Capitulo 24

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Ese comentario verdaderamente me hizo sentirme ofendida, obligándome a agachar la cabeza y apretar los dientes.

― Creo que eso no es de tu incumbencia, Caroline― Su tono era cortante y lleno de enojo.

― Tienes razón― Ella dio media vuelta y se dirigió hacia el jardín.

― Cuando te la presenté, yo jamás pensé que ella….― Danielle guardo silencio y puso su mano en mi brazo― Perdóname Abby

Un par de lágrimas habían desobedecido mis órdenes y por tanto escapado de mis ojos, las enjuague y levante la mirada.

― No te preocupes, Dani― Le sonreí

― Abby, debes ignorar cualquier comentario que salga de esa mujer… es simplemente odiosa y fastidiosa― Liam hizo cara de asco cuando lo dijo― Yo simplemente no la tolero… por ciertas razones.

― Ya he notado que es una mujer… un poco difícil de entender― Hice una mueca―

Thomas se puso en cunclillas para poder ver mi cara y acarició mi mejilla…enjuagando el rastro de una lágrima.

― Abby, amor mío…

Yo le sonreí y me levante del sillón, el enseguida me imitó.

― No tienes porque decir algo Thomas, lo importante es que yo soy tu esposa y no ella― Sentí como Liam y Danielle daban palmaditas en mi espalda a manera de aprobación.

― Y créeme que esa es la mayor alegría de mi vida, el tenerte como esposa― Me dio un beso en la mejilla

― Gracias― Dirigí mi vista hacia la bebe― ¿Y qué dices tú, Sammy, quieres conocer a tu tío Thomas― Mire a Thomas y el asintió así que con cuidado la puse en sus brazos.

― Es preciosa― La bebé abrió sus ojos― Tiene tus ojos liam y el resto del rostro es idéntico al de Danielle― Thomas sonrió inmensamente.

― Por lo tanto estoy seguro que será una mujer tan hermosa como su madre― Beso a Danielle

Los cuatro reímos y platicamos por un largo momento, hasta que nos reunimos con el resto de los invitados en el jardín. Realmente estaba disfrutando la reunión, la música era bastante amena y la familia Weig era increíblemente espectacular. Liam y Danielle habían invitado a unos cuantos amigos suyos y también eran muy agradables, todos los eran, menos Caroline.

¡Vaya que esa mujer no tenia escrúpulos! Había estado coqueteando con Thomas en cada oportunidad que se le presentaba. Pero afortunadamente para mí,Thomas era un hombre que estaba consciente de su situación actual y por eso jamás cedió ante aquellos coqueteos, por el contrario, se mantenía muy atento conmigo.

Finalmente llegó lo que yo más ansiaba… ¡la hora del postre!

― Esto esta delicioso, debes probarlo― Thomas puso un bocado de flan en mi boca

Y efectivamente estaba delicioso.

― Quiero más― Lleve mi cuchara a su plato y tome una porción― Los postres siempre son más deliciosos cuando son comidos de un plato ajeno― Solté una risita

― Pequeña bribona― haarry me dio un beso en la boca, lo cual provoco que el flan supiera exquisito― Tienes miel en los labios, delicioso― Enarcó una ceja que me hizo perder el control momentáneamente

― Hay muchas personas que nos observan― Dije mientras me recostaba en su hombro y cerraba los ojos― ¿No te importa?

― ¿Debería? ― Dijo el llevando la mano al bolsillo de su chaqueta― En un momento regreso cariño, tengo una llamada

Y tal pareciera que el cielo…el infierno en realidad, estuviera en mi contra. Pues en cuanto Thomas dio la vuelta para ingresar a la casa, Caroline se posiciono a mi lado.

― Pero miren nada más, ¡Si es Abby poca-cosa!― Dijo mientras torcía la boca

― Weig― La corregí con una inmensa sonrisa― Aunque te cueste más trabajo

― No es que me cueste trabajo, Weig. Es solo que ese apellido le pertenece a un hombre increíblemente guapo, agraciado, sexy, interesante y millonario― Me miró de arriba a abajo― En resumen, ese apellido debería ser compartido con una mujer como yo, ya que Thomas es mucho hombre para ti.

Mi sangre hirvió… podía sentir como mi temperatura corporal había aumentado. Si ella no cerraba su boca… yo me encargaría de cerrársela.

― Si es mucho hombre para mí, no me imagino cuanto será para ti― Esbocé una sonrisa― Seguramente descomunal

― Eres una tonta impertinente― Sus facciones se endurecieron― Por si no lo sabes, yo tengo algo en común con Thomas

― ¿Ah, sí? ― Elevé mis cejas― ¿Y qué es?

― Que siempre consigo lo que me propongo, y créeme, desde este momento me he propuesto quitártelo.

Por un momento mis rasgos faciales se relajaron, dando paso al temor.

― Vaya― Una amplia sonrisa apareció en el rostro de Caroline― Pero si te he dejado muda. ¿Por qué, acaso no te sientes lo suficientemente buena como para competir por Thomas?

Quería contestarle, quería dejarle en claro muchas cosas pero mi boca simplemente no se abría.

―Ella no necesita competir, Caroline― Dijo una voz masculina, con cierto tono de burla― Deberías aprender a cuidar más tus palabras, recuerda que ella es la esposa de Thomas― Se encargo de resaltar la palabra esposa.

Caroline se giro mientras ponía los ojos en blanco.

― Y tú deberías aprender a no meterte donde no te llaman, entrometido― Le dio unas palmaditas en la mejilla y camino hacia un grupo de invitados.

El tenía una cara de “sorpresa” en su rostro mientras la seguía con la mirada, hasta verla detenerse. Luego giro su cabeza hacia mí y sonrió ampliamente.

― Soy Zayn, tu cuñado― Estiro su mano― Por si no me recuerdas.

― Si te recuerdo― Tome su mano― Es solo que me ha costado trabajo asimilar las palabras de Caroline.

― Que desgracia conocerla, ¿no crees? ― Rió con total libertad― No deberías dejarte de ella, digamos que se alimenta de intimidar a las personas― Inclino su cabeza en dirección a ella― Debió quedarse en Europa.

― Tú la conoces bien, supongo― Fruncí el entrecejo

― Desafortunadamente si― El me miro confundido― Supongo que Thomas… bueno nada, olvídalo― Miró para todas partes― ¿Dónde está Thomas?

― Oh, bueno el ha tenido que atender una llamada, no debe tardar en regresar―

― Bueno, en lo que el regresa preferiría que te unas al resto de la familia, para que no tengas otro encuentro desagradable con Carolibruja― Soltó una carcajada juguetona

― ¡Papá, papá! ― Gritaron unas pequeñas vocecitas

Zayn se giró y se puso en cunclillas para recibir en sus brazos a un pequeño niño y a una pequeña niña.

― Traviesos, ¿Dónde han dejado a su mamá? ― Pregunto Zayn mientras tomaba las manos de los pequeños

― ¡Ahí viene! ― Dijo sonriente el niño

― Estos niños van a matarme, son bastante escurridizos― Exclamo una bonita mujer, quien tenía una amplia sonrisa en su rostro e iba a juego con unos ojos resplandecientes color miel. Su cabello ondulado era castaño y caía hasta poco antes de su cintura.

― Si que lo son― Zayn se puso de pie y mi miró― Abby, ella es mi esposa Alice. Y estos diablillos mellizos de cuatro años son mis hijos, Mike y Becca.

― A veces son angelitos, pero solo a veces― Alice me dio un abrazo y tomo mi mano― Lamento no haber asistido a tu boda, los niños tenían fiebre ese día

― Oh, no te preocupes, zayn nos lo explicó― Sonreí― Me da gusto conocerte, Alice

― ¿Quién es ella? ― Pregunto Becca―

― Ella es Abby, tu tía. Es la esposa de tu tío Thomas.

Apenas menciono el nombre de Thomas, los dos pequeños dieron saltitos para que yo los levantara. Siéndome imposible levantar a ambos, Thomas hiso acto de presencia.

― ¡zayn! ― Con una inmensa sonrisa en su rostro Thomas abrazo a su hermano y le dio un par de palmaditas en la espalda― Que gusto verte después de tanto tiempo

― Lo mismo digo hermano, lo mismo digo

― También es un placer verte a ti, Alice― Thomas le dio un abrazo de bienvenida que fue interrumpido por Mike y Becca―

― Tío Thomas, tío Thomas abrázame― Mike levanto sus brazos y puso una mirada a la cual era imposible resistirse―Thomas lo tomo en brazos y Becca hizo un puchero, por lo que yo la levante e inmediatamente sonrió.

― Papá dice que Abby es tu esposa― Mike me miro y luego miro a Thomas― ¿Es verdad?

― Si, es verdad― Thomas comenzó a reír― Y puedes confiar en ella, es igual a mi…inclusive mejor

― Entonces desde este momento eres mi tía favorita, solo no le digas a tía Danielle, porque ya no me dará dulces―

― Tranquilo tu secreto está a salvo― Guiñe un ojo―

Horas después llego el momento de retirarnos, y nos despedimos de todos. Annie me había dicho que le gustaría comer conmigo el día miércoles, por lo que teníamos una cita.

Al llegar a casa, Thomas se dirigió a su despacho y yo fui al comedor, en donde Dora Alan y Kendall se encontraban hablando.

― Abby― Alan asintió con la cabeza

― Hola― Sonreí levemente

― ¿Y Thomas? ― Preguntó Kendall levantándose de la silla

¿Por qué no me sorprendía que Kendall preguntara por Thomas antes que cualquier cosa?

― Esta en su despacho―

No necesite decir más para que Kendall saliera corriendo, literalmente, del comedor.

― ¿Pasa algo? ― Me dirigí a Dora y Alan

― Tenemos que salir de viaje― Dora sonrió― Será la reunión familiar de cada año

― Eso suena emocionante― Hice una mueca― ¿Y hay algún inconveniente?

― No en realidad. Es solo que nos gustaría hablar con Thomas, para ver si no hay problema.

― Bueno, iré a avisarle ― <<Y de paso lo mantengo alejado de Kendall>>

Salí del comedor y fui directo al despacho, sin escalas. Llame a la puerta e inmediatamente Thomas la abrió

― Abby, adelante― Thomas sonrió

―Dora y Alan necesitan hablar contigo, Thomas― Entonces escuche sollozos, me gire y pude contemplar a Kendall que estaba hecha un mar de lágrimas.

― ¿Está todo bien? ― Mi voz sonaba suave― ¿Qué pasa, Kendall?

Pero ella ignoro mi pregunta y me miro fríamente. Era más que obvio que se estaba molesta porque yo había interrumpido su conversación con Thomas.

― Se irá de viaje, cada año su familia se reúne y convive. Pero esta vez ella no quiere ir―

― Quiero quedarme aquí― Kendall abrazó a Thomas― Contigo…

Apreté mi mandíbula superior con la inferior. Esto era el colmo.

― No creo que sea buena idea― Levante la voz― Después de todo te aburrirías. Thomas y yo trabajamos la mayor parte del día, lo sabes.

Nuevamente ella me ignoró. Apretó sus labios y me contestó de una manera que yo, sinceramente, no esperaba.

Amor SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora