Capitulo 32

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-Mantenga bien amarrados a mis Chacales, guardia, no quiero que devore a mis invitados...aun- Dijo Marianne a uno de los guardias que azuzaba a uno de los chacales gigantes

-Si mi ama, como usted ordene- decía el guardia mientras presionaba un botón en su alabarda y de repente esta comenzó a soltar chispas eléctricas de colores que inmediatamente asustaron al chacal, retrocediendo casi hasta quedar al ras de la pared contigua a la puerta que custodiaban

Mathias observaba rápidamente a ambos Chacales y en su cabeza comenzó a formular una manera de escapar de Marianne y esos pérfidos animales lo ayudarían en su cometido, mientras Ariana observaba estupefacta la crueldad con la que se asustaba a los Chacales para evitar que estos los devoraran

-Ariana, me escuchas- Ariana se asustó al escuchar aquella extraña voz en su cabeza- no temas, soy yo Mathias, estoy usando un poder telepático para comunicarme contigo sin que Marianne o los Pitonisos puedan oírnos, tengo una idea para poder escapar de aquí sin Marianne y así continuar nuestro recorrido, esos chacales que custodian la salida de esta zona tienen una debilidad por el color rosa, por alguna extraña razón ese color los hace enloquecer, sé que tienes un lazo rosa guardado en el bolsillo que improvisaste con mi túnica, cuando te de la señal lo lanzaras al aire lo más fuerte que puedas y, cuando los Chacales se nos abalancen encima, aprovechamos la confusión y nos vamos por la cueva que está a nuestra izquierda

-Cual cueva, no veo más que un muro solido e impenetrable

-Es una cueva mágica, se activa ante unas determinadas palabras que conozco, descuida, ya tengo todo pensado, pero hazme caso y cuando te diga, lanzas el laso, solo así evitaremos que Marianne escape de este lugar

-Ok, está bien hagámoslo

Ya solo quedaban como unos 100 metros antes de salir por el enorme portón, se observaba en lo alto del portón a dos centinelas fornido que, al divisar que se acercaba Marianne, corrieron rápidamente a uno de los extremos del portón y, con una palanca, fueron abriendo lentamente la puerta, de donde unos dinwolfs salieron volando y se perdieron en la lejanía del lugar de donde veníamos, al frente se podía observar como una especie de selva con árboles retorcidos y flores exageradamente grandes simulando cayenas y calas, que se balanceaban de arriba a abajo como si fueran animales salvajes respirando de forma profunda.

-Ahora Ariana, hazlo

En ese momento, Ariana metió su mano en el bolsillo improvisado de su túnica, saco el lazo rosa y lo aventón en el aire con tan buena suerte que paso una ráfaga que lo hizo levantar aún más alto y que serpenteara en el aire como si tuvieses vida, en ese momento ambos chacales fijaron su mirada en el lazo y comenzaron a emitir unos bufidos pétreos que lentamente se convirtieron en estridentes ladridos, por lo que los guardias levantaron sus alabardas y, presionando otro botón, comenzaron a salir leguas de fuego de la punta de las alabardas con el fin de hacerlos desistir del comportamiento, pero ya era tarde: los animales habían prácticamente enloquecido y se lanzaban con tanta fiereza hacia donde estaban los muchachos y la Gorgona que la cadena que los sujetaba a la pared cada vez cedía un poco más del seguro que los mantenía atados hasta que al fin se rompieron y los chacales se les fueron encima, defendidos torpemente por los guardias de Marianne, que se vieron entre sus fauces y lanzados en el aire, Marianne se apartó rápidamente para evitar el ataque y Mathias agarro fuertemente a Ariana y corrieron a la izquierda del portón, hacia una parte del muro que tenía un curioso color verdoso que lo hacía discordante con el resto de la pared

-Es aquí cierto

-Sí, ahora apártate mientras digo las palabras- dijo Mathias mientras Ariana retrocedía algunos metros- Espectare tuti te mortis, salutamos a nostra sangri e a te e solo a te

De repente se comenzó a abrir un boquete en la pared verdosa y se veía un túnel de unos 50 metros con una luz violeta al final

-Es la hora, vámonos

-Vamos

-No tan rápido, bastardo lacayo de Morfeo

En ese momento veían con pavor como Marianne serpenteaba con una rapidez espeluznante hacia ellos

-No escaparan tan fácilmente de mí, seré la diosa de este mundo y el que sigue y tú serás mi llave a ese futuro glorioso

-Vámonos Ariana, corre

En ese momento ambos entran rápidamente, pero Marianne, en un arrebato de furia, lanza su zarpa hacia Ariana, logrando herir su brazo izquierdo antes de que el boquete se cerrara con la misma rapidez con que se abrió

-Lo siento mi reina, parece que su única vía de escape se ha ido para siempre

-Descuida, Cascibol, al menos logre tener un punto a mi favor, con ese rasguño muy pronto tendré a un muy útil vasallo que incluso el gran Mathias no podrá enfrentar fácilmente, QUE EL VALLE DE LOS GRITOS SEA TU TUMBA, BASTARDO DE MORFEO

Mientras Marianne se regodeaba en sus palabras, Mathias y Ariana seguían corriendo y, al salir de aquel túnel, vieron un pasaje aún más tétrico que todos los ya vistos en el laberinto: una serie de cañones altos y escarpados que tenían bordes muy angostos y se partían en el centro con un valle muy profundo del cual se oía cruzar un rio muy torrentoso

-Bueno, ahora viene una prueba dura- decía Mathias mientras contemplaba el lugar- estamos en el valle de los gritos, una zona del laberinto destinada a ser una especie de cuarto de tortura para los disidentes o peores criminales de Darknight, no será fácil salir y encontraremos peligros antes de eso, pero estoy seguro que juntos podremos...

No pudo continuar lo que decía, escucho un gemido de dolor atrás suyo y vio a Ariana tendida en una roca mientras sujetaba con fuerza su brazo izquierdo, Mathias se acercó para ver que sucedía y cuando este le tendió la mano, Ariana levanto lentamente su mano y dejo ver una herida semejante a un rasguño, pero que los bordes del mismo tenían una coloración verdosa muy brillante y se observaba como de los bordes del rasguño salían unas especies de grietas moradas que se expandían en su piel como si fueran las raíces de un árbol

-Oh no esto está mal, está muy mal- decía Mathias mientras su rostro se volvía muy alterado-Marianne te dio un zarpazo cuando huíamos ¿cierto?

Ariana asintió aun con rostro adolorido y Mathias reacciono más aterrorizado

-Ahora si estamos en serios problemas, Marianne tiene la capacidad mediante el veneno de sus largas uñas de convertir a otros seres en gorgonas serviles, es un proceso que lleva varias horas, pero cuando este esta completado, Marianne puede controlar la voluntad de aquellos que ha convertido, si no detenemos estos, te volverás una marioneta de la Gorgona y te habré perdido para siempre.

En ese momento Ariana abrió los ojos exasperada, mientras observaba la herida y luego a Mathias, se levantó lentamente y comenzó a hacer movimientos de negación con la cabeza y a sollozar profundamente mientras iba retrocediendo lentamente, Mathias se acercó y ella retrocedió bruscamente, viéndolo con profundo terror mientras su rostro estaba lleno de lágrimas, pero de un momento a otro este cambio y se tornó frio, su mirada se volvió velada y oscura, como cuando alguien ve próxima la muerte y se resigna de forma perturbadora a su llegada

-Mejor sigue tu recorrido- decía Ariana en una extraña combinación de miedo y resignación- lo importante es que uno de nosotros logre culminar las pruebas, una vez que lo logres, vencerás a Morfeo y todo volverá a la normalidad, y Megan y Romina volverán al mundo de los vivos, cuídalas mucho, Mathias

-Vamos no digas tonterías Ariana, hay una cura para lo que tienes y está en este mismo calabozo, solo debemos avanzar, sé que esta prueba te da miedo, pero juntos podremos seguir adelante, aun cuando parezca que todo se nos viene encima, hayaremos esa luz, solo confía en mi

Ariana vacilo por un instante, pero, sin cambiar su fría expresión, le tendió la mano y siguieron el recorrido, sintiéndose inquietos al ver como el aullido siseante de un Dinwolf les servía como un preámbulo de los horrores que vivirían en aquel lugar tan siniestro

Agua de MorfeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora