El volante.

4.8K 195 1
                                    

Capítulo 98


Nos despedimos de Zayn, Marcie y Niall. Fue algo dramático por parte de mi amiga, como siempre. Pero aún debía asistir a mi rehabilitación aquí, así que por ahora no podía volver a Los Angeles. 
Tampoco es como si tuviera muchas ganas.

Zayn se despidió de Harry con un abrazo y luego, curiosamente noté que había metido un papel en su bolsillo.
Besó mi mejilla, y los tres emprendieron el rumbo hacia su vuelo.

Louis llevaba mi silla e iba hablando con Harry por detrás de mí.
Mañana sería mi cita con el doctor Kennal. Él me había dicho que si había recuperado la sensibilidad, también era posible que pudiera volver a caminar.
Luego de todo lo que había sucedido yo casi no tenía esperanzas, sin embargo, lo intentaría.

Al llegar a casa, Louis fue por una ducha, comentándonos que más tarde vendrían sus amigos de la universidad.

-¿Cómo te sientes?- preguntó Harry. Desde que habíamos vuelto del aeropuerto que no le dirigía la palabra, ni a él, ni a nadie.

-Bien.
Me quedé en silencio nuevamente. Me dije a mí misma que estaba siendo jodidamente fría desde la noche anterior pero no podía evitarlo. No estando postrada en esta mierda.

-Lo siento- dije en voz baja y lo tomé por la mano antes de que se alejara. Él se puso de rodillas a mi lado y acaricié su mejilla. 
Sus gemas verdes me observaron y recordé porqué me había enamorado tanto de él.

Era el único que podría hacerme sentir de esa manera con tan sólo mirarme a los ojos.

Mi mano derecha jugó con su cabello rebelde y con la otra lo atraje por el mentón.
Tomé su labio superior entre los míos y tiré de él. Él encerró mi inferior entre los suyos y comenzó un lento y suave beso. Su lengua asomaba delineando el contorno de mi boca.

Alguien se aclaró la garganta a nuestras espaldas.
No me aparté. No tenía ganas de hacerlo.
Continué besándolo y luego de un momento, él me soltó.

-Louis- dijo él y lo vi casi sonrojarse. Solté una risita.
Ladeé la cabeza para encontrarme con mi primo cruzado de brazos.

-Aún no puedo creer que hayas crecido tanto, pancake- se quejó moviendo la cabeza, indignado. –Mis amigos estarán impresionados cuando te vean.
Harry soltó un bufido y yo reí.

-¿De quién hablas?

-¿Recuerdas a Ian y Stiff?
Hice una mueca.

-Bien, quizás cuando los veas los recuerdes. Iban con nosotros a la preparatoria. 

-¿Ian no era aquel apuesto jugador de fútbol americano?
Louis sonrió en respuesta.
Harry dijo algo entredientes y se marchó a la habitación.

Me reí en voz baja observando a Louis que también lo hacía.
-No lo hagas sentir celoso, ____________, soy hombre y créeme que no termina bien cuando un tipo está celoso. 
Asentí divertida.
Dirigí mi silla de ruedas a la habitación.
Harry estaba recostado boca abajo, y me ignoraba.

Me transporté hasta el armario y con dificultad tomé un sweater de lana pasándolo por mis hombros. Estaba haciéndose de noche y comenzaba a refrescar.

-¿Sería muy irónico si digo ‘¿Vamos a caminar?’? 

-Deja el humor negro- masculló con su voz ahogada por la almohada.
Solté una carcajada.

-Vamos, quiero estar contigo a solas.

-Ya estamos solos.
Fruncí el ceño ante sus negativas.

-Solos, sin Louis cerca.
El giró sobre la cama y me observó.

-Es tarde y hace frío, cariño.

-Iré sola. 
Él no me dijo nada y yo solté una carcajada interiormente.
Giré mi silla y abrí la puerta de la habitación.
Estaba a punto de llegar a la salida cuando escuché sus pasos detrás de mí.

-Está bien. Tú ganas.


(…)

-¿De qué trataba el papel que te dio hoy Zayn?- pregunté mientras observábamos la vista al parque. 
De noche –y aunque estuviéramos casi congelándonos- parecía mágico.
El se puso tenso.

-Nada importante.

-¿Pero qué era?- insistí.

-Lo tiré, ya ni lo recuerdo.

-No mientas tan descaradamente- dije divertida.
El rizado soltó un suspiro. Llevaba la misma chaqueta que aquella tarde así que tomó el papel de su bolsillo y me lo entregó. Era un volante.

Mis ojos se cristalizaron, nostálgicos.

One and Only.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora