capítulo 25

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-¿Porque preguntas eso?- su rostro ya comenzaba a verse más pacífico se torno en uno completamente duro. -Bien echo Micaela- me recrimine a mi misma.
-Y...yo- tartamudee nerviosa al sentir su fija mirada -Es que Flor me comento algo así- ya no sabia ni que decirle. Regreso su mirada al frente enfocándose en el camino.
-Lo siento si te incomode con esa preunta- me disculpe, ya que yo mejor que nadie sabía lo que era hablar de ese tema.

En silencio llegamos al salón de fiesta donde horas antes habíamos dejado a la pequeña. Se estaciono y estaba por bajar pero tomé su brazo evitando que bajara.
-¿Puedo ir yo por ella?- le dije en tono de súplica, rodó los ojos y cerro la puerta acomodándose nuevamente en el asiento
-¡Gracias!- le dije con una enorme sonrisa.
Baje rápidamente y camine hasta la puerta del salon infantil.

Había muchos niños y niñas corriendo de un lado a otro, no lograba encontrar a Flor
-Hola- una chica de ojos verdes me saludo con una gran sonrisa
-Hola- le respondió el saludo -Vengo por Florencia Martinez, pero no logro verla- le informe mientras  agudizada mi mirada tratando de encontrarla.
-Ah claro- pero que empalagosa sonrisa tenía esa mujer -Espera que voy a buscarlas-  se dio la media vuelta para después dirigirse hacia donde estaban todos los niños.
-¿Dónde está?- Escuche la voz de Barbara detrás de mi, así que de inmediato gire y levante mi mirada
-Fueron a buscarlas- sonreí y me acerque a ella.
-¿Porque querías venir tu por ella?- pregunto mientras su mirada divagaba por el lugar.
-No lo se- me acerque y la rodee con mis brazos
-¿Que haces?- pregunto dando un paso hacia atrás.
-Se llaman abrazos Barbara- dije obvia -No se si los conoces- puso los ojos en blanco
-Si se que son, pero porque lo haces- volvió a retroceder tratando de librarse de mi abrazo, pero no lo lograba.
-¿Y porque no hacerlo?- mi barbilla estaba recargada en su pecho para poder verle.

-¿Barbara?- una voz femenina se escuchó a mis espaldas -¿Cómo has estado cariño?-ante su mirada de nerviosismo, noté que era hora de soltarla.
-Muy bien y usted- contesto con cortesía
-También muy bien- la voz de esta mujer tenía alegría, ternura entre otros sentimientos mezclados. Se acerco a Barbara y la abrazo. Después se acerco a mi y me saludo con un beso a su mejilla -Patricia Perez- se presentó
-Micaela Suarez- hice lo mismo
-Qué linda es tu novia Barbara- dijo ahora la señora agradable poniendo su mano en mi hombro
-Gracias- dije con una enorme sonrisa, tratando de no reír por el tono rojo que se había apoderado en las mejillas de Barbara.
-N..no- tartamudeo -Ella no es...- No puedo terminar la frase que el grito de Flor la interrumpió
-¡Mica!- grito más que feliz, mientras corría hacia mi
-¡Hola!- conteste con el mismo tono que ella -¿Cómo la pásate?- le pregunte sonriente mientras la cargaba.
-Genial-
-¿Es Floor?-pregunto la mujer y Barbara asintió con la cabeza.
-¡Pero que grande estas! - dijo acercándose a nosotras -Seguro no me recuerdas- acarició su mejilla -Pero yo te conozco desde que eras bebé- Flor sólo le sonrió -Yo era...-Amiga de mi mami- le contesto la pequeña como si nada, solo note la mirada de Barbara -Vamos Mica ¿me acompañas por un trozo de pastel?- como negarse a esa dulzura. La baje y de inmediato tomó mi mano para correr hacia donde estaba el pastel.

-Dame pastel Flor- le decía Mati a su hermana quien gustosa comía la gigante rebanada de pastel que le habían dado.
-Flor es mucho para vos- hablo Barbara -Comparte con Mati- le ordenó y enseguida obedeció.

La luz roja hizo que Barbara se detuviera, me recargue en el asiento y volteé hacia la izquierda para poder verla, la miraba fijamente esperando que volteara. Finalmente lo hizo y le sonreí, nuevamente reprimía sus ganas de reir. Pero que mujer tan antipática eres Martinez. Seguí mirándola fijamente y volvió a voltear, esta vez le guiñe un ojo y le mande un beso sin que los pequeños se dieran cuenta. Y ahora si dejo escapar una sonrisa, negó con la cabeza y volteo su mirada al frente.

Puse mi mirada al frente para ver una luz blanca que no era precisamente del semáforo, el cual seguía en rojo, esta luz blanca comenzó a hacerse mayor y con más velocidad se acercaba directamente a nosotros.
-¿B...barbara?- tartamudee asustada volteando a verla, esta con el señor fruncido trato de mover la palanca de cambios, pero no entraba. No era sólo una luz, era un auto que venia a toda velocidad en dirección a nosotros.





Me, Myself & I  [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora