DESTINO (Supercorp) [Completa]

Capítulo 64

Ahora que había podido estar con ella más tiempo, había notado como es que la hermosa rubia  había madurado mucho lejos de ella. Su nueva actitud la hacía verse mucho más hermosa que nunca. Estaba bellísima, demasiado.

Sabía que jamás dejaría de amar a Kara, pero también había aceptado que ella había dejado de amarla y no la culpaba. Había sido una maldita rata con ella.
Es más, se sorprendía que la tratara con un mínimo de educación y cortesía, cuando ella había sido todo menos eso con ella.

Como había podido ser tan tonta para haber despreciado el amor de Kara como lo hizo en el pasado? Como había podido tratarla tan cruelmente como lo hizo?
Dios santo, si la amaba con locura.
Como había podido hacerle tanto daño a la persona que más amaba en el mundo?

Sus sentimientos habían sido tan intensos y ella había tenido tan poco control sobre ellos que…
Se había sentenciado ella misma.
Y ahora solo le quedaba vivir con las consecuencias de sus acciones.
Mirando. Amando de lejos a una hermosa y cada vez más madura Kara.

Siempre la amaría, siempre. Aunque ella ya no la quisiera más.

-       Len? Hija? Estás bien? –le preguntó su madre al verla tan concentrada mirando a Kara.

-       Eh? Si, si mamá. Lo siento. Estaba…pensando en muchas cosas.

-       Te entiendo –y fijo la mirada en Kara-. Nunca debiste dejarla ir. Es una chica increíble.

-       Ella ya no quería seguir a mi lado, mamá. Qué más podría hacer? La amo demasiado como para retenerla a mi lado en contra de su voluntad –dirigiendo su mirada al suelo, en clara actitud de derrota.

-       Len, hija.

-       Al menos tengo a Lori, mamá. Esa niña es mi vida –subiendo la mirada y dirigiéndosela a su hija, que correteaba de un lado a otro de la sala.

-       Es la luz de nuestra vida Len, es la luz de esta casa. Es una lástima que sea hija única, al igual que tu.

-       Mamá? –mirándola extrañada.

-       Solo digo que me hubiera gustado que Kara y tu tuvieran una niña más y así Lori podría tener lo que tú no –terminó Lilian con una sombra de tristeza en los ojos.

Lena comprendió que su madre se lamentaba no haberle podido dar más hermanos o una hermana. Sonrió y abrazó a su progenitora.

-       He sido tan feliz, mamá. Papá y tú me han dado a mi y a Lex la mejor vida que he podido tener.

-       Len…

-       He sido muy feliz, no tengo nada que reclamarles.

Lilian sonrió y abrazó mucho más fuerte a su pequeña pelinegra.

El resto de la velada pasó entre felicitaciones y brindis en nombre de la pelinegra. Lena estaba feliz, sin embargo, seguía doliéndole que Kara le mostrara una amable frialdad. Lo comprendía.

Todo termino cerca de las cuatro de la madrugada, cuando el último invitado se retiró.

-       Bueno Len, ha sido un placer, como siempre, compartir contigo este día –dijo Maggie abrazando fuertemente a la pelinegra.

-       Para mí siempre es una delicia tenerlas en casa chicas, se han convertido, ambas –mirando también a Alex- en grandes amigas para mí.

-       Si, si, Luthor, pero no apachurres mucho a mi mujercita, que yo nada más la aprieto asi –respondió riéndose Alex. Lena también se rió, soltó a Maggie y abrazó a Alex.
En esos momentos Lilian aparecía en el gran salón de aquella enorme mansión.