Aquel chico tan atractivo caminaba por los pasillos de la escuela, rodeado de su grupo de amigos, ¿y por qué no?, de unas cuántas chicas también, las cuáles, lo pretendían impacientes.
Pero, aunque ellas no lo notaban, el tenerlas todo el día a su alrededor era un fastidio, a pesar de ser un chico tan problemático y con notas muy malas, parecia tener cierta popularidad en el Colegio de la aldea Sooga.—Joder...como desearia estar en casa, y no aquí, con esta bola de ineptos—
Aquel chico reposaba en su pupitre, aburrido, mientras todos en el aula esperaban la llegada de la profesora, hasta que un amigo suyo se acercó a él, intentando hacer una leve conversación entre ambos.
—Oye viejo, ¿escuchaste lo que están diciendo? Parece que una chica nueva llegará a este salón con nosotros—
—¡Hmp! No es algo que a mí me interese, Clown— Le respondía cortante mientras estiraba sus brazos para relajarse un poco -Debe ser una chica cualquiera, como todas las demás que hay en esta escuela—
—¡Sea una chica cualquiera o no, debemos darle una calurosa bienvenida!—
Desde el otro lado del salón se escucho el hablar de una joven, al parecer le emocionaba la llegada de tan misteriosa chica.
—Jing Jing, tu siempre siendo amable con los demás— Respondía el chico, mirándola con una expresión fría en su rostro.
De pronto, se escucho el rechinar de la puerta, la profesora había llegado. Venía acompañada, como era de esperarse, la silueta de una joven esperaba fuera del aula hasta su llamado.
—Buen día jóvenes, antes de comenzar las clases, me gustaría presentarles a la nueva integrante de nuestro grupo, por favor sean amables con ella para que pueda sentirse más tranquila y en confianza....puedes pasar—
—Vaya, que interesante—
Decía aquel chico para sí, sarcástico. Levanto la mirada y al observar sintió un extraño movimiento en su cabeza, sentía que el estómago se le encogía y parecía escuchar los latidos rápidos de su corazón.
Aquella figura atravesó la puerta, entrando al aula. Una hermosa chica, de piel tan blanca, como si se tratará de porcelana fina, acompañada de dos mejillas rosadas que le daban vida a aquel rostro juvenil, ojos grandes, de pestañas largas y delicadas, labios rosa pastel, un hermoso cabello sujetado por dos coletas de listón rojo, un cuerpo escultural, que resaltaba lo inocente que era, se presentó frente a la clase.—Ella es Pucca, chicos, y es nuestra nueva compañera. Bienvenida al Colegio de Sooga, querida—
—M-muchas gracias, profesora...— Tartamudeó la chica, sentía la mirada de todos sobre ella y eso la ponía nerviosa.
—Por favor, eligé un pupitre para que podamos comenzar la clase— Dijo la profesora.
La joven caminó, lentamente, por los lugares de sus compañeros, aún podía sentir sus miradas, persiguiéndola. Encontró un pupitre disponible y al sentarse notó que una sola mirada seguía en ella, insistente, lo cuál le incomodaba un poco.
Por la vergüenza decidió no tomarle importancia y atender a la clase, lo que ella no sabía, es que esos ojos venían de aquel chico, el más rudo del colegio...
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Lo único que aprendí fue amarte
FanfictionAquel chico tan atractivo caminaba por los pasillos de la escuela, rodeado de su grupo de amigos, ¿y por qué no?, de unas cuántas chicas también, las cuáles, lo pretendían impacientes. Pero, aunque ellas no lo notaban, el tenerlas todo el día a su a...