Tiempos De Guerra (Jainico) FINALIZADA.

Puedo explicarlo.

-No te quedes callado...¡Responde!.- puso su arma sobre mi cabeza y yo solo levante mi manos para que viera que me rendía, su voz era muy grave y violenta, podía sentir su enojo, ni siquiera soy capaz de mirarlo al rostro porque sé que me dará miedo verlo directamente.

-No sé de que estas hablando.- intente no ponerme nerviosos, de verdad, pero fue inevitable tartamudear al decir esa frase tan simple.

-¡Deja de fingir! Quiero una buena explicación...pero que sea realista...-Me quede quieto mirando al frente, no quería ni respirar, tampoco puedo, pero es una manera de decir.-Todo se fue a la mierda desde que apareciste....Pero eres el único que me puede llevar con Patrick, se quién es el famoso ''Señor C'' Lo conozco perfectamente, ¡así que habla de una puta vez!.- Estaba muy nervioso, además no sabía si Patt estaba escuchando, no lo sentía a través de mi audífono, me vigila todo el día pero cuando lo necesito no está, que estresante.-¡Habla weon!.- me pego en la cabeza con su mano.

-¡SOLO NIEGA TODO!

-¡¿Qué mierdas quieres que te diga?! ¡CALLATE JAIME CULIAO!...- No tengo idea si eso lo dije o lo pensé, intento pasar desapercibido evitando mis antiguos comportamientos pero el Jaime me saca de quicio.

-Esa voz...-me tomo de los para voltearme y mirarnos de frente, se notaba un poco asustado.-¡Dime Fernando! ¡Dime la puta verdad!.- comenzó a sacudirme tomándome de los hombros mientras miraba el suelo, se notaba frustrado, creo que no me ha golpeado porque sabe que me debe la vida pero se notaba cansado de esta situación, de tanto que me sacudió se me cayó collar, dejando haciendo rodar mi anillo hasta sus pies, alcance a tomar la piedra que tenía grabado ''tío Nico'' y me la guarde en el bolsillo, Jaime me soltó y se agacho para recoger el anillo, estaba por devolvérmelo sin ponerle atención pero su mirada bajo al anillo que tenía entre sus dedos, como si hubiera visto un fantasma comenzó a retroceder chocando con un árbol dejándose caer y el anillo junto con el que volvió a mi pies rodando.

-¿Qué te pasa?.- recogí el anillo guardándolo en mi bolsillo, podía notar una cara de espanto en el Jaime, se veía pálido, y sudaba me miraba asustado.-¿Estas bien Jaime?.- por simple inercia me rasque mi barbilla, me está creciendo y no estoy acostumbrado a dejármela muy larga, pero en ese momento que me termine de rascar me di cuenta que nunca me había tocado la barbilla con bufanda puesta. No se cómo lo hice pero me golpee tapándome la cara con mis manos, se me había caído la maldita bufanda dejando mi rostro a la vista.

-¡NO NO NO! ¡ESTO ES UNA BROMA! ¡TU ESTAS MUERTO TU!.- comenzaba a llorar mientras tapaba su vista para no verme, pero un golpe en la cabeza lo hace caer inconsciente,

-Que todavía no se enteré...-detrás del árbol salió él Edgar con un bate, lo había usado para golpear al Jaime.

-Edgar me salvaste...-me puse la bufanda, más bien una pañoleta porque es más delgada que una bufanda y me la puse asegurando que no se me volviera a caer, no lo podía creer, puede luchar, escalar, saltar con ella y con un simple movimiento se me cayó, tengo mala suerte.

-Le diremos que fue su imaginación...- dejó el bate a un lado y trató de tomar al Jaime.- Oh que esta gordo.- los brazos del Edgar temblaban.

-Déjamelo a mí- lo aparté y tomando de un brazo y una pierna del Jaime lo subí a mi espalda.

-aaah que estamos fuerte.- Edgar golpeo mi hombro mientras sonreía y tomaba el bate para comenzar a caminar.

-Si supongo.- Al tener más resistencia podía aguantar kilos y kilos sobre mí y sin cansarme, gracias Patt algo bueno me está saliendo.

-Antes eras súper débil y ahora te podes al gordo culiao del Jaime...

-Han pasado muchas cosas en estos años Edgar...-Mi mirada era un poco triste, no es que me sea mala agradecido, pero el cambio físico que tengo aun no me lo puedo creer, además no fue fácil llegar a esto, fueron meses y meses de operaciones, dolores, y tratamientos que me hacían gritar del dolor.