Skaði. The Goddess of winter.

❄Capítulo 12❄

Tal como lo imaginé, las chicas me despertaron para comenzar a prepararme para almorzar. No tengo hambre ni ánimos para hablar o estar con alguien en éste momento, pero de todos modos me obligué a hacerlo.

Rohan no estaba a mi lado y me siento preocupada. No tengo idea de donde está.

¡Por mi corona! Podría deshidratarse. Ópalos y cristales ¿cómo pude ser tan tonta de dejarlo?... ¿Y si se comió al príncipe cuadrado? Pobrecito mi bb. Morirá intoxicado.

- Hannah. Lara ¿Saben donde se encuentra Rohan? Mi... "Mascota" -aclare por si no lo recuerdan.

- Sí alteza. Nos dijeron que le avisáramos que Sir Rohan está acompañando al Príncipe Harol, quien debió atender unos asuntos muy importantes. Requerían de su presencia en el pueblo, y también nos dijeron que no se preocupara por su bienestar, que estaría muy fresco y no sufriría recaídas o deshidratación -me quedé bastante sorprendida porque Rohan jamás se había separado así de mí. Ni siquiera a Bengi. Y ahora me viene con que se fue con el Príncipe Igniter para hacerle compañía en sus asuntos. Debí haberme dormido demasiado profundo, y esto es uno de esos sueños donde nada tiene sentido.

- Ya está lista mi lady -acabó de recoger mi cabello y colocar mi tiara sobre mi cabeza. Ahora llevo puesto un conjunto un poco mas simple que el vestido que usé ésta mañana. No estoy de ánimos para producirme.

Unos caballeros de Hierro y plata me escoltaron al gran comedor donde solamente estaban el barón y la Baronesa Washburn y Lady Siggeir. Extraño pero muy conveniente para mi.

- ¡Oh! Lady Charmin que bueno que haya podido venir. Siéntese aquí a mi lado- ordenó la Reina. Intenté fingir una sonrisa al saludar a los pocos presentes en la mesa y me dirigió al asiento a su izquierda en el extremo de la mesa- Me disculpo contigo debido a la ausencia de tantos en la mesa, pero mi hijo y mi esposo, el Rey, tuvieron asuntos que atender en el pueblo junto con Sir Flanke y sus hijos.

- Oh... Ya veo.

No me importa en lo mas mínimo. Prefiero estar sola la mesa en lugar de tener que almorzar rodeada ratas. Excluyendo al Rey Desmond que es un buen hombre claro.

El platillo principal fue un simple caldo de verduras caliente para los demás, y frío para mi. Como platillo principal había de carne rostizada (según Lady Siggeir) con verduras mixtas, pero para mi el chef preparó un platillo muy común de Wintery que es una brocheta de salmón fresco curado y condimentado. Desgraciadamente, al parecer, él no tiene mucha experiencia en ésta clase de cocina porque sabía asqueroso. No ayudó para nada con mi falta de apetito.

- ¿Está todo bien, querida? -me observó la Reina, debido a mi forma tan dudosa de comer. No puedo decirle que está un asco o reprenderán al cocinero, así que fingí sentirme peor de lo que ya estaba.

- No tengo mucho apetito. El caldo fue suficiente para mi -sonreí.

En algún momento ya no podré volver a fingir una sonrisa. Es difícil y agotador.

- Reconozco muy bien esos síntomas querida. Son nervios. Solamente estás nerviosa por la boda -comentó amistosamente la Baronesa Dahlia con una amable sonrisa en su rostro, y yo asentí.

- Sí, creo que es eso -bajé la mirada como toda una mentirosa.

- Si es por el vestido no te preocupes. Te entrará. Recuerdo que cuando confeccionaron mi vestido me dijeron seriamente "no subas ni un gramo de más o no cerrará y si bajas un gramo menos se notará". Díganme ¿Quien puede mantenerse exactamente en su peso? me puse tan nerviosa que comí de todo y aún así el vestido me quedó perfecto.