Tengo miedo.

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Capítulo 105 


-Tengo miedo- confesé en su oído.

Estábamos cómodamente abrazados en la hamaca en el jardín trasero de mi casa. La luna iluminaba tenuemente el ambiente, y el sonido de los grillos, y el tráfico lejano nos hacían compañía.

Mis padres estaban en una fiesta y teníamos la casa para nosotros solos.

-Estamos juntos- respondió él y besó mi frente. –Prometí que nada nos separaría. Estamos juntos- repitió. –Y te amo más que a nada.
Me quedé en silencio observando sus ojos verdes, sintiendo aquella familiar sensación de necesitar más oxígeno de lo usual. Harry me miraba fijamente y yo me sentía abrumada, sin embargo segura.

Era fácil perderse en aquella burbuja de intensidad privada.

-Agradezco al cielo cada momento que hemos pasado juntos, y también a Zayn y a Marcie.

-¿Por qué?- pregunté divertida.

-A Zayn por haberme obligado a ir a Anacks y a Marcie por haberse lamentado contigo de mi rechazo. Y a ti por venir a vengarte en nombre de tu amiga.

-Ésta es la parte dónde te confieso que sólo quería romper tu corazón- bromeé y él me mostró su sonrisa de lado. –Es mentira. Yo también agradezco eso. Incluso a Becca- pronuncié su nombre con recelo. –Puede que la odie, pero sin ella tú no hubieras llegado a mi vida.

Él lo consideró.
-Mañana cortaré todo vínculo con ella, y podremos empezar nuestra historia de amor- dijo riendo.

-¿Comenzar? Yo creo que ya vamos a medio camino, amigo. 
Harry asintió con una sonrisa. Luego se quedó pensativo.

-Éste no será el típico divorcio triste- comenté cuando él me sentó sobre su regazo.

-Créeme que no- murmuró divertido. –Y más aún porque esto será lo que me da el paso a casarme contigo.
«Casarme contigo. Hmm…»

Harry besó la piel de mi cuello, y sorpresivamente, mordió, succionando fuerte. Gemí acalorada arqueando mi cuello y apoyando la cabeza sobre su hombro.

-Tenemos la casa para nosotros solos- le recordé en voz baja.

-Dios bendiga las fiestas a las que asisten tus padres- dijo dramáticamente y me puso sobre su hombro, palmeando mi trasero. 
Reí mientras me llevaba de camino a la casa.

Aquel hombre me volvía loca, y estaba segura de que tendría aquel jodido y perfecto efecto sobre mí, el resto de mi vida.




(…)


Marcie tenía mi mano entre las suyas. Ambas íbamos vestidas de camisa blanca, pero ella llevaba una falda ajustada y negra, y yo una más formal de color gris oscuro.
Harry se encontraba junto a Becca frente a una señora que parecía ser la más miserable millonaria en el planeta.

Becca estaba seria y se negaba a mirar a Harry. 

El alivio me invadió cuando la vi firmar los papeles, y luego él lo hizo también.
El rizado le dio un beso en la mejilla, y ella sonrió secamente, apartando la mirada.
Aquella fue la última vez que la ví. 

Harry le agradeció a Georgina, quién luego de despedirse de él, se quedó hablando con la juez.

Finalmente él se acercó a mí, y me miró serio.
-Vamos rápido afuera- me pidió tomándome de la mano y alejándome de Marcie que me miraba con una sonrisa. 

Me arrastró fuera del estudio jurídico y una vez que estuvimos en la acera, me envolvió en sus brazos.

Me fundí en su abrazo, disfrutando de su aroma, y el latido frenético de mi corazón contra su pecho.

-Soy tuyo. Ahora soy completamente tuyo- dijo con una sonrisa y me besó. Tomé su rostro entre mis manos acercándolo a mí, y luego hundí mis dedos en su cabello desordenado.

-Aún no- murmuré divertida contra su boca.
Él soltó una risita.

-Eso no es problema.
Se apartó un poco y lo vi ponerse de rodillas. 
Sentí el corazón en las manos cuando sacó de su bolsillo una pequeña cajita de terciopelo negro. La abrió y sin dejar de mirarme, un hermoso anillo de compromiso relució ante mis ojos.

-No puedo prometerte ser el mejor esposo, pero sí... estar siempre a tu lado, y amarte con cada fibra de mi ser –mis ojos se llenaron de lágrimas y el continuó con una sonrisa. –Te conocí como stripper y me embrujaste, luego como artista y admiré cada cualidad tuya, y finalmente te conocí a ti, como eres en realidad, y me di cuenta de que he encontrado lo que desde un principio busqué. Eres tú. Sólo eso necesito para ser feliz. A ti. Y si me dices que no ahora, te lo volveré a pedir, así que… - añadió y solté una carcajada. –Cásate conmigo, por amor de Dios, ________ Liejett.

-Eres el único demente que le pediría matrimonio a una mujer luego de haberse divorciado de su ex – le dije negando con la cabeza. –Pero por supuesto que voy a casarme contigo.

Harry se puso de pie y me tomó en sus brazos. Me besó y por fin lo sentí libre de tensiones y preocupaciones. Finalmente éramos sólo él y yo. Y a partir de ahora, para siempre.

One and Only.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora