Capitulo 24

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Mathias y yo nos vimos rápidamente mientras observábamos con atención la extraña entrada del laberinto, comenzamos a caminar y vimos como justo después de la entrada en la pared izquierda había unas alforjas de hierro pegadas a la pared de las que sobresalían unas antorchas con fuego verde y en un estante de madera ocre había un tarro de jade lleno de piedras de mil colores, tomamos las antorchas y yo tome la cesta de jade y nos dispusimos a recorrer el laberinto

-Parece que tendremos que ir con cuidado- Dijo Mathias mientras avanzábamos- el laberinto de Delfos es un lugar inhóspito llenos de criaturas desconocidas y rumbos sin salida, sonde si no estamos pendientes podemos perdernos, supongo que el tazón con las piedras es para marcar el rumbo recorrido, pero no creo que nos alcancen para marcar todo el rumbo recorrido, así que hay que usarlas con inteligencia, yo puedo protegerte, pero nos e hasta que punto, así que necesito que tú también te defiendas, tranquila yo te diré

-No soy una niña sabes- dije con molestia- yo practique karate de pequeña y se defenderme, así que no creas que puedes minimizarme así Mathias

-No te molestes, solo me preocupo por ti, además puedes confiar plenamente en mí, he comprendido que tu vida no ha sido difícil y que hayas podido evitar que Morfeo te influenciara con sus artimañas es admirable, demuestra que tu temple se ha forjado y que has podido entender que el mundo, aunque sea oscuro y gris, puede volverse hermoso con las compañías correctas, es una lástima que no haya podido recordar eso, ni si quiera con...

En ese momento Mathias apretó los puños y comenzó a sollozar, lagrimas caían de su rostro blanquecino y rebotaban en su capa, me acerque y coloque mi mano en su hombro

-Tranquilo, sé que ella, este donde este, te quiere y admira mucho todo lo que estás haciendo por nosotras, estará feliz de que con nosotros no ocurra lo mismo que con ella y así podrás expiar ese pecado, estoy seguro de que, cuando Morfeo deje de controlar este espacio, podrás volverla a ver en este mundo

-Es cierto, si Morfeo la volvió su esclava, debió hacer un pacto con él, por lo que debe habitar en alguna parte del mundo de los sueños, aun cuando este bajo su influencia, si derrotamos a Morfeo, sus hechizos se romperán y podre estar con ella siendo ella misma nuevamente, solo así volverle a ser feliz

-Oye, cuidado con eso- dije de forma confidente- recuerda que solo la veras en sueños y no solo de sueños debes vivir, existe un mundo real, que a lo mejor puede ser cruel e injusto, pero que con las compañías y los pasos correctos, podrás verlo desde otro Angulo, verlo como un lugar hermoso, donde encontrar amistades... donde volver a descubrir el amor

-Vale, tienes razón Ariana, de verdad eres muy especial, no sé qué haría sin ti, te quie...

En ese momento, antes de que terminara de hablar, dándose cuenta de lo que estaba a punto de decir, Mathias se tapó el rostro con su capucha y se veía levemente sonrojado, que con el rostro tan blanco como lo tenía era muy notorio, yo también me sentía sonrojada, no sé qué era esto que sentía en mi pecho, pero estaba seguro que Mathias era el culpable.

Al caminar llegamos a un cruce en forma de Y donde una desgastada gárgola viviente con forma de grifo custodiaba el lugar y al divisarnos hizo un gesto con las manos para que nos acercáramos a donde ella estaba, nosotros dudamos al principio, peor decidimos avanzar, no sin antes Mathias convocar a una pequeña guadaña de huesos y darme una pequeña lanza con punta de oro, al llegar a donde estaba el grifo este, bajo sus brazos y abrió su boca de la cual salió humo, arañas y unos murciélagos

-Bienvenidos al Laberinto de los Delfos Susurrantes- decía la gárgola con voz ronca y desgastada- hogar del Bathelshnarks, las criaturas ocultas y construida por los nigromantes seguidores del gran Semidiós Delfos, dueño engendrador de cada una de las criaturas que aquí habitan, sé muy bien al razón de su llegada a este lugar, están cumpliendo uno de los desafíos del Dios Morfeo para librar al mundo de los sueños de su control, y necesitan el colmillo de la bestia máxima de este lugar que duerme plácidamente en una cama de brazas encendidas en el centro del laberinto, mi propósito aquí es dar tres recomendaciones a quienes pisan este lugar y que si se siguen de forma correcta el trayecto es un poquito menos difícil, aunque de una vez les advierto algo, este laberinto es un desafío físico, mental y emocional muy fuerte, así que deben estar conscientes y serenos ante todo de lo que se pueden topar aquí, sin más que agregar aquí están mis recomendaciones:

1- Solo confíen en ustedes mismos, no confíen en otra visión, ya que este laberinto buscara engañarlos para que se pierdan aún más.

2- No siempre la solución más fácil es la correcta, así que piensen bien cada paso que dan y sus consecuencias

3- La mejor batalla es la que no se libra, si encuentran una forma de evadir a las criaturas, úsenla, ya que no todas las criaturas son fáciles de derrotar y necesitan guardar fuerzas para el Bathelshnarks

Dicho esto, la gárgola empezó a brillar en un destello verdoso hasta que el destello se volvió muy intenso y al apagarse la gárgola había desaparecido, dejando tras de sí una flecha engastada en un palo de madera señalando el camino de la izquierda, del cual se veían unas antorchas de fuego rojo intenso en las paredes

-Para ser el primer desafío, se ve muy difícil- dije algo nervioso

-Tranquila, todo es cuestión de hacer caso a las recomendaciones de la gárgola y aprovechas esas pepitas para marcar el espacio que ya hemos recorrido

-Ahora que las estoy viendo bien- decía mientras agarraba una de las piedras y me daba cuenta que era gomosa- estas no son piedras ¡Son caramelos!

Mientras decía esto me llevaba uno a la boca, sabia a fresa y Mathias inmediatamente corrió hacia mí, me arrebato el tazón y me miro con molestia

-Pero que te pasa Mathias

-Estos caramelos son lo único que nos puede guiar por este condenado laberinto, si te los comes, no tendremos con que marcar los sitios donde ya hemos estado

-Vale disculpa

-Siento haber reaccionado así, pero este lugar me da escalofríos y cualquier paso en falso podría significar nuestro fin, así que debemos tener mucho cuidado con cada paso que demos

-Vale entiendo, disculpa la imprudencia, pero es que tengo hambre

-Encontraremos algo que comer en el recorrido del laberinto, tranquila

-Está bien

Comenzamos a recorrer el pasillo de las antorchas rojas rápidamente, viendo que las paredes estaban hechas de bloques grises del cual se escurría moho y limo que las hacía ver como si fueran paredes vivas por lo viscosas y chorreantes que lucían, veíamos el cielo rojizos y oscuro donde una luna verdosa iluminaba levemente el lugar donde nos encontrábamos y veíamos unas aves muy curiosas revoloteando en el cielo, eran como garzas, peor con una sola pata y las alas eran inmensas, una envergadura de 3 o cuatro metros que hacía ver sus cuerpos muy pequeños.

De repente mientras caminábamos, llegamos a un cruce en T y veíamos dos caminos, así que Mathias saco uno de los caramelos, se lo metió a la boca, lo volvió a escupir y lo pego en el centro del pasillo y me dijo que fuéramos hacia la izquierda, lo seguí y seguimos el recorrido, cada vez más escarpado. Después de caminar varios metros nos encontramos con un lugar amplio del que una cosa viviente se encontraba en el centro durmiendo

-Es el Bathelshnarks

-No- decía Mathias observando detenidamente a la criatura- el piso no arde, debe ser otra criatura, pero si está dormida, es mejor que nos escabullamos lentamente, de esa forma evitaremos luchar con ella, recuerda lo que nos dijo la gárgola

-Está bien

Mientras caminábamos lentamente por el lugar detalle con sumo terror como habían esqueletos humanos desperdigados por todo el suelo, lo cual me daba a entender que esta criatura era peligrosa y que debía tener cuidado donde pisaba para evitar romper algunos de esos huesos y despertar a la criatura. En un momento concreto, veía a un Buitre devorando un cuerpo humano ligeramente putrefacto y cuando camine cerca de este, este sobrevoló al cielo violentamente y me hizo caer en una pila de huesos, haciendo un terrible escandalo; escuche en la oscuridad como sonó un gruñido seco y pude ver a la criatura levantándose, media como 8 metros y parecía como un coyote con garras alargadas y poseía dos cabezas, se incorporó y nos miró fijamente, mostrando sus filosos dientes y gruñéndonos mientras adoptaba una posición de ataque, Mathias comenzó a sacar de su capa la Guadaña de Metal y yo saque la lanza que él me dio, sabia el consejo de la gárgola, pero en ese momento si no luchábamos, serian devorados por esa criatura, así que no teníamos de otra, o luchábamos o hasta aquí llego la aventura

Y no pienso terminar la aventura aquí

Agua de MorfeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora