Capítulo 7: De nuevo tú

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-¿¡TOM LUCITOR!?

No es necesario mencionar que quiero mucho a Marco, pero a veces comete estupideces que principalmente me afectan a mi. Este es un claro ejemplo.

La puerta del gimnasio se abrió y por ella entró mi hermano, el cuál venía con una cara de enojo y detrás de él iba Star tratando de detenerlo.

-Lo lamento, _____. Se me escapó lo de Tom- exclamó Star mirándome con pena, bueno, supongo que Marco se enteraría de una forma u otra.

-¡_____! ¡Dime en este momento que pensabas hacer!- dijo Marco molesto- Tú sabes que no me molestan tus raras costumbres de invocar muertos- las cuales nunca funcionan- Pero no quiero que te involucres con Tom. ¡Tu sabes que estuvo a punto de matarme!

Oh, era cierto. Marco me dijo que en una ocasión Tom lo secuestró porque creyó que él y Star se habían besado.

Marco parecía algo alterado, quizá no era momento para contestarle con un insulto... pero lo haría.

Sin embargo, antes de que yo pudiera decir algo, Janna me tomó del hombro y señaló hacia donde haciamos el ritual.

Humo blanco que luego se volvió rojo comenzaba a salir del suelo, luego salió un gran rayo de luz roja, rompiendo el suelo del gimnasio, parecía una explosión. El humo comenzaba a nublar un poco mi vista, así que cubrí mis ojos. Cuando el humo se disipó, una silueta apareció. Diría que era de un humano, sin embargo, se marcaban unos cuernos. Tom.

-Oh,genial. Ya apareció- dijo Marco sin disimular su descontento y frustración.

-Dime que es lo que deseas a cambio de tu alma, mortal- exclamó Tom con una voz "tenebrosa" y los ojos en blanco

-Fue un error, Tom- dijo Star mientras daba un paso al frente, puesto que todos estabamos alineados- Puedes volver al inframundo

-¿Star? Que gusto verte, linda-dijo mientras miraba a la rubia, después su mirada se posó en Marco-¿Que tal, Marco? ¿Otra partida para demostrar tu falta de talento en el ping pong?- preguntó

-¡Hiciste trampa!Además, debes irte- dijo mi hermano

-¿Por que lo ha...- su mirada se posó en mi- Espera, yo te conozco - ignoró a Marco y se acercó flotando - Eres la chica que me llamó- tragué nerviosa

-¿Qué? _____, ¿Le hablaste a Tom?- Matenme. Marco sin duda alguna estaba a punto de estallar. Y aunque el hecho de que su hermana menor esté en contacto con un demonio puede ser alarmante para cualquier persona, Marco no mostraría tanto enojo. Solo preocupación. Sin duda alguna se lleva mal con Tom.

-No- dije - Ni idea de quien es la versión maligna de Ten Shin Han

-No quiero arruinar tu desfile, pero los nervios se te notan a kilometros- me susurró Janna

-¡Fue un accidente!- dije tratando de explicarle la situación a Marco - Dije algo al espejo de Star y este le llamó a Tom

Marco guardó silencio. Star sonreía nerviosa. Janna tenía su mano en mi hombro tratando de darme ánimos. Y Tom miraba curioso la situación.

-Te creeré esta vez, sólo porque a Star ya le ha ocurrido- dijo Marco soltando un suspiro de cansancio- Pero explícame porqué querías invocar a Tom

-De acuerdo- exclamé- Para empezar, Janna y yo queríamos ver a John Keats...- Marco me interrumpió

-¿Quién?- preguntó

-¿Es un cantante?- preguntó Tom- Creo que lo he visto en el inframundo

-Es el crush de Janna- dijo Star sonriendo picaramente

-Es un poeta del siglo XIX- aclaró Janna

-Bien...- continúe hablando-Le pedí ayuda a Star ya que mi primera idea fue que consultaramos a Tom, pero tu lo impediste. Llamé a mis amigos de California, ellos me dijeron como hacer un ritual. La parte final del hechizo era decir el nombre de a quien querías invocar. Iba a decir John Keats, pero tu grito terminó invocando a Tom

-Así que básicamente, TÚ invocaste a Tom, Marco- dijo Janna

-Oh... Bueno...- Marco no sabía que decir.

¡Punto para ____!

-Tom, creo que debes irte- dijo Star

-No lo creo. Esta es una buena oportunidad para pedir disculpas- dijo Tom- Lo lamento Marco. Prometo no tratar de matarte otra vez

Típico. Él ex novio de la mejor amiga de ru hermano le dice que no volverá a tratar de matarlo... ocurre a diario.

-¿Qué?- Marco estaba confuso

-Lo lamento- dijo Tom nuevamente

Una Simple Humana (Thomas Lucitor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora