Me, Myself & I [Terminada]

Capítulo 55

Subí al auto y acelere haciendo rechinar las llantas. No sé que era, no se si era tristeza, enojo o decepción. Tal vez un poco de las tres o más bien mucho.

Pablo iba a pasar por Mati y Flor. Los cuidaría en casa hasta que Micaela y yo llegáramos. Cosa que no pasaría. Micaela regresaría a su casa o no me importa donde mierda vaya, solo la quiero lejos de mi.

-¿Porque tan temprano yegua?- pregunto levantándose del sillon.

-Que carajo te importa- dije de mala gana, no estaba de humor.

-Huy- se burlo -La Barbara insoportable mala onda volvio- dijo antes de salir por la puerta.

Me deje caer en el sillón, sentía un horrible dolor en el pecho. Como podía haber sido tan estúpida como para enamorarme de ella. Había logrado por completo su propósito: enamorarme y destrozarme.

Todas más veces que al inicio me decía 'Me las voy a cobrar todas Martinez' ahora lo cumplía. Si ese dia en el partido no la hubiera seguido a casa y no le hubiera confesado nada, esto no estaría pasando. Realmente me arrepiento de todo.

El sonido de la puerta de un auto cerrarse me saco de mis pensamientos.  Rápido me puse de pie y prácticamente corrí a la ventana de la sala e hice la cortina a un lado.

Traía los zapatos en la mano, su cabello completamente desordenado y su maquillaje corrido por las lágrimas. Que ganas de correr a abrazarla, besarla, hacerla mía una y otra vez...pero nunca fue mía. Solo fingió serlo.

Volteo hacia la casa y después se recargo en su auto cubriendo su rostro, lloraba.

Cerré la cortina y apague la luz de la sala para subir a mi habitación.

-¿Bar? Barbara...¡Despierta! ¿Bar?- unos golpes en mi mejilla me hicieron abrir los ojos sorprendida.

-¿Que? ¿Que pasa? ¿Que?- dije aceleradamente mientras trataba de deshacer el nudo que se había hecho con las sábanas y mis piernas. Ambos rieron. -Que quieren enanos- les dije acostándome denuevo frotando mis ojos.

-¿Bar donde esta Micaela?- pregunto Flor abrazandome -Su auto no está y tampoco están en su habitación- hizo puchero -Y tenemos hambre- ambos rieron nuevamente.

-Pero tampoco están sus cosas- agrego Mati y Flor asintio con la cabeza.

-¿E-ella nos dejó?- los ojos de mi hermanita empezaron a cristalizarse. ¿Que no bastó con hacerme daño a mi? También a ellos.

-Mati,Flor...- resople y me enderece sentándome en la cama. -Ella a vuelto a su casa...- No tenía ni la menor idea de que decirles.

-¿Porque?  ¿Ella no nos quiere?- las lágrimas no tardarían en hacerse presente en su rostro. No pude decir nada. No podía decirles que nos había mentido a todos -Pero ella prometió que estaría aquí.

-Florencia no llores ¡Si!- dije en un suerte tono que lejos de tranquilizarla la asustó y la hizo llorar con más intensidad. Mati salió de la habitación tras su hermana quien había salido corriendo.

*

Baje del taxi, mi cabello ya era un desastre, mis zapatos estaban en mi mano por lo que mi vestido se arrastraba ensuciandose e incluso rompiéndose y seguramente mi maquillaje estaba más que arruinado. Saque las llaves de mi bolsa y mire la casa Martinez. Todo en mi interior se retorció. No pude más y me recargue en el auto y comencé a llorar una vez mas con todo el sentimiento del mundo. Trate de tranquilizarme y subí.

Gracias a la cuenta de emergencia que mi padre había dejado, pude pagar una habitación en un hotel.

Me tire en la cama en cuento el botones salió. Ahora si estaba más sola que nunca. Barbara nunca me perdonaría.

Todo el domingo y lunes me la pase en la habitación, nisiquiera había salió para que ordenaran el cuarto, no era necesario no me había levantado de la cama, solo para ducharme, pero después regresaba a esta.

Martes al medio día, ya el segundo día que faltaba a clases sólo quedaban dos semanas. Esta y la de los exámenes. Pero me aterraba ir y encontrarme con ella. Me aterraba que me ignorará y se que terminaría llorando.

Finalmente decidí que no me quedaría toda la vida ahí. No me resignaria a perder la así de fácil. Me tenia que escuchar, tenia que creerme. Tenia que comprender que por ella cambie.

Llegue a la tienda de discos. Su motocicleta estaba ahí. Sentí unas náuseas terribles. No podía hacerlo. Encendí nuevamente el auto y regrese al hotel. 

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Holas, como andan? Yo no podía escribir porque soy pelotuda y me queme la mano con agua hirviendo. Pero sha estoy de vuelta.

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