Los payasos ya no ríen,
los pájaros no cantan
y las bailarinas siguen esperando a que alguien abra su cajita de música
para continuar con su funesta danza.
Las personas esperan a que sus despertadores suenen,
pero ellos no quieren despertar de su letargo.
Un hechizo ha caído sobre los tejados;
es como la lluvia que cae poco a poco encima de las ciudades dormidas.
Aún se escucha una lejana melodía,
hay quien cree que es la lluvia,
hay quien la llama nieve.
El último pájaro pía mientras la niebla acaba con la ciudad fantasma.
Y ya no queda ciudad.
Ya no me queda ciudad,
y yo me convierto en mi propio fantasma.
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Bittersweet fairytales
Cerita PendekAquí dentro hay cuentos de hadas que jamás debieron contarse. Prosa poética y relatos cortos de 2017-2018.
