Capitulo 2

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Subimos las escaleras, eran alrededor de 32 escalones. Nos detuvimos frente a una puerta blanca, el giró el pomo de la puerta y cuando esta se abrió quede impactada ante la belleza de la habitación. Era grande a comparación de donde solía dormir en casa de mis padres, todo estaba decorado de manera lujosa, la habitación era beige con detalles en verde olivo… al parecer él no había olvidado mi color favorito.

― Esta será tu habitación, espero que te agrade― Dijo abriendo la ventana y amarrando las cortinas para que esas no se estuvieran moviendo.

― Es muy linda, gracias Thomas― Dije sonriendo pues en verdad estaba fascinada

Un momento… dijo ¿TU habitación? Eso significaba que ¿no compartiríamos? Mis plegarias habían sido escuchadas.

― Yo duermo en la habitación de enfrente― Dijo agachando la cabeza― Por si llegas a necesitar algo, sabes dónde encontrarme.

― Gracias― Dije con timidez.

No podía creer que desde que llegue a esta casa la única palabra que decía era gracias… si seguía así el no tardaría en recalcármelo.

― Vayamos abajo, quiero que conozcas a Dora y Alan― Dijo empujándome con la mano a la salida― Ahora eres mi esposa y por tanto ellos están a tus servicios.

Cuando llegamos a la cocina ambos estaban sentados en unas sillas y cuando nos vieron entrar se pusieron de pie con una gran sonrisa.

― Ella es Dora, es quien se encarga básicamente de todos las labores domesticas de la casa y en especial de cocinar. Ha sido como una madre para mí, por lo que espero que sepas llevar una buena relación con ella.

Dora caminó hacia mí y me dio un abrazo cálido.

― Bienvenida a casa, cariño― Dijo con amabilidad.

― Gracias― Dije una vez más.

― El es Alan, su esposo. Como ya te imaginaras él es como mi padre, pero no solo eso, también es mi amigo. El mantiene los jardines siempre verdes, además realiza trabajos de carpintería y muchas cosas más.

― Mucho gusto, señorita, estoy a sus ordenes― Dijo estrechando mi mando

― Gracias― Me preocupe cuando escuche como Thomas daba un respiro profundo, era obvio que estaba cansado de escucharme decir esa palabra.

― El camino de la Iglesia para acá es largo, ¿deseas algo de beber Abby? ―

Abrí mi boca a manera de sorpresa puesto que Dora sabia mi nombre.

― Hemos escuchado mucho de ti― Dijo Dora mirando a Thomas.

― No, gracias estoy bien― Dora rio levemente.

― No seas tímida― Dijo Dora llenando un vaso de agua

― Acostúmbrate Dora, Abby no habla mucho, o al menos no el día de hoy

― Lo lamento, Thomas― Dije apenada.

― No tienes porque disculparte― Aclaro su garganta― Dora, ¿te importaría si Abby se queda un momento aquí contigo?

― En absoluto. Pero por favor no me digas que vas a trabajar…acabas de casarte― Dijo Dora con cara de enfado.

― Solo iré al despacho a revisar unos papeles, no tardo más de 10 minutos― Dijo él con una media sonrisa.

Dora solo dio un pequeño gruñido y desapareció de la cocina, al igual que Alan quien dijo que tenía unas cosas que hacer.

― Cariño puedes tenerme confianza, tenlo por seguro. Ahora toma asiento, platiquemos―

Me senté regalándole una sonrisa, luego coloque mis brazos sobre la isla.

― Hoy preparare lasaña, la comida favorita de ambos, según me dijo Thomas― Dijo sacando todos los utensilios de cocina.

― No deberías molestarte―

― ¡Oh, claro que sí! No todos los días Thomas se casa… además se ve que eres muy linda tanto por dentro como por fuera.

― Gracias― Me sonroje

― Por favor no me agradezcas de todo― Dijo ella sonriendo

― De acuerdo…Dora… ― Dude por un momento ― ¿Solo viven ustedes tres en esta casa tan grande? ―

― Oh no… mi hija Kendall también vive aquí… solo que aun no sale de vacaciones de la escuela, pero pronto estará aquí― Dijo mientras guardaba los platos en la alacena.

― Oh, ya veo. ―

― Abby… se que Thomas puede parecer una persona mala, sin sentimientos, pero créeme que él no es así, te lo digo yo que lo he visto crecer. Dale un tiempo para que te muestre en realidad como es… estoy segura que terminaras amándolo-Dijo ella con una sonrisa de oreja a oreja.

Me quede callada y cuando estaba a punto de hacerle una pregunta, Thomas entro a la cocina.

― Ya regrese― Dijo sentándose a mi lado― ¿Han encontrado un buen tema para conversar?

― Algo así― Dijo Dora mirándome.

― ¿Te parece si vamos un rato al jardín en lo que la comida esta lista? ― Pregunto rozando mi mano.

― Yo… preferiría ir a mi habitación a desempacar― Dije levantándome. La verdad es que no quería pasar tiempo con él.

― Yo puedo hacerlo― Se ofreció Dora

― Es muy amable de tu parte pero estoy acostumbrada a hacer todo yo sola― Hice una mueca― Espero no te ofendas.

― Dora, por favor encárgate de sus cosas― Dijo Harry con voz recia. ― Pero…

El no me dejo seguir hablando, se levanto de su asiento, me tomo con delicadeza del brazo y atravesando la cocina me llevo directo al jardín.

― No me importa a lo que este acostumbrada― Dijo colocándose enfrente de mí― Ahora las cosas serán diferentes, te guste o no.

― Yo solo quería ahorrarle trabajo a Dora― Dije en apenas un susurro

― Pero ya has visto que para ella no es ningún problema, ¿o no? ― 

― Si… yo… lo lamento―

― Deja de disculparte por todo― Me tomo por los hombros― No soy tu dueño o amo como para que te sientas con la responsabilidad de pedir disculpas

Lo mire perpleja.

Amor SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora