Cuando llegué al patio me detuve un momento para observar a mi hermano y su novia allí sentados tomados de las manos, charlando y seguramente planeando estupideces como todos los idiotas enamorados que creen que la vida es chispas y colores. Estúpidos.- ¿Celos? -di un salto al sentir el calor en mi cuello y al girarme me encontré con el rostro del Príncipe. Ya decía yo que había demasiada paz y felicidad-Buenas tardes Sir Rohan
Saludó a mi querido gatito que lo miro de reojo algo desconfiado por el afecto del Príncipe.
-¿De mi hermano? No, lástima mejor dicho -hice una mueca y él suspiró una risa irónica.
- En lo personal creo que podría comprenderte, e oído un poco sobre Katherine y no es una "Princesa" del todo -lo miré.
- ¿A que te refieres? -el Príncipe tomó mi brazo para atraerme a él.
- Tu misma te darás cuenta en poco tiempo. Supongo.
- ¿Aún me consideras una tonta después de haberte burlado en el duelo?
- Jamás te he considerado una tonta, ni siquiera cuando nos conocimos. Ser inocente no es ser tonto. Ahora vamos allá antes que se vuelvan babosos de más y tengamos que soportar un té con desagradables muestras de afecto.
- Los Reyes no lo quieran -suspire y el me tomó la mano para llevarme hacia la mesa preparada en el patio invernal. Al observar que juego de té y la vajilla era de porcelana, quedé algo perdida y confundida a la vez porque nosotros jamás tuvimos esto, todo es Hielo de cristal ya que no consumimos nada Cálido que pudiera afectarle. También habían pequeños pastelitos sobre bandejas de plata y algunas galletitas tanto dulces como saladas.
- ¿Que se supone que es esto? -observé la mesa muy ofendida. Luego el pequeño vapor que salía de la tetera me hizo saber lo que significaba este cambio- ¿Té caliente? ¿Desde cuando se sirve eso aquí?
- Siempre hay una primera vez hermanita. No seas tan limitada- dijo Bengi.
- Pensé que sería mas interesante y por eso le pedí a Benjamin que sirviéramos té cálido para que ustedes puedan probar, espero que no te moleste -Kathy me sonrió descaradamente y apreté la mandíbula con fuerza de la bronca.
- Por supuesto que es interesante pero no todos compartimos los mismos gustos por alguna razón princesa Katherine -Harold me defendió porque yo estaba muy ocupada conteniendo mis impulsos de matarla ahora mismo.
- ¡Oh! Lo siento pero creí que sería muy oportuno ya que cuando Colder valla contigo a Burnham dudo que vayan a tener té helado y quería ayudarla para que pudiera comenzar a adaptarse desde ahora con lo más simple -sonrió tan falsamente que me dieron ganas de sacarle todos los dientes de un golpe pero no soy tan salvaje como para dejarme llevar por esos impulsos.
- Yo... -quiso ayudarme otra ves pero no vale la pena continuar discutiendo con esa tonta, ahora que estoy mas tranquila pude ser la siguiente en hablar.
- Tienes razón Kathy, tendré que comenzar a acostumbrarme desde ahora a tolerar ésta clase de... Alimentos -me senté y Harold acercó mi silla a la mesa, luego él se acomodó a mi lado y me miró de reojo. Lo que más me molesta es que Bengi está completamente embobado por ella, se está dejando llevar y manipular por sus estupideces! Él no tiene porqué beber esto y además, es dañino para nosotros consumir cosas cálidas, jamás lo hemos hecho y nuestros paladares no están acostumbrados.
-Bien, supongo que han pasado una tarde agradable -el príncipe cálido bebió sin problema porque a él si le agradaba ésta clase de cosas, mientras yo observaba detenidamente el vapor que salía de mi tasa. Hice tiempo para esperar a que se enfriara, comiendo los pastelillos y las galletas que sorprendentemente estaban muy buenos, de que estarán hechos? Nuestros cocineros nunca hicieron esta clase de cosas.
ESTÁS LEYENDO
Skaði. The Goddess of winter.
FantastikAdvertencia: El romance no es el protagonista de esta historia... Como orden oficial, las princesas deben ser comprometidas en matrimonio con un futuro Rey para unir los Reinos opuestos. Ésta gran tradición se a respetado durante décadas y también h...