8. (déjame besarte)

1.5K 181 61
                                    


Género: AU // hashtag no tengo la más pálida idea de qué slash la nutria bien difícil (?)

________________

El alto volumen de música hace que su cuerpo tiemble, aún sin haber pisado la pista de baile. JaeBum inconscientemente busca en aquel espacio una figura familiar, casi que conoce de memoria.

Y la encuentra.

Bajo las luces de colores destellando por todo el recinto y el humo artificial que rodea todo objeto, un chico se mueve entre el resto de jóvenes, bailando de un sitio a otro sin permitir que nadie le ponga una mano encima.

JaeBum no evita en absoluto apartar la fuerte mirada que le dedica, siguiendo su hermoso cuerpo por donde sea que se nueva. Sus largos cabellos rubios y su completo atuendo negro hacen de su piel un espejo natural, reflejando las luces blancas que comienzan a parpadear junto a la música electrónica.

Abandona su puesto en la barra de bebidas y, haciendo como si buscara un buen sitio para bailar, se acerca a ese chico que enseguida nota su presencia. Es exactamente lo que quiere, sólo que esta vez no será él quien lo invite.

Ya han sido cuatro veces en que el misterioso muchacho rubio ha bailado con él. Cuatro noches en el mismo club. Y lo ha hecho de tantas formas y tan cercanos que es ridículo pensar que no ha habido más que roces calientes entre ellos, al menos. Pero es así, no hubo ni un maldito beso y JaeBum ya no lo resiste. Porque ese chico, se ha dedicado a provocarlo siempre; acariciando su cuello, respirando muy cerca de su boca, desordenando su cabello, bailando prácticamente cuerpo a cuerpo... Es ridículo y absurdo.

Es la quinta vez que JaeBum va allí. Y la quinta vez que intentará lo mismo.

Quiere besarle.

Se acerca al son del electrizante ritmo, sacudiendo los hombros con la cabeza agachada para evitar mirar a su lindo y misterioso chico, uniéndose a un círculo formado por otros jóvenes que, gustosos, aceptan al desconocido y lo suman a su grupo. Cumple su cometido cuando siente una presencia moverse a sus espaldas tocando su brazo de a momentos.

Y le ignora.

Siempre ha sido él quien lo busca, quien lo saca del grupo en el que se encuentre y ruega para sus adentros que esa sea la vez que finalmente le deje probar sus labios. Pero reacio, el chico misterioso sólo sonríe al final y se aleja perdiéndose entre la multitud con una estela de deseo detrás.

Esta vez, no obstante, será al revés.

Los toques en sus brazos se vuelven más intensos pero JaeBum continua ignorándolos. Tan pronto como el ritmo de la música vuelve a cambiar, voltea su cuerpo para encarar al rubio, sin embargo éste ha desaparecido. Busca alrededor y no lo encuentra. No pudo haber escapado. Lo ve a unos cuantos metros envolviendo sus brazos alrededor de una chica que no para de reír a causa de los nervios.

–¡Hey! –le grita, tomando su brazo y haciendo a un lado a su acompañante– ¿a donde vas?

El chico rubio no es nada de él, ni siquiera conoce su nombre. Pero siente esa incómoda sensación de celos.

–No soy mujer, sujeto misterioso –declara–, si no quieres bailar conmigo, no voy a rogarte.

Debió suponerlo.

Hay algo que le ha llamado la atención, de todas formas.

–¿Sujeto misterioso? Creí que sólo yo tenía esa forma de llamarte.
–¿Así que me has puesto un nombre? –se burla el ligeramente más bajo de estatura.
–Ese, y chico rubio.

No intercambian más palabras una vez que dejan fluir la música a través de sus cuerpos.

JaeBum no quita sus ojos del rostro que tiene enfrente. Le gustaría conocerlo, saber su nombre, a qué se dedica, cuántos años tiene. Escuchar sus aventuras, por muchos celos que le provoque, escuchar su risa hasta que llore por el dolor de estomago.

JaeBum sabe que es estúpido creer que se ha enamorado de un completo desconocido solo por la forma de bailar y de provocarle. Pero eso no le quita la idea de querer conocerle fuera de esas paredes, donde el sol brille y donde, quizá, pueda saber cómo es realmente.

El ritmo de la musica se relentiza apaciguando los movimientos de baile de los presentes. JaeBum lo nota cuando el ligero toque sobre su cintura se aferra a su camiseta; el misterioso rubio le está sujetando con ambas manos pegando su cuerpo a él con  movimientos sensuales.

La paciencia no es algo que lo caracteriza, siendo franco, y ya le está cansando el juego del "tira y afloja" constante. Por más que sea la quinta vez que lo intentará.

–Déjame besarte.

Con una mano le sostiene del mentón obligándole a mirar hacia sus ojos.
Es verdad, podría acercarse y besarle a la fuerza, recibir algún golpe, una protesta y fin de la historia. Sin embargo prefiere que ese beso sea aceptado, y correspondido. No un beso forzado que se olvida con el tiempo.

El rubio le sonríe bajo el titileo constante de las luces blancas. Sube una de sus manos hasta acariciarle la nuca y niega, acercando sus labios tentadores.

–Si te dejo hacerlo, este juego habrá acabado.
–¿Cuál juego? –JaeBum pregunta intrigado. Los continuos toques en su piel le marean.
–Ya no vendrás a buscarme.

El fuerte tirón que JaeBum siente en sus cabellos le hace abrir la boca por el dolor. Y es en ese preciso momento que otra boca cubre sus labios.

No puede decir a qué sabe con exactitud; hay gusto dulce, ácido, un poco de menta tal vez. Pero todo aquello que JaeBum estuvo tratando de adivinar se pierde cuando siente algo duro presionar en su propia lengua.

Un piercing.

Le rodea por el cuello y atrae su cabeza permitiéndose llegar más profundo, motivado por ese pequeño objeto metálico perforando la lengua del chico misterioso. El beso es tan rudo que un gemido se escapa de entre sus labios, separándose con un sonoro chasquido húmedo.

–Estaría loco si no volviera a buscarte.
–Sí, lo estarías –responde el rubio tomando distancia.

Una inminente despedida se aproxima, y JaeBum no puede dejarle ir así sencillamente.

–Dime tu nombre –inquiere.
Ars.
–¿Ars? –pregunta. Sabe que él no le dirá su nombre real y aún así se siente decepcionado.
–¿Y el tuyo?

JaeBum aprovecha ese momento y toma venganza, sonriéndole con suficiencia.

Soul.
–¿Soul? No se te ha ocurrido un nombre mejor?

Por primera vez escucha la risa del, hasta entonces, chico rubio misterioso; es carismática, por no decir divertida.

Le gusta. Mucho.

–¿Qué te parece... Defsoul?
–Hmm... –el rubio parece meditar su respuesta unos cuantos segundos antes de decir–: Me agrada.

Hay una distancia bastante notoria a estas alturas. La gente alrededor continúa con su noche ajenos al par de chicos que comparten una última mirada antes de despedirse.

–¿Nos volveremos a ver? –pregunta JaeBum.
–Sólo si me buscas.

Y junto a su respuesta, el rubio comienza a alejarse, perdiéndose en la oscuridad.

Que no quepan dudas, JaeBum le buscará. O quizá, sea al revés.



 










_

Drabbles [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora