{EUNHAE} LA SEMILLA DE TU AMOR.

Capítulo 09. "Mi ángel"

Acomodados sobre el piso alfombrado de la sala y con la espalda recargada en el sofá, Zoé acerco la pequeña mesa frente a ellos y esparció los papeles y la laptop que traía consigo. Con una suave sonrisa que le regalaba suficiente confianza a Donghae, ella comenzó a revisar en silencio los papeles mientras esperaba a que la laptop encendiera. Donghae todo lo que podía hacer era mirar cada movimiento de ella, muy intrigado por saber de qué iba todo este movimiento.

--¿Lo amas tanto como dices? ¿Tanto como para dar tu vida por él?—De la nada, sorprendiéndolo, ella susurro sin quitar su vista de los papeles que no dejaba de revisar--. ¿Has pensado realmente qué estarías dispuesto a hacer por él? ¿Por ustedes como pareja?—mirándolo de reojo pudo ver la expresión de Donghae tras sus preguntas y mantuvo silencio en espera de una respuesta.

--Llegar de Mokpo sin conocer a nadie y con la esperanza de poder cumplir uno de tus sueños, es aterrador. Yo no tenía la suficiente confianza de hacer algo como eso. No me gusta, odio sentir la soledad. Temía la idea de dejar la comodidad de mi hogar para, yo solo, enfrentarme a algo desconocido, a nueva gente y convivir con ella con tan corta edad. Era un miedo mezclado con los nervios—Donghae respondió al perder su mirada, recordando aquellos días de desafió. Volviendo al primer día que decidió luchar por el sueño de su padre y de él.

En momentos lo miraba de reojo o asentía si sentía que era necesario para mostrarle que si estaba escuchándolo. En momentos lo miraba de reojo o asentía si sentía que era necesario para mostrarle que si estaba escuchándolo. Se mantuvo atenta, escuchando cada palabra aun si su mirada estaba sobre la pantalla de su laptop que mostraba un documento, manteniendo el silencio cuando él se detuvo, en espera de que continuara.

--Pero aun así, con todo el temor, emprendí mi viaje a Seúl, en busca de conseguir cumplir mi sueño y el de mi padre. Cuando entre a la agencia como un trainee, día y noche entrenaba para algún día ser uno de los mejores Idol. Y después de tanto entrenamiento y esfuerzo llegó la oportunidad de debutar en un grupo junto a Leeteuk, yo estaba tan feliz. Al fin podría hacer feliz a mi padre cuando me viera sobre un escenario. Para ese entonces ya contaba con algunos amigos y me ayudaba a no sentirme tan solo aunque no dejaba de extrañar a mis padres. No era fácil estar lejos de ellos, había días en que todo lo que quería era salir corriendo hacía mi hogar, con ellos—Donghae suspiró--, era tanto el estrés. Día y noche ensayando sin parar, no tener permitido comunicarme con mi familia y el no poder dormir... Pero cuando nos dieron la noticia de que debutaríamos—una suave sonrisa nostálgica pintaron sus labios—me sentí muy feliz. El temor se había terminado para mí. Mi esfuerzo había valido la pena. Pero la felicidad no dura para siempre... "No habrá debut para ustedes" fueron las palabras del Ceo de S.M. La peor frase que escuche, en ese momento. Y quise correr, correr hasta llegar a casa y esconderme en los brazos de mi padre y llorar hasta quedarme dormido, arropado por él. Pero no, no podía hacer aquello. Una gran distancia nos separaba. Estaba tan enojado y tan decepcionado que sentía que ya no podía sostenerme de pie pero entonces sentí unos brazos atraparme, arroparme con ternura. No eran los brazos que pedía sentir en ese momento, pero podía sentir la calidez y protección que estos me brindaban. Al calmarme y ver quién era el que me sostenía, me encontré con la mirada de Leeteuk. Él también lloraba y sin en cambio estaba aquí, a mi lado protegiéndome de las terribles palabras que habían roto mi corazón y toda esperanza. Aferrándose a mí para no dejarme escapar. Cuando nos tranquilizamos nos llevaron a los dormitorios. Al llegar yo...

FLASHBACK.

--Ya no puedo más... ¡Quiero irme a mi casa!—Donghae grito y salió corriendo hacía el baño, encerrándose en éste y llorando como si se tratase de un niño al que le habían quitado su dulce favorito.