Bittersweet fairytales

Autumn

 ¿Qué opinas sobre caer? 

¿Sobre las caídas libres? 

¿No crees que el mundo gira entorno a impedirnos caer?

Hemos tardado horas en encontrar un edificio aquí, plantado, a medio construir. Y más difícil aún ha sido encontrar uno en el que nos dejaran entrar. Uno que no tuviera vallas ni personas que nos impidieran subir a lo más alto, a la azotea sin vigilar. Uno sin barandilla en la azotea. 

Uno de los lugares que más libre me hacen sentir porque nada ni nadie puede impedirme saltar.

¿Qué pasaría si decido lanzarme? 

Tanto en el sentido literal como en cualquiera de los infinitos sentidos metafóricos. 

¿Qué pasaría si ahora, así, a voz de pronto, decido mandarlo todo a la mierda y dejarme caer en caída libre en contra de todo pronóstico? 

¿Crees que alguien me lo impediría? 

Yo creo que, a veces, necesitamos probarlo. Puede que incluso fuera bueno para nosotros. Tal vez necesitemos experimentarlo. Quizás necesitamos estamparnos contra el suelo, hacernos daño y convertirnos en miles de pedazos. 

¿Quién sabe qué me aportaría eso? 

Nadie sabe qué hay más allá, 

si hay vida después de la muerte, 

si lo que nos espera va a ser mejor. 

Puede que llegue un punto en la vida de todos, un punto de inflexión en toda existencia humana, en que uno necesita romperse, morir y renacer. 

Nadie sabe qué hay más allá. 

Entonces, ¿por qué se empeñan en impedirnos caer? 

¿Por qué nos vigilan siempre, veinticinco horas al día, con cámaras y vallas? 

¿Te has dado cuenta de que ninguno de los que nos impide caer sabe qué hay más allá?  

***

Este relato fue creado originalmente como una conversación mía mental, en plan yo conmigo misma. Sé que es muy de locos, por eso lo escribí: para sentirme más cuerda. (Aunque creerse cuerda tampoco es lo más normal del mundo, pero no soy nadie para juzgar). 

La cuestión es que esto es un intento de conversación, de diálogo entre tú y yo. Dame tu opinión en los comentarios.