:

--¿Ya habrá llegado?—preguntando al aire antes de abrir la puerta.

Aun en la oscuridad pudo ver el bulto bajo las cobijas. Era él, su Hyukkie estaba ahí. Cuidando de no hacer demasiado ruido se cambió a su pijama y se apresuró a llegar a la cama y recostarse muy pegado a su novio, buscando su calor. Frunció su ceño al no ver ninguna reacción de su Hyukkie.

--¿Sigues molesto?—se atrevió a murmurar antes de soltarle un suave beso en su mejilla. Acomodándose mejor, se dejó llevar por su cansancio consumiéndose en un sueño profundo, no queriendo pensar en nada más--. Mañana será otro día—fue lo último que susurró.

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A la mañana siguiente se levantó con pesadez, se arregló y salió con la cara en alto a encontrarse con Lee Soo Man. Claro, no sin antes, prepararse para cualquier situación buena o mala que se presentara. En el camino pensó en llamar a Donghae pero opto por no hacerlo. Primero necesitaba saber la respuesta de la agencia de Lee Soo Man, ya después hablaría con Donghae.

{EUNHAE} LA SEMILLA DE TU AMOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora