Capitulo 19

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Yo me quede paralizada y por alguna extraña razón que desconocía no podía apartar mi vista de la de él.



― ¿Qué? ― No lo dije, pero mis labios lo articularon, el sonrió y aproximo su boca a la mía.



― Siempre soy yo el que te besa, ahora quiero que sea al revés―Rozo levemente mis labios y yo contuve la respiración― Vamos, hazlo.



¿Cómo podría resistirme a no besar sus labios? Si su sabor me hacía perder la cabeza y después de todo tenía razón, el siempre me besaba. Ya era hora de que yo lo besara a él.



Con un movimiento lento cerré el espacio entre nosotros y pase mis labios por los de él tiernamente. El también me besaba de la misma manera haciendo que yo no tuviera intención de terminar el beso.



― Quiero que disfrutes del beso, no pienses en nada más― Dijo mientras me levantaba de la silla y me apretaba a su cuerpo.



El puso su mano en mi nuca y comenzó a besarme. Pero este beso era diferente, estaba lleno de pasión... sus movimientos en mi boca eran alucinantes y sensuales. Lentamente bajo su boca a mi garganta y yo lo tome por los hombros.



― Thomas― Dije mientras me retorcía entre sus brazos―



― Permíteme demostrarte todo el amor que te tengo― Imploró Thomas― Sin reservas



Yo entre en pánico. La vez que había pasado algo parecido a esto fue en Hawái y...por suerte el mismo Thomas fue quien evito que termináramos...pasando la noche juntos. Pero esta vez estaba siendo mucho más directo, solo que había algo que Thomas ignoraba. ¿Cómo se suponía que le diría que yo aun era virgen?



El levanto mi blusa un poco y me tomo por la cintura, al sentir el recorrido de sus manos mi piel simplemente comenzó a arder. Luego sus labios pasaron de mi garganta al mentón y luego a la boca, con suma delicadeza mordió mi labio inferior.



― ¿Quieres continuar aquí o vamos a mi habitación? ― Su mirada era intensa y su voz entrecortada



― Yo tengo que decirte algo, Thomas― Trate de zafarme de sus manos pero el simplemente no me dejo.



― Amor, creo que esta vez nada podrá detenerme de tenerte entre mis brazos toda la noche― Me beso mientras pegaba su cuerpo aun más al mío



Me quede en silencio, solo se escuchaban nuestras respiraciones y el sonido de la boca de Thomas contra mi piel.



―No me has respondido― Acarició mis labios― ¿Está bien si seguimos aquí?



― Yo preferiría ir a tu habitación― Trague saliva, necesitaba ganar tiempo―



― Bien― Dijo sonriendo



Un sentimiento de posesión feroz se apoderó de él cuando la levantó en brazos, por lo que sintió la necesidad de subir las escaleras con paso acelerado. Era más que obvio que Abby no había logrado ganar tiempo alguno. Cuando Thomas estuvo frente a la puerta giró la perilla con un movimiento bastante ágil, considerando que el la tenía entre sus brazos. Habiendo entrado, recargo su cuerpo



contra la puerta provocando que se cerrara y sin perder más tiempo la deposito con cuidado en su cama.



El me miro durante unos segundos y al notar mi respiración acelerada sonrió y después camino hasta la cama.



― Abby― Dijo tumbándose a un lado de mí― No sé cuánto tiempo más pueda aguantar.



Luego con demasiada sutileza me tomo de la cintura y me puso lo más cerca que pudo de él, con sus manos dibujo el contorno de mi cara mientras sus ojos brillaban y me miraban con ternura e intensidad. Apretó sus labios contra los míos y susurro palabras que me costó trabajo entender.



― ¿Qué? ― Pregunte con un hilo de voz―



El solo sonrió y siguió besándome lentamente.



Comenzó a abrazarme fuertemente mientras jugaba con mi cabello, yo solo lo miraba e intentaba concentrarme en cómo decirle que yo aun no estaba lista, que me daba un poco de miedo y más teniendo en cuenta de que...era mi primera vez.



― Thomas, espera― Me zafe de sus brazos y me puse de pie― Tienes que saber algo antes de continuar



― ¿Y qué es? ― Pregunto hincándose sobre la cama



― Yo... yo― Agache la mirada― Yo aun soy virgen.



Hubo un enorme silencio en la habitación y yo aun no tenía valor suficiente como para mirarlo a los ojos. El deslizo su mano por mi mentón y me hizo fijar mi vista en la suya.



― Me lo has dicho justo a tiempo, la verdad es que yo deseaba...hacerte de mía y debido a que he esperado durante mucho tiempo...― Se sonrojo



Yo lo mire confundida, el al ver mi cara hizo una mueca



― Si lo hubiera hecho... te habría lastimado, Abby― El me abrazo― Será mejor que no sigamos, creo que en mi estado no podré contenerme mucho que digamos



Sentí como mis pulmones se llenaban del olor tan peculiar de Thomas y me sentí relajada al saber que después de todo... esta noche me había salvado.



― ¿En serio? ― Pregunte levantando las cejas



― Si en serio― Me dio un beso en la mejilla― Ya vendrá nuestro momento especial, si he logrado esperar todos estos meses creo que puedo esperar un poco más―



― Gracias― Me acerque a él y le di un beso



― Creo que eso no me ayuda en estos momentos― Su cara se torno aun más roja, parecía un niño pequeño avergonzado― Solo te pediré un favor, y es que a partir de esta noche duermas aquí.



Mi estomago se hizo diminuto y mis manos temblaron. Tarde uno momento en asimilar su propuesta pero entonces no me quedo más que aceptar.



― Esta bien, iré por algunas cosas a mi habitación― Me dirigí a la puerta



― Yo te acompaño― Tomo mi mano y me siguió.



Esa noche dormimos juntos, el estaba cerca de mí y rodeaba mi cintura con su brazo, mientras que yo me quedaba muy quieta. Deseaba dar la vuelta y besarlo pero no lo hice.



Amor SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora