Lo único que aprendí fue amarte

¿Deseo?

-Dios...es tan hermosa-
En su mente, el chico solo podía pensar en admirar la belleza de la joven, la cuál estaba sentada a su lado. La miraba de arriba hacía abajo, tenía un cuello delgado e irresistible, sus hombros se veían frágiles, delgados, al parecer era lo que más le fascinaba. Bajo un poco más hasta que se encontro con ese par de bultos que enloquecen a todo hombre, no eran grandes, pero tampoco eran pequeños, tenían un tamaño exacto y se notaba lo firmes que eran.

-¿Que demonios estoy haciendo?- El joven se llevó las manos a la cabeza, nunca se había detenido a admirar el cuerpo de una mujer con tanto detalle. Quizó convencerse de que solo era deseo lo que sentía por el cuerpo de esa chica.

Una extraña sensación lo hizo volver en sí, miró a su lado y ahí estaba esa joven, observándolo con una expresión de confusión en su bello rostro.

-Mierda...¿ahora que hago?- esa pregunta giraba en su cabeza una y otra vez, así que dijó lo primero que se le ocurrió.

-¿Q-qué es lo que miras?- Le preguntó en un tono un tanto agresivo, aunque balbuceaba y su rostro mostraba un leve sonrojo.

-N-no, nada, lo siento-la joven giró la cabeza hacia otra dirección- Me llamo Pucca, es un gusto.

-¡Hmp!- El joven escondió su cabeza entre su libreta, ignorándola, pero entre las frágiles hojas, pronunció un pequeño susurro.

-Yo soy Tobe, es un placer-

El no podía entender por qué estaba actuando de esa forma con una chica, tan a la defensiva y a la vez muy temeroso. Es ahí cuando algo en su corazón le decia que lo que comenzaba a sentir por esa chica no era solo deseo y eso lo estremeció.