Tobe corrió muy rápido y al dar un gran salto logró colgarse y después subirse al tejado de una casa, después brinco otro tejado, y otro más, así estuvo por un tiempo hasta que encontró la casa que buscaba, jadeaba un poco por la agitación de moverse de casa en casa como un delincuente, pero el solo quería ver como su amada descansaba después de un agitado día.
Brincó hacia la enorme ventana que, imaginaba, era donde se encontraba su habitación, al estar frente a ella no podía distinguir si Pucca se encontraba ahi puesto que estaba cubierta por una ligera cortina y no había ninguna luz a su alcance.
—Mierda!—
Tobe maldijo en voz baja, pero después le llegó una gran idea, era arriesgada, pero todo valía la pena por Pucca. El sabía abrir ventanas desde el exterior, aprendió forzosamente pues en varias ocasiones, al llegar a su casa después de una noche de borrachera, siempre se quedaba fuera, así que no tenía otra opción que entrar por la ventana de su habitación, aunque con mucha torpeza, pues el alcohol lo volvía inútil, pero esta vez estaba en sus cinco sentidos, así que seria pan comido para él.
De su pantalón saco una pequeña navaja y comenzó a forzar la ventana con ella, con mucho cuidado, pues lo que estaba haciendo lo metería en problemas si alguien lo llegara a ver. Después de unos minutos la ventana se deslizó, dándole la entrada a su tan esperado sueño, guardó la navaja de vuelta a su pantalón y en silencio entró sigilosamente a la habitación, todo estaba oscuro y prefirió quedarse de pie solo un momento, pues no sabia si estaba en la habitación correcta.—Rayos, tal vez debería volver a casa...no, no me iré como si fuera un cobarde, todo el esfuerzo que hice para estar aquí y regresar con las manos vacías.—
Tobe estaba metido en sus pensamientos cuando la luz de la luna se infiltró en la habitación, dando claridad a sus ojos para ver todo lo que le rodeaba. La habitación, en efecto, era de una chica, y fue cuando comenzó a buscar lo que deseaba con su vista, y al encontrarla, su corazón estaba a punto de explotar por la emoción.
En la cama se encontraba la joven Pucca, tal y como Tobe la había imaginado, solo que la delicada sábana no cubría su esbelto cuerpo, mostrando ante el los encantos de la hermosa joven.—Dios mio, debo irme o yo....¡Estoy a punto de hacer una locura!—
En ese momento Tobe no podía controlar sus movimientos, estaba extasiado, las mujeres le encantaban pero esto, era demasiado, lo volvía loco, quería admirar con más detalle aquel escultural cuerpo. Su mano se acerco temblorosamente hasta tocar un poco, solo un poco, la piel de la pantorrilla de Pucca.
—Ohh dios...—
Tobe no podía creer lo que estaba haciendo, la piel de la chica era exquisitamente suave y delicada, la acariciaba gentilmente con las yemas de sus dedos.
—¡T-tengo que detenerme...!—
Luchando contra sus instintos, apartó su mano rápidamente, pero sus ojos se movieron rápidamente hacia el rostro de Pucca, no pudo detenerse de nuevo y se acercó a ella, al estar frente a frente no pudo evitar soltar un suspiro y susurrarle a pesar de que ella estaba metida en profundo sueño.
—¿Que me has hecho? ¿Por que eres tan hermosa? Las locuras que me haces cometer...me tienes loco por tí...—
En ese momento el cuerpo de Pucca comenzó a moverse inesperadamente.
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Lo único que aprendí fue amarte
FanfictionAquel chico tan atractivo caminaba por los pasillos de la escuela, rodeado de su grupo de amigos, ¿y por qué no?, de unas cuántas chicas también, las cuáles, lo pretendían impacientes. Pero, aunque ellas no lo notaban, el tenerlas todo el día a su a...