¡Te mataré, zorra!

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Capítulo 100



-¡Deja tu filosofía, Freud! ¡Mis piernas no son la mierda que creía!- grité más feliz que nunca mientras enroscaba mis piernas alrededor de su cadera y atraía su rostro hacia mí. 

La adrenalina corría por mis venas. Aquella definitivamente había sido la mejor noche de toda mi vida. El subidón de alegría que había tenido al ser consciente de que mis piernas volvían a ser las mismas de antes. Sin dolor, sin tensión, absolutamente nada.

Sólo había tenido que desearlo para que suceda. Con incredulidad volvía a sentir la fuerza de mis extremidades, sintiendo mi peso y sin ningún esfuerzo.

Harry había intentado darme una explicación lógica al asunto diciendo que todo se originaba en un hecho traumático que se alojaba en mi inconsciente y qué se yo que otra chalada.

Lo único que concebía mi mente era el hecho de que mis piernas me llevaban de nuevo de aquí para allá, y ni siquiera me había molestado en llamar al empleado por mi silla de ruedas.

La gente me miraba mientras salía del teatro, creyendo que los habría engañado para no tener que esperar la fila, pero me importaba una mierda lo que pensaran. 
No había dejado de besar a Harry desde que había intentado moverme y lo había logrado como si siempre hubiera estado ese poder allí.

-No puedo creerlo, realmente, esto… ¡Dios!- le dije eufórica sin dejar de observar mis pasos sobre la acera. 
Y lo más loco de esto es que ni se sentía raro caminar luego de tanto tiempo. Simplemente sorprendente.
Él entrelazó nuestros dedos y me atrajo por la cintura.

-Sabía que lo lograrías, princesa, siempre he confiado en ti. 
Me detuve tomándolo por el bordillo de la camisa y lo atraje hacia mí. Sus brazos se envolvieron alrededor de mi cintura.

-Te amo- murmuré y lo besé. Él dejó caer su cabeza levemente hacia un lado mientras yo devoraba su boca en un profundo beso y mi mano acariciaba su cuello con suavidad.

-Lo único que deseo ahora es que seas completamente mía- susurró y sentí la piel de mi cuello erizarse. Una descarga eléctrica recorrió mi columna.

-Ya lo soy- dije en voz baja con mi frente sobre la de Harry. Sus largos dedos encontraron mi piel desnuda por debajo del sweater y me estremecí. Acarició justo allí sobre el hueso de mi cadera.

-No. Quiero casarme contigo.
Sonreí juguetonamente. 

-Tú sólo di cuando.
El soltó una carcajada y su boca recorrió por debajo de mi oreja.

-En cuánto me deshaga de ella te juro que si es necesario te llevaré a rastras a una iglesia.
Reí y luego me detuve sorprendida.

-¿Qué no es pecado eso de casarse por segunda vez?

-Técnicamente no, fue una boda civil la que tuve con Becca, sólo se trata de papeles. 

-¿Quieres decir que debo vestirme de blanco y todo eso?- pregunté horrorizada y él rió.

-Puedes vestirte de rojo en la noche de bodas si quieres…
Le di un codazo en las costillas.

-Una stripper pasando por el altar- dije con ironía, él sonrió.

-Aún no puedo creer que hayas dicho que sí- dijo y me abrazó por la cintura dándome vueltas. Solté gritos y risitas. 
Estábamos en una avenida y pese a que era de noche, la gente pasaba apurada, cada una metida en su asunto. 

-Es una oportunidad demasiado tentadora… ser la señora Styles… Hmmm… 
Harry rió y continuamos caminando de nuevo al apartamento iluminados por las luces de la ciudad, y muy escondida en el cielo –tras densas nubes- la luna.


(…)


-Vamos a darle una sorpresa a Louis- le dije cuando llegamos a casa y Harry asintió acercando su oreja a mi oído para escuchar el plan.


{Narra Louis}


Estábamos en un pleno partido de póker en la mesada de la cocina cuando una voz se escuchó en el pasillo. Les hice una seña a mis compañeros y dejé la cerveza sobre la mesa.
Me dirigí al pasillo y allí entraba Harry, con __________ muy enfadada en brazos.

-¡No puedo creer que hayas sido tan torpe!- se quejaba ella viéndolo furiosa. Él parecía ajeno y distante.

-No es mi culpa que olvides que vas en una silla de ruedas.
Ella lo fulminó con la mirada y me acerqué.

-¿Qué sucede chicos?- pregunté arqueando las cejas hacia el novio de mi prima.

-Harry se ha dejado olvidada mi silla en un restaurante y la han robado. 
Miré a Harry atónito. Éste depositó a ________ con torpeza sobre el sofá y se alejó.

-Tu prima es la idiota a la que se le ocurre dejar una silla de ruedas fuera del restaurante.
_____________ sacó un teléfono de su bolsillo.

-¿Cómo me has llamado?- preguntó con una mirada ácidamente desafiante y se inclinó sobre la mesita.
Observé la situación, confundido.
_____________ sostenía el móvil sobre la pequeña pecera.
Harry se puso pálido.

-No juegues con eso, allí tengo contactos importantes, ____________- dijo llamándola por su nombre completo en vez de aquel dulce diminutivo.

-Oh, quizás soy demasiado idiota… -dijo ella sin dejar de mirarlo. El fantasma de una sonrisa amagó en su rostro. –Ruégame perdón u olvídate de tus queridos contactos importantes- ordenó enfatizando cada palabra y dejó el teléfono a centímetros del agua.
Quise intervenir pero ella me cayó con una mirada.
Harry negó con la cabeza, bufando ante la ridiculez del asunto.
La punta del móvil de Harry rozó el agua.
Éste se enfureció.

-¡Deja eso!

-¡Pídeme perdón!- exigió la morena.

-¡No!
______________ arqueó una ceja pero Harry no cedió. Sus dedos tintinearon antes de dejar caer el celular en lo profundo de la pecera.
El rizado la observó atónita y luego la ira invadió su rostro.

-¡Te mataré, zorra!- gruñó acortando la distancia entre él y mi prima. _____________ gritó desde el sofá e inmediatamente me interpuse entre ellos mirando a Harry, furioso.
Le arrancaría los ojos con las manos antes de que le pusiera una mano encima.

-¡Acaba de destruir mi fuente de trabajo, Louis!- gruñó él intentando apartarme. Era más alto y probablemente más fuerte que yo. 
Pero mis amigos estaban en la cocina y sólo me hacía falta gritar para que llegaran a romperle todos los huesos.

-¡La mataré!- graznó.

-¡Eso si me atrapas, bastardo!- soltó _________ una risita.
Ladeé mi cabeza para mirar el sofá pero ella no estaba allí. 
Volví mí mirada a Harry, asombrado y confundido.
El rizado miraba al marco de la puerta. Seguí su mirada con mis ojos y me encontré con _________ parada a pocos metros de distancia.

-¡Ahora sí!- gritó él y comenzó a perseguirla.
Mi prima corrió esquivándolo, y creí estar alucinando.
Observé desde mi sitio como corría por toda la casa y supuse que estaba loco y que la botella de cerveza que había tomado me había pegado más fuerte de lo usual.
De repente ella se detuvo y comenzó a reír ante mi cara de imbécil drogado. Harry se puso detrás de ella y también soltó unas cuantas carcajadas.
_____________ tenía una cámara en sus manos y lo único que me hizo darme cuenta de que me había fotografiado fue el flash.

-Esto será memorable- dijo admirando la foto.

-¿Qué?... –comencé moviendo la cabeza. -¡¿Qué demonios?!
Abrí los ojos como platos captando la situación. Ella… realmente caminaba, de hecho, corría. 

-Sorpresa- canturreó con una sonrisa acercándose y abrazándome. 

Pese a mi total estado de confusión, le devolví el abrazo emocionado porque ella estuviera caminando de nuevo. 
Hoy definitivamente era un día demasiado raro.

One and Only.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora