-Es imposible.

4.8K 188 0
                                    

Capítulo 101

{Narras tú} 

-Casi me matan de un infarto, idiotas- nos reprochó Louis dejándose caer en el sofá luego de mi rápida explicación sobre la movilidad de mis piernas. Entonces me observó. –Estoy que no me lo creo. Debes ver a un médico, esto no es normal.

Puse cara de pocos amigos.

-No me importa si es normal o no, Louis- le dije bruscamente. –Mírame. Estoy sobre mis propios pies, puedo caminar. Esto es lo único que me importa.

Mi primo asintió poco convencido.

-De todos modos, asistirás a la cita de mañana, ¿bien?

Asentí a regañadientes.

Harry tenía envuelta mi cintura con su protector brazo cuando lo sentí tensarse.

-Oh Dios, ¿ésta es pancake? ¡Mira cómo has crecido!

De pronto me vi sofocada por los gigantescos brazos de alguien más. Me aparté para ver su rostro y entonces un mar de recuerdos me inundó. 

-¡Ian!- lo abracé mientras reíamos. 

Ian era uno de los amigos de Louis en secundaria, solía ser el típico bromista del salón, y siempre nos habíamos llevado muy bien.

-Louis tenía razón. Estoy sorprendido, pancake, ¿cómo has estado?

Sentía la tensión de Harry detrás de mí por lo que me aparté un poco y sonreí.

-Pues genial, de hecho ahora mejor. Es una larga historia- expliqué con una risita y tomé la mano de Harry. –Supongo que no se conocen, él es Harry- lo presenté con una sonrisa. –Mi novio.

Ian parecía sorprendido pero sin embargo estrechó la mano de Harry con una sonrisa divertida. 

Harry en cambio parecía reacio a decir una sola palabra.

Puse los ojos en blanco y le di un apretón de confianza.

-¿Qué tal si vamos a la cocina y apostamos en una partida de póker? – preguntó Louis y sonreí sabiendo que él conocía y admiraba mi lado competitivo.

Le eché una miradita a Harry y él asintió suspirando.

En la cocina, pronto reconocí a Stiff. 

Era otro de los amigos de Louis, pero éste era un poco más intelectual. En realidad formaban un trío excelente.

Recordaba interminables tardes juntos.

(…)

Aguardaba nerviosa en la sala de espera. No entendía el origen de mi preocupación, quiero decir, podía caminar, no necesitaba más explicaciones.

Pero el hecho de tener que escuchar una me atemorizaba. Como si mis piernas fueran a perder la fuerza en un segundo. 

Una enfermera salió por el pasillo y se quedó frente a las pocas personas que nos encontrábamos allí. Tanteó su lista.

«No digas Liejett, no digas Liejett.»

-Liejett- llamó ella observando a todos en general.

Solté un suspiro.

Harry apretó mi mano y me puse de pie siguiendo a la enfermera, quién me había mirado sorprendida cuando me levanté por mi propia cuenta.

Entré a la habitación con las extremidades temblando. Harry besó mi frente conteniéndome. Esto había sido una mala idea.

El doctor Kennal, que revisaba sus expedientes levantó la mirada un segundo y volvió a bajarla. Y como si hubiera caído en la cuenta tarde, me miró de nuevo.

-Es imposible.

One and Only.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora