Silencio.
Eternos silencios durante la cena, el desayuno y el almuerzo. Mi madre estaba muy molesta conmigo y no quiso dirigirme la palabra, así que pienso que ese debe de ser mi "castigo".
Bengi tiene asuntos que atender, el príncipe cuadrado está con él y mi padre también tiene sus ocupaciones. Yo pasé la mayor parte de mi tiempo encerrada en mi habitación "intentando" estudiar. No puedo pensar en nada que pueda ayudarme de alguna manera. No existe ninguna ley que me libre de este compromiso sin que hayan consecuencias graves de por medio, tanto para mí como para mi familia.
Para mi gran suerte, ese maldito libro que me obsequió el señor Buchstabe me observaba constantemente rogando que lo leyera. Casi pude oír susurros de su parte pero me niego a leerlo con todas mis fuerzas. Creo que me voy a volver loca... ¿O ya lo estoy?
Tengo tantas cosas dando vueltas por mi cabeza...
Desperté en la mañana temprano para restar un día más de mi vida "cómoda" aquí en mi hogar. Ya han pasado casi 2 semanas y me quedan 17 días antes de tomar el primer barco a Burnham, la ciudad de Fired donde se encuentra el palacio real mas grande de la familia Siggeir y donde nos "casaremos" (si es que me atrapan con vida).
Rohan continuaba durmiendo mientras que yo me arreglaba para dar un pequeño paseo por mi aburrido palacio ya que no podré volver al pueblo. Mi padre ordenó que colocaran guardias en cada salida incluyendo en los alrededores. Ya que voy a pasear y no veré a nadie "desconocido", pienso vestirme informal y cómodamente con mi ropa favorita.
— Rohan, cariño vamos a buscar algo para ti en la cocina –aplaudí un par de veces pero el gran felino gruño en respuesta sin querer moverse de su lugar. ¡Por mi corona! Se pasa las 20 horas del día durmiendo y aún así quiere más.
—¡Rohan Everett Keegan Charmin levántate ahora mismo! –ordené furiosa. Él es igual que esos niños pequeños que saben cuando las amenazas son serias, porque sin dudar ni un segundo se levantó de mi cama. Me siguió el paso arrastrando las patas.
Al salir de mi habitación me encontré con muchos guardias resguardándola. ¿Acaso está pasando algo? ¿Que hice? ¿Habré matado a alguien? Podría ser sonámbula. Todos los guardias se inclinaban ante mi al pasar como si estuviera yendo a un baile o a mi coronación pero no era eso.
Estaba caminando tranquilamente por los pasillos en busca de un lugar privado o alguna habitación pero todo estaba resguardado por caballeros de hierro y plata. ¿Harold les habrá advertido a sus padres del peligro que implicaba tenerme cerca?
Me olvidé completamente de mis intenciones por ir a saquear la cocina y decidí averiguar que estaba pasando con mi padre
Estaba pasando por frente de la biblioteca y sin darme cuenta lo encontré. Estaba discutiendo algo importante con Bengi y el Príncipe odioso. Tuve un poco de curiosidad al respecto y aprovechando de que no habían guardias alrededor me quedé allí para oír su conversación...
— Me he encargado de resguardar completamente el castillo pero estoy seguro de que es mas conveniente viajar mañana mismo a Coldest. Iceland no es muy seguro y además estaríamos poniendo en peligro la vida de inocentes –oí la voz de mi padre...
— ¿Entonces el oráculo acertó a la perfección no lo crees Harold? Tu Reino necesitaba una Reina fuerte y estoy seguro de que a escogido la mejor, ya deja de preocuparte –ahora era Bengi.
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Skaði. The Goddess of winter.
FantasíaAdvertencia: El romance no es el protagonista de esta historia... Como orden oficial, las princesas deben ser comprometidas en matrimonio con un futuro Rey para unir los Reinos opuestos. Ésta gran tradición se a respetado durante décadas y también h...