❄Capítulo 28❄

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Todos los vestidos más cómodos de Leyla chispas y brillos que podrían delatarnos. Yo quise prestarle uno de mis pantalones pero la diferencia que hay entre nosotras con respecto a nuestro físico, es demasiada. Finalmente escogimos el único vestido más simple que tenía color azul oscuro con sus tacones más bajos, y estoy pensando en permitir que Rohan la cargue en su lomo durante el viaje porque aún así sospecho que no soportará mucho...

Ella es una chispa constantemente y no puede quedarse quieta en un sólo lugar pero no podrá manejarse tan bien como yo en el bosque. Ella puede adaptarse y pelear pero dudo que su resistencia sea lo suficientemente fuerte como para durar más de 2 días. Esto realmente será un reto y no pienso dejarme vencer fácilmente. Una vez fuera de éste lugar, daré hasta mi último aliento para luchar con tal de no volver a pisar éste Palacio otra vez en mi vida.

Ya es de noche y Max me confirmó que todo estaba listo para partir en cuanto todos se encuentren en un profundo sueño. Yo asistí a la cena como una buena chica junto con Leyla, y actuamos como si nada excepto por dirigirle la palabra a cualquiera de los presentes. No puedo mirarlos a ninguno de ellos a la cara, y mucho menos al Rey Desmond. No quiero decir ni pensar nada sobre Lady Siggeir porque mi decepción será aún más devastadora. Realmente confié en ellos, y resultaron ser una vil mentira.

Sin decir nada, le hice una seña a Ll y nos retiramos de la mesa después de cenar. Quisimos apresurarnos un poco pero Kyra nos seguía de cerca para "custodiar a la Princesa", así que antes de separarnos por un pasillo le entregué una pequeña nota de papel en la que escribí instrucciones de lo que debía hacer. Yo ya sospechaba de que Kyra nos molestaría.

Max irá por ella para no arriesgar la misión porque seguramente aún si le diese un mapa, Leyla es tan distraída que se perderá . Nos encontraremos en la biblioteca 1 hora después de que el reloj toque las 12 porque a esa hora todos están totalmente dormidos y correremos menos riesgos de ser atrapados, no sólo por los guardias sino también por alguien más...

Cuando entré a mi habitación corrí para prepararme. Cambié mi atuendo por lo que había escogido, y escondí las dagas junto con un poco de promociones dentro de un pequeño bolso negro que tengo detrás de mi almohada.

Estuve a punto de examinarlo una vez más para asegurarme de no haber olvidado nada hasta que oí un par de golpes en mi puerta. Maldije. Cerré bien el bolso y le di una patada tirándolo bajo mi cama.

¿Quién demonios molesta a éstas horas? Abrí mis sabanas y me cubrí con ellas hasta la cintura. Tomé un libro y lo abrí en cualquier página para fingir que estaba leyendo. No me importó tener las botas de tacón puestas porque de todos modos quien sea que viene a molestar, no lo notará.

- Adelante -dije con voz clara y fuerte pero cuando vi quién interrumpía mi "lectura" no pude evitar hacer una mueca de desagrado. El idiota cálido estaba con su ropa simple de todas las noches y fingía parecer preocupado, como si realmente le importara mi bienestar- Qué necesitas, Harold.

- Yo... Solamente pensé en visitarte como lo hago normalmente -quiso acercarse a mí pero me apresuré en evitarlo...

- No. No deberías estar aquí. Debes irte ahora mismo.

- Dime qué es lo que sucede Colder.

Y se atreve a exigirme algo...

- Yo... Yo aún no estoy de humor, así que mejor déjame sola por hoy. Talvez mañana podamos hablar -fingí volver a mi lectura pero el maldito insistió. Se acercó y sentó sobre mi cama. Intentó apoyar su mano sobre mi pierna pero al instante la corrí porque tanto su tacto como su presencia me dan asco- ¡Te dije que me dejaras en paz! ¿O acaso no me oyes?

Skaði. The Goddess of winter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora