Buscando Un Amor Olvidado. Corregida

Capitulo siete.

Leer ayuda.

Alec POV.

Me levanté. Últimamente mis días eran tan monótonos; levantarme, desayunar, entrenar, comer, salir a correr, entrenar más, comer más y volver a la cama para ver a Magnus. Pero hoy, mientras desayunaba me llegó un mensaje de fuego de Idris que lo cambió todo.

"Srs. Alexander Gideon Lightwood y Magnus Bane: Me complace anunciarles que su solicitud de adopción fue confirmada. El niño debe ser retirado el día viernes 19 de noviembre a las 02:00 pm en el instituto de Idris. "

Felicidades a ambos.

La clave

Escupí el café al segundo que leí "Solicitud de adopción" y luego solo me atragante con mi propia saliva mientras terminaba de leer. Izzy, que estaba a mi lado preguntó qué pasaba mientras me daba golpecitos leves en la espalda. Jace bajó corriendo, parecía haber visto un fantasma. "¿Qué demonios pasa?" Fue lo único que llegué a escuchar antes de desmayarme.

Desperté alarmado, y hasta por un segundo me deje creer que solo había tenido una pesadilla pero cuando mis ojos se acostumbraron a la luz, lo primero que distinguí fue a Isabelle sentada en una silla a mi lado, dormía con los ojos hinchados y húmedos, en su mano derecha aun sostenía fuertemente el mensaje de fuego de esta mañana.

Jace entró con cuidado, seguro pensando que aún no despertaba. El no era el tipo de persona que demuestra cariño fácilmente y en abundancia, pero al verme y notar que efectivamente se había equivocado fue cuestión de segundos, se tiró encima mío y me abrazó con tal fuerza que hasta que me costó respirar, y se quedó ahí, sin aflojar el agarre, sollozando.

Cuando realmente me sentí ahogado, él se separó «Parabatai» Me reí bajito ante mi propio pensamiento, al levantar la mirada, Izzy se sumó al abrazo, también llorando.

-Se que la estás pasando mal... Pero te ayudaremos en lo posible. Lo juro- Habló Jace más calmado y con la determinación que generalmente lo caracterizaba.

-No lo sé Jace... No puedo tener un hijo con alguien a quien no conozco... O que no recuerdo... Soy joven, nunca me lleve demasiado bien con los niños y además, ¿Qué le vamos a decir a mamá y papá? Esconder un gato en el cuarto de Izzy no es tan malo pero ¿Un niño? No, eso sería demasiado.

-Lo sabemos.- Comenzó Isabelle- Pero antes de tomar tu decisión final deberías ver algo...

Mi hermana me entregó dos carpetas y un librillo; la primera: el expediente de Magnus Bane, la segunda el expediente del niño que íbamos a adoptar; Un brujo de apenas 2 años que había sido abandonado a las afueras de la frontera con Irán, su piel azul, al igual que su cabello y sus ojos. Su mirada angelical a pesar de "Pertenecer al infierno". Me estremecí ante el recuerdo de las palabras de mi padre.

El librillo era conocido, un diario de Magnus para mí, en él relataba cosas triviales pero significativas. Como la vez en la que nos conocimos, nuestras primeras citas. Emociones y sentimientos nuevos que le provocaba, tragedias como la muerte de Max, y el como lo habíamos superado juntos. Peleas, discusiones, risas. Y en la última página había una foto mía en París, la parte trasera estaba escrita con caligrafía tremendamente cuidadosa, era una carta de Magnus:

"Una memoria tan llena como la mía a veces necesita ayuda, por esa razón hace décadas que escribo diarios, sobre todo cuando conozco personas o cosas nuevas que no quiero olvidar. En este caso me gustaría que tú lo tuvieras, ya que estoy seguro de no poder olvidar ni un segundo de lo que he pasado a tu lado ni de los que espero pasare en un futuro. Acu cinta kamu Alexander."

Agradecí mucho que mis hermanos me hayan dejado solo para leer todas esas cosas porque de verdad odiaba que me vieran mal y hoy definitivamente no era mi día. Mire el reloj con energías renovadas, 7:14pm. Me di una ducha rápida para relajarme y de nuevo fui a la cocina, en la mañana no había podido terminar de desayunar así que me moría de hambre.

Al llegar me tope con Jace e Isabelle compartiendo una mirada de preocupación absoluta. Al notarme el rubio sonrió de inmediato e Izzy lo imitó casi como si fueran el reflejo del otro...

-Hola ¿Estás mejor?- Preguntó Jace precavido.

-Si...- Respondí suspirando.

-¿Qué harás ahora?- Cuestiono Isabelle.

-No sé. No voy a dejar al niño solo, eso es seguro... Pero necesitaré ayuda... Mucha ayuda...- Tomé el sándwich que me había preparado en la mañana y volví sobre mis pasos rumbo al cuarto. A mitad de camino pare y gire sobre mi mismo para poder mirar directamente a los ojos de mi hermana.- Gracias, por todo... Me ayudó mucho leer... De verdad gracias a ambos por... Todo. - Dije sin pensar, era real, de esas cosas que salen por simple necesidad de desahogo.