Capitulo 36

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-No debiste haber venido hasta acá, sabes muy bien que cualquier cosa que tenga que ver con el bastardo e infame de Morfeo esta prohibido en este sitio

-Si lo se, noble Moguer, duque de las mandrugulas, se que mi presencia o la de mi antiguo amo les resulta incomoda, pero deberán entender que no habría pasado por aquí si no fuera una razón importante

-Tus razones la verdad no me interesan, todo lo que tenga que ver con su estirpe está prohibida aquí, además me parece muy curioso que hables de una razón importante y me hayas traído a esta seudo gorgona a nuestro territorio, quizás lo hayas olvidado pero tanto Carelis como yo somos inmunes a la mirada de las gorgonas

-No lo entienden, esa gorgona como la están llamando no es tal, es una... Bueno es una...

-¿Una que? Ya dilo- decía aquel curioso personaje mientras zarandeaba con violencia el cuerpo inmóvil de Ariana

-Una humana

-Vaya, vaya, conque has traído a nuestros aposentos a una humana, nunca pensé que estuvieses tan desesperado en que te brindemos protección como para traer una ofrenda tan interesante, con gusto la recibiremos y luego se estudiará si te damos protección o no- decía mientras levantaba sus raíces del suelo y comenzaba a arrastrarse para adentrarse al bosque

-Espera

-¿Que sucede ahora?

-Veras- decía mientras pensaba alguna forma de librarnos de esta situación- no es correcto que usted entregue semejante regalo, noble duque, entenderá que el favor que deseo pedir a vuestra ama es muy grande y para poder brindar el mayor respeto a vuestra estirpe e imagen, yo personalmente debo entregar el sacrificio, ya que solo así mi favor será concedido rápidamente

-Bueno- decía aquel árbol deforme con su ronca y estridente voz mientras con una de sus ramas hacia el ademán de rascar las hojas que estaban en lo más alto de su copa- vale esta bien, puedes pasar, pero mis chicos te estarán vigilando muy de cerca, así que espero no cometas una estupidez

-No sera así lo juro

-Vale, tómala y ya vete de mi vista

Dicho esto, acerco la enorme rama que sujetaba el tobillo de Ariana y la lanzó hacia mí con tanta violencia que al agarrarla caí y fui arrastrado varios metros antes de poder incorporarme nuevamente, mientras me levantaba cargue a Ariana en mis brazos y salí corriendo de allí, dejando al duque y sus vasallos bien atras

Al percatarme más de cerca de Ariana, pude contemplar como la transformación se hacía cada ves más y más palpable: aunque su torso y piernas seguían siendo humanas, su color de piel se había vuelto de un verde tan intenso que casi me escandilaba cuando le pegaba la luz, su rostro se había vuelto escamoso y sus facciones muy duras y casi reptilianas, por lo que era difícil reconocer su antigua tez, además que su cabello ya tenía una textura babosa y sus manos esbozaban unas uñas alargadas que por suerte no se habían desarrollado lo suficiente para tener veneno en ellas, si tuviera que adivinar, seguramente el duque la rocío con algunas de sus esporas sedantes, aunque no estaba seguro de cuanto duraría así y como haría para controlarla ahora que el dije se había destruido nuevamente

Caminaba por la selva tranquilamente, ya que sabía que las mandrugulas no me atacarian, pero al mismo tiempo iba con tensión ya que vigilaban de cerca mis pasos para que fuera hasta la morada de Carelis, con o sin escolta debía ir allá, ya que lo que necesitaba para volver a Ariana a la normalidad lo tenía ella, sabía los poderes que Carelis tenía, así que debía tener mucho cuidado, no se si podría afrontar semejante prueba, pero si no lo hacía perdería a Ariana para siempre... Y eso me preocupaba más que la estúpida apuesta de Morfeo

Agua de MorfeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora