Casada con mi Enemigo

Capitulo 7 - (parte 2)

ANNA

La cara de Nora era un poema, su boca completamente abierta y sus ojos que ni parpadeaban expresaban su completa sorpresa frente a todo lo que estaba contando.

-¿Dormiste en su cama sin haberte acostado con él primero? Y no solo eso ¿También se tomó el trabajo de llevarte hasta tu casa?-

-Sip- dije con naturalidad mientras tomaba un sorbo de mi batido de frutilla.

-No lo puedo creer. Pero hay algo que todavía no entiendo ¿Cómo es que llegaste a tomar tanto como para emborracharte si a vos no te gusta el alcohol?- me pregunto intrigada. Ahí va la parte de la que no quería hablar pero a la vez el motivo por el que necesitaba tener esta charla con Nora.

FLASHBACK

Max... lo recuerdo bien, él era uno de los estúpidos amigos de Alex que se divertían viéndome sufrir. Está igual que siempre: alto, delgado pero con musculatura, ojos cafés y su cabello castaño y siempre rebelde. En la escuela su grupo traía de las narices a todas las chicas, además todos los chicos querían ser como ellos y como no podía ser otra manera se aprovechaban de la situación para conseguir todo tipo de cosas: desde las tareas terminadas, lugares en el comedor, invitaciones a fiestas, alcohol gratis y cualquier chica con poco amor propio que estuviera dispuesta a perder sus dignidad... y virginidad con tal de que alguno de ellos le dirigía aunque sea una mirada.

Las palabras del castaño interrumpieron mis horrendos recuerdos del secundario -No muñeca, no nos metas a todos en la misma bolsa que único responsable de toda esa mierda es mi amigo. Yo no tengo nada que ver.- Si claro... se piensa que no tengo memoria.

Alex por su parte y con algo de fastidió se dignó a intervenir en la conversación-Bueno ¿vamos a seguir recordando todas esas estupideces o vamos a divertirnos?- apenas escuche eso no pude hacer otra cosa que fulminarlo con la mirada.

Pensé que algo había cambiado en todos estos años, que la vida le había enseñado algo. Pero que equivocada estaba, él se sigue creyendo gracioso y no se arrepiente ni un poquito de todo lo que me hizo a mí y a muchos otros chicos a los que disfrutaba molestar.

Tal vez piensen que soy una tonta por seguir dando vueltas alrededor de esto después de tantos años, pero es que cuando sos humillado sistemáticamente por otras personas que no tienen ningún tipo de límites en sus acciones, cuando te pisotean como una cucaracha y te hacen sentir que no vales nada simplemente porque no sos como ellos duele y te marca para siempre.

-Anna ¿queres tomar algo? Acá preparan los mejores tragos- me dijo Max pero yo ya no podía prestarle atención, mi cabeza estaba en aquellas palabras y en esos recuerdos que volvían a mí.

-No gracias, no tomo.- fue todo lo que pude decir, estaba demasiado enojada. Basta Anna, que esto no se te vaya de las manos. Tenes que mantenerte segura y no mostrar signos de debilidad.

-¿Qué tal Buenos Aires? ¿Pudiste recorrerla?- Sabía lo que Max intentaba hacer pero era demasiado tarde porque como era de esperase Alex ya había arruinado todo.

-En realidad no, apenas llegue hoy y la verdad no tuve tiempo para nada.- Miré nuevamente a Alex pero él se encontraba con la mirada perdida como si estuviera buscando a alguien.

-Bueno podemos llevarte a conocer la ciudad en estos días. Te va a encantar, ha cambiado mucho en los últimos años ¿Qué decis Alex?- pero él seguía concentrado en quien sabe qué.

-Sí, cuando quieran ¿Saben? Yo me voy a dar una vuelta por ahí y a buscar a los demás que seguro están borrachos en alguna parte. Ustedes sigan en sus cosas.- y comenzó a alejarse rápidamente.