-Mierda.

4.3K 160 0
                                    

Capítulo 76



{Narra Harry}


Marqué su número por milésima vez antes de darme por vencido.
Había sido el mayor idiota en la faz de la tierra.
Por segunda vez estaba perdiendo a la persona que más amaba, y todo por un estúpido y ridículo enfado. 

Intenté mantener la calma mientras llamaba a sus padres.

-Hola señor Liejett, habla Harry- dije cuando él atendió. De seguro estaría preguntándose qué diablos hacía llamándolo a tales horas.

-Hola Harry- contestó él secamente. –Sí es por ___________, no quiero escuchar nada de ella por el momento. Así que…

-Por favor- lo interrumpí. –Ella y yo… discutimos. Se fue con Marcie, y temo que haga algo malo.
Pensé en las obvias posibilidades. Emborracharse, terminar en brazos de un pervertido… y de repente me golpeé por haber sido tan estúpido.

-Ya no es mi problema, Harry. Hoy ella me ha dado la mayor de las decepciones. Y también me decepciona de ti, hijo. Creí que eras alguien decente. Olvídate de ella y vuelve con tu esposa.
Aquello me partió el corazón pero debía tener la cabeza fría.

-Bien señor Liejett. Lamento haberlo molestado. Que tenga una buena noche- corté la comunicación y tecleé nerviosamente el número de Marcie al que ya había recurrido antes pero seguían sin atenderme.
Luego de cuatro o cinco tonos, me atendió.

Se escucharon unas risas, música, y luego su ebria voz al teléfono.

-¿Sí? 
Colgué.
Sabía dónde estaban. 

Tomando las llaves del mueble, me dirigí al coche y conduje como un loco a ese maldito antro. 
Ya era la segunda vez que me pasaba aquello. Tener que ir a rescatarla de Anacks y su interminable lista de pecados.
Pero no me importaba.
La rescataría cuantas veces fuera necesario, porque de alguna manera, ahora era todo para mí.

Había tenido razón en lo dijo de Becca, ¿por qué diablos la consolé? Fue estúpido ir detrás de ella, pero sentí que debía hacerlo. Al menos aquella última cosa por ella.
Finalmente me estacioné a dos manzanas, frustrado por no haber encontrado sitio para aparcar. 

Corrí la distancia que me alejaba del antro como si estuviera persiguiéndome el diablo.
Luego de pagar la entrada, y mostrar aquel poco usado carnet de socio, caminé por los conocidos pasillos oscuros. Busqué en el escenario y alrededores pero no reconocí ni a ___________ ni a Marcie.

Fui hasta la barra con el corazón en la boca.

-Fred- dije llamándolo y él me observó extrañado. Probablemente ni se acordaría de mí. De todos qué diablos que importaba. – ¿Has visto a __________ o a Marcie?
Me miró desconfiado.

-Soy el novio de _____________- aclaré impaciente.
Él casi soltó una risita.

-Oh sí, han estado hace una hora o dos por aquí. Pidieron varios tragos- me dijo señalando a una mesa llena de botellas vacías. –Amigo- dijo casi con confianza y me miró confidente. –Yo creo que no deberías estar con ____________, hace un rato la vi con otro tipo que usualmente asiste aquí.

Cerré los puños y fruncí el ceño.
Tragué saliva pero luego recordé que ella iba borracha. 

Sonaría mal pero estaba rogando al cielo por un lado que estuviera ebria, entonces ella habría estado con ese tipo sin pensar, y por otro que no lo estuviera, porque en ese caso él podría abusarse de ella, y estaría completamente indefensa.

-Gracias.
Caminé por el lugar, recorriendo cada maldita mesa, ignorando cada stripper o prostituta que se me acercara.
Me pareció ver un destello rubio en un reservado y me acerqué rápidamente.

Marcie besaba a un tipo de unos treinta y tantos años. 
La tomé del brazo apartándola.

-Dime que estás borracha- rogué por ella también, ya que si no estaría engañando a Niall.
Ella soltó una carcajada y se abalanzó a mis brazos.

-¿Qué?- balbuceó riendo y perdiendo el equilibrio. 
Joder.

La tomé en mis brazos y la llevé hacia un reservado vacío.
Marcie se desplomó sobre el asiento doble y comenzó a vomitar. Oh genial…

Marqué a Niall.
-Amigo, debes venir ahora. Marcie está completamente ebria y yo debo buscar a ___________- le dije en tanto atendió.
Unos veinte minutos después en los que me carcomí pensando que estaba perdiendo el tiempo junto a una ebria que ni siquiera era mi novia, llegó Niall y se ocupó de la rubia.

-No tengo idea dónde puede estar _____________- dije al borde del colapso. –Sé que no se ha ido, pero he revisado en todos lados y…

-¿Qué?- preguntó Niall alzando a Marcie en sus brazos.

-Mierda.
Corrí a través del gigantesco lugar, con el corazón en las manos. Atravesé aquel pasillo que recordaba vagamente. Ese día en que ____________ bailó para mí por primera vez.

Busqué habitación por habitación, vergonzosamente interrumpiendo actos de los que mejor ni pensar.
Luego de revisar al menos cinco habitaciones, la encontré.
Y casi me muero de la rabia, el enojo y la tristeza cuando la vi.

Estaba acostada en la cama, y sólo llevaba su ropa interior.
Liam estaba encima de ella besando cada parte de su dulce cuerpo.

One and Only.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora