Una hora después Lena regresaba a su habitación, totalmente exhausta y sedienta. En cuanto vio una botella de agua corrió hacia ella para vaciarla inmediatamente.
- Señora Lena, si me hubiera pedido una botella más se la hubiera conseguido –habló Dimitri.
- No te preocupes, Dima –entrecortadamente, después de haber acabado con el medio litro de agua en menos de cinco segundos–. Si no terminábamos pronto yo iba a dar por finalizada la conferencia. La garganta ya me duele demasiado y…
- No se preocupe, señora. Si le duele mucho puedo conseguirle un analgésico en la recepción.
- Te lo agradecería mucho, Dima. Aún quedan cuarenta minutos antes que el helicóptero llegue y no creo poder soportar una hora más de vuelo con este dolor.
- Está bien, señora. Regreso en diez minutos, enviaré a Mark para que la cuide mientras me ausento.
- No te preocupes, Mark y Maggie deben estar muy ocupados con las coordinaciones para mi vuelo a París. Debo estar en unas horas allá y no será fácil en estas épocas.
- Pero señora…-resistiéndose a dejar sola a Lena.
- Por favor Dima, son solo unos minutos. Puedo cuidarme unos minutos. Anda por ese analgésico, mi garganta y yo te lo agradeceremos inmensamente.
- Como diga, señora. Regreso en unos minutos –aún con cierta resistencia.
- Está bien.
Mientras Dima salía de habitación avisando por radio que la primera persona que estuviera libre acudiera a la habitación de Lena; ella terminaba de dar cuenta de otra de las botellas de agua que había en la habitación.
Pasaron solo treinta segundos de tranquila soledad y de pronto un portazo sonó tras de Lena.
- Dima qué…? Quien eres tú? –sorprendida, puesto que no reconocía la espalda de la persona que había cerrado la puerta tan estruendosamente.
- Qué rápido olvidas, Luthor!
El corazón de Lena se saltaba un latido, el color desaparecía de su rostro y las pupilas de sus ojos se contraían a su máximo nivel mientras aquel extraño giraba para mostrarle su rostro a la pelinegra.- Mike…
Solo que ahora se veía mucho más acabado. Se podía decir que la cárcel lo había envejecido. Parecía que por el hubieran transcurrido quince largos años y no los casi cinco que realmente habían pasado. Se notaba como el encierro había terminado con el atractivo de aquel joven. Y también se imaginaba cuanto había aprendido en sus años, encerrado, para haber pasado por entre su seguridad sin que ellos dieran cuenta de su presencia.
- Oh! Sí que me recuerdas Lena Luthor, por tu expresión puedo asegurarlo –sonriendo.
- Qué…qué estás haciendo aquí?
- Por qué tartamudeas, Luthor? Acaso me temes? –sonriendo más aún.
Lena digirió lentamente esas palabras. No le daría gusto a ese canalla. No podía dejarse llevar por la sorpresa del momento. Entonces recordó un pequeño detalle: tenía frente a ella al principal responsable de haber perdido a Kara. No. Aquello no era totalmente cierto. Ya lo había aceptado. La única responsable fue ella con sus celos, su desconfianza y su falta de fé en el amor de Kara. El personaje que ahora enfrentaba era simplemente el catalizador de todos aquellos sentimientos. Dio un profundo respiro y por fin pudo sentir la confianza fluyendo por sus venas. No había nada que temer. Solo mucho que odiar. Mucho.
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DESTINO (Supercorp) [Completa]
FanfictionLena fue la primera en despertar, la cabeza le quería explotar, necesitaba darse una ducha helada. Pero al querer levantarse sintió a alguien a su lado. Abrió sus ojos bruscamente y al ver una cabeza adornada con rubios ondulados comprendió todo. "...