CAPÍTULO 42

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En otra de las habitaciones Lena terminaba de ponerse el pijama y caía como costal de papas en la cama. Estaba realmente agotada y no solo físicamente. Su estado anímico estaba realmente alterado. Variando entre la alegría y la furia. No sabia que sentir. Por un lado sentía un gran rencor en contra de Kara. Por mucho motivos. Entre ellos haber pasado por encima de su negativa ante la idea de tener hijo. También le había negado la posibilidad de participar en un acontecimiento tan importante como el hacer el tratamiento y estar cerca del bebé en esos primeros meses. Y también, cerro los ojos con fuerza, no haber podido estar con ella cuando perdió al bebé en la ocasión anterior.

Una lagrima resbalo por su mejilla.

- Donde quiera que estés...quiero que sepas...que aunque no supe hasta hace poco de ti...te hubiera querido mucho...y que...te quiero...a pesar de no haberte conocido –susurro.

Mas lagrimas resbalaron por sus mejillas ante el recuerdo de aquella vida que no llego a conocer pero ante la idea de su corta existencia la llenaba de ternura y de mucho amor. Un amor muy diferente al que sentía por Kara. Amor de madre quizás, pensó.

- Entonces esto es a lo que llaman amor maternal. Ahora entiendo un poco mas a mi madre –limpiándose las lagrimas con la manga de la sudadera.

Y ese era justamente el otro sentimiento que la embargaba: la alegría de saber que tendría un hijo. Algo a lo que pensó que había renunciado cuando la relación con Kara se estropeo. La sola idea que una vida que era parte suyo estuviera creciendo en el vientre de la mujer que amaba la llenaba de una sensación calida. Un hijo suyo y de Kara. Un hijo de ambas. Un bebé inocente que no tenía la culpa de nada. Aun no se lo terminaba de creer. Era casi...un sueño hecho realidad.

Sonrió.

Entonces sin darse cuenta se encontró frente a la puerta de la habitación que meses antes compartió con Kara y que desde su discusión en el invernadero había abandonado. Abrió la puerta e ingreso. Una vez que sus ojos se acostumbraron a la oscuridad, visualizo la cama y se dirigió hacia ella. Se sentó a un lado de Kara, quien dormía profundamente pero al sentir un peso en la cama despertó un poco.

- Len? Eres tu? –con voz soñolienta.

Lena sonrió. No sabía que estaba haciendo pero no se sentía mal. Se dejo llevar.

- Si.

- Necesitas algo? –ya mas despierta.

- Si –acariciando la mejilla de su esposa.

- Dime –sonriendo feliz ante la actitud de Lena.

- Dame un espacio. Quiero dormir aquí.

Kara se quedo sorprendida ante tal pedido y no sabia que hacer. Sin darse cuenta de ello una lágrima resbalo por su mejilla. Lena se dio cuenta y la limpio con su pulgar.

- Sucede algo malo? Por que lloras? –extrañada. Kara sonrió y negó con la cabeza. Respiro profundo y susurro.

- Estoy bien. Es solo que...-miro los ojos de su amada y negó nuevamente- no me hagas caso. Me pongo sentimental con cualquier cosa. Las hormonas me vuelven loca.

- Pero...-preocupada, pero la rubia la interrumpió.

- No pasa nada. Ven.

Se hizo a un lado, dándole espacio en la cama a Lena y ella se volvió dándole la espalda. Pensaba que al menos era un avance el hecho que Lena  hubiera regresado a su habitación. Al menos era algo.Mientras la morena, ya acomodada en la cama, se quedo mirando la espalda de Kara y se preguntaba porque su esposa no la daría la cara. Entonces recordó que así había sido todo el tiempo que durmieron juntas después de casarse. Quizás todavía era muy rápido pedirle a Kara que le permitiera abrazarla y tocar su vientre. Se contuvo de hacer el pedido y se volvió dándole la espalda a la rubia, sin saber que Kara deseaba con todas sus fuerzas que su esposa la abrazara y le demostrara su alegría por el bebé que esperaban.

DESTINO (Supercorp) [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora